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 ENSEÑANZAS DE LA NATURALEZA (acerca de las verdades)



Febrero 21, 2011, 07:12:12 pm
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Desconectado Tuareg

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ENSEÑANZAS DE LA NATURALEZA (acerca de las verdades)
« en: Febrero 21, 2011, 07:12:12 pm »
Soy de la opinión de que la Santidad debe ser algo asequible a todos.

No imagino que sólo esté al alcance de unos cuantos privilegiados, ya sea por sus dotes intelectuales, sus recursos, o cualquier otro beneficio respecto al resto.

Y, fundamentalmente, porque si así fuera, a Dios se le escaparía parte de la Creación de sus manos.

Por otra parte, Cristo estaba más a gusto entre publicanos y pecadores, porque, según parece ser que decía, eran los que tenían más necesidad.

Es genial leer a determinadas personas por su grado de sabiduría: Khrisnamurthi, Tagore, San Juan de la Cruz o al Dalai Lama. Nos transmiten verdades atemporales, y nos facilitan mucho el acceso al Conocimiento.

Pero también pienso que, en el fondo, no son poseedores de la verdad, sino meros transmisores de ella, y que la verdad sigue estando ahí, accesible, a pesar de ellos.

Así, y por otra parte, si es que creemos que todo lo creado lo ha sido por Dios, y que para conocer a Dios sólo tenemos que mirar alrededor, que lo veremos en el canto de los pájaros, la sonrisa de un niño o en el frescor de la hierba, sería fantástico adquirir la costumbre de mirar el mundo con otros ojos.

La ciudad engaña mucho, pues hay demasiado ladrillo, ruido y estímulos creados exclusivamente por el hombre. No obstante, tampoco es un obstáculo.

Empezaré en este post a reflejar, poco a poco, lo que a mi parecer, y a mi modesto entender, he podido descubrir, con bastante esfuerzo, reflexionando sobre la naturaleza.

Por supuesto, sólo tenéis que añadir vuestras propias ideas y experiencias, o ampliar, desde otros puntos de vista, los que yo vaya poniendo.

- El Universo

Ignoro si hay vida en él -otra cosa es lo que crea-, pero cuando miro por la noche las estrellas o veo un reportaje en televisión, siemipre pienso en el aplastante orden que lo preside. Cada elemento tiene un sitio, y el conjunto de todos ellos funciona como un todo.

Por extensión, encuentro muy parecido nuestro organismo: nada tiene que ver el cerebro con el dedo meñique del pie, pero, al margen de que cada uno desempeña su función, es el conjunto de todos los órganos los que permiten a un ser vivo el vivir. Y sólo de su completa armonía el ser es completa y perfectamente vivo.

Y por extensión, un hombre tiene ese cuerpo, lleno de órganos cumpliendo cada uno su cometido, sin aparente conexión con los demás, pero además tiene sentimientos, miedos, temores, aspiraciones,...... Y acabo pensando que es fundamental admitir la existencia de todo lo que nos compone, para realmente empezar a trabajarnos y estar más a gusto con nosotros mismos, y no reprimir aquéllo que, en principio, no nos guste o creamos que no deberíamos ser portadores.

- Oscuridad, Noche, Hibernación o Invierno para las plantas

Tiene que haber muerte para que haya vida. Y al revés, para que haya muerte ha tenido que haber vida.

En la noche, los organismos descansan, se recuperan para afrontar, con regeneración de sus células, las tareas que el ciclo de luz les deparará. Puede no ser agradable, pero es necesaria. Si siempre fuese de día, no se duraría nada de tiempo vivo. Por tanto, hay que aceptarla primero, y luego quererla.

Lo mismo ocurre con la hibernación de algunos animales, sólo tras ella, podrán afrontar la lucha de su vida en la siguiente primavera.

Y otro tanto con la flora: se queda seca, sin hojas, sin estética. Pero sigue interiormente viva, preparándose para la siguiente explosiva floración, en que será además, fuente de vida para otras formas de vida.

A veces, tenemos fases de soledad espiritual, de tristeza vital, de no sentirnos vivos y jolgoriosos por dentro. Tal vez, se me ocurre pensar, no sea más que lo mismo que pasa a nuestro alrededor. Tomémosle cariño y tengamos paciencia, la próxima primavera, cada día que pase, esta más cercana.


Se admiten comentarios, por supuesto, pero sobre todo animaros también a expresar lo que a vosotros os enseña la madre naturaleza.

« Última modificación: Marzo 18, 2022, 06:19:58 am por francisco de sales »

Febrero 21, 2011, 07:49:15 pm
Respuesta #1

Desconectado luz

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Re: Enseñanzas de la Naturaleza
« Respuesta #1 en: Febrero 21, 2011, 07:49:15 pm »
Hola, Tuareg.
Me alegra volver a verte por aquí.
Gracias.

Estos últimos meses he sentido necesidad de estar en la naturaleza, y me he dado cuenta que la miro con otros ojos.

Lo que dices me interesa. Espero que sea sólo la introducción de más reflexiones.

Te voy a pedir... ¿me puedes explicar qué quiere decir: "Tiene que haber muerte para que haya vida".

Abrazos,

Febrero 21, 2011, 08:18:40 pm
Respuesta #2

Desconectado Tuareg

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Re: Enseñanzas de la Naturaleza
« Respuesta #2 en: Febrero 21, 2011, 08:18:40 pm »
Muchas gracias por tus palabras, Luz, y me alegro de que haya aumentado tu necesidad de estar más en o con la naturaleza.

Con lo de que tiene que haber muerte para que haya vida, y ciñéndonos a lo que vemos en la flora y la fauna, quería referirme a que los árboles han de quedarse sólo con las ramas, sin hojas, sin crecer, durante el invierno. Simbólicamente sería la muerte.

Pero llega la primavera y crecen sus ramas, salen sus hojas y florecen. Sería la vida.

Y es necesario que se produzca su aletargamiento para que surja, cuando corresponde, la floración.

Por similitud, y si pensamos que cada día nuestro es una vida, al echarnos a dormir por la noche, es como si hubiera una muerte; ese día ya no existe ni nosotros en él. Y pasamos a dormir, a estar inactivos, al igual que los árboles. Pero no estamos muertos, sino preparándonos para la nueva vida que supondrá el amanecer del día siguiente. Porque exactamente iguales a como hemos sido el dia anterior, no lo vamos a ser. Del mismo modo que las flores de un rosal son parecidas a las de la temporada anterior, pero no son las mismas, son otras.

Y bueno, a mi me sirve para reforzar mi creencia de que cuando muera en esta vida, será una muerte, y por tanto le seguirá una nueva vida. Percibo que en la naturaleza tengo la prueba de que la vida continúa.

Hay un ejemplo que aprendí de pequeño, cuando como muchos otros niños criamos gusanos de seda. Pero esta preciosa enseñanza que resultó para mí, ya la expresaré más adelante.

Espero haberte contestado a lo que me preguntabas.

Febrero 22, 2011, 06:33:17 pm
Respuesta #3

Desconectado antonio pina

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Re: Enseñanzas de la Naturaleza
« Respuesta #3 en: Febrero 22, 2011, 06:33:17 pm »
Hola, Tuareg.
Perdona que no te hable de la naturaleza, pero al ver el comienzo de tu escrito, donde dices:

"Soy de la opinión de que la Santidad debe ser algo asequible a todos", he pensado que ibas a hablar sobre ese tema en otro sentido, y me parece muy atractivo conocer tu opinión sobre ello.

¿Serías tan amable de expresarla?

Un abrazo,

Febrero 22, 2011, 07:59:58 pm
Respuesta #4

Desconectado Tuareg

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Re: Enseñanzas de la Naturaleza
« Respuesta #4 en: Febrero 22, 2011, 07:59:58 pm »
Hola Antonio, si en la frase mía que citas, cambias la palabra Santidad por Iluminación, estado de gracia, el amor divino o cualquiera otra de las muchas que se podrían utilizar, el por qué pienso ésto lo justifico, más o menos, aunque someramente, en los tres breves párrafos que la siguen.

Yo no soy maestro de nada, ni tengo muchas certezas. Tal vez por éso es por lo que me atrae el carácter universal del mensaje de Cristo, predicado fundamentalmente entre los débiles, más que entre los doctos.

Podría borrar esta frase por la que me preguntas y todo el argumento por el que creo que debe de haber verdades a cientos, rodeándonos, seguiría inalterable.

Pero sobre todo, empecé diciendo "Soy de la opinión", subrayando el carácter subjetivo y validez únicamente personal de la misma.

Um saludo.

Febrero 23, 2011, 02:07:57 pm
Respuesta #5

Desconectado Tuareg

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Re: Enseñanzas de la Naturaleza
« Respuesta #5 en: Febrero 23, 2011, 02:07:57 pm »
- La conciencia de nuestra limitación

Vas paseando por el monte y decides hacer una parada a descansar. Ya llevas tiempo en el entorno, conoces la zona como la palma de tu mano y te animas a apuntar “todo” lo que, según alcanza tu vista, existe.

Empiezas anotando los nombres de los árboles más altos, los arbustos más pequeños, el tipo de piedra, las aves rapaces que sobrevuelan el entorno, unos cuantos buitres planeando en lo alto, un conejo que atraviesa correteando entre unos setos, unas ranas que se delatan por el ruido que hacen en una charca cercana y……. nada más.

¿Nada más?. Nada más, estás muy seguro, por más que intentas escudriñar los alrededores no detectas más vida.

Y entonces, alguien, nos presta un microscopio. Y todo un universo de vida se nos muestra, en casi cada centímetro cuadrado. No podíamos imaginarlo y enseguida comprobamos que nuestra primera afirmación carecía de información. Que creíamos lo que sabíamos, lo que no significaba que supiéramos todo lo que realmente había.

Dándole vueltas a este asunto, se nos hace de noche y emprendemos el camino de regreso acompañado de una linterna. Nuevamente, en otro descanso, miramos hacia el cielo y se nos ocurre hacer lo mismo que hicimos con la luz solar: describir todo lo que vemos, ya que sabemos bastante de astronomía.

Y cuando tenemos la lista completa y segura, alguien sale de la oscuridad y nos presta un telescopio. Y volvemos a comprobar, una vez más, que hemos dado por bueno como todo el conocimiento, simplemente el conocimiento que somos capaces de alcanzar, que no es más que una mínima parte de lo que, en este caso, escondía el firmamento.

Cuando llegas a casa, esbozas una sonrisa, habiendo aprendido una buena lección, que no sabemos más que lo que alumbraba nuestra pobre linterna, y que, siendo consciente de esa limitación, es cómo puedes quedar abierto, en todo caso, a ampliar tu pobre conocimiento.

Nuestros límites, en nuestra justa medida.

Febrero 23, 2011, 04:18:36 pm
Respuesta #6

Desconectado Irene Zambrano

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Re: Enseñanzas de la Naturaleza
« Respuesta #6 en: Febrero 23, 2011, 04:18:36 pm »
Buenas tardes, Tuareg.
Estás consiguiendo que vea la naturaleza como no la he visto en los muchos años que tengo.
En realidad, estoy deseando que llegue este domingo para ponerme unos ojos como los tuyos y salir a verla.

Gracias,

Febrero 27, 2011, 08:40:42 pm
Respuesta #7

Desconectado Tuareg

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Re: Enseñanzas de la Naturaleza
« Respuesta #7 en: Febrero 27, 2011, 08:40:42 pm »
- El desierto

1. "La belleza del desierto consiste en que en algún lugar esconde un pozo de agua" (Saint Exupery).

Bueno, como Tuareg, se supone que del desierto debía saber un montón, eh?, jejeje... ;D

Me encantan los dátiles y el té, ésto sí que es verdad  ;)

Sobre la frase citada, creo que cada uno sabría sacarle el jugo adecuado. Cuántas situaciones por las que pasamos, cuántos congéneres, cuántos acontecimientos podríamos catalogar como pura y llanamente desiertos.

Ya se ha comentado por aquí, pero cualquier situación, cualquier ser humano, cualquier circunstancia, es susceptible de enseñarnos, aunque sea pequeño, un pozo de agua. Intentemos descubrirlo, aunque sólo sea aceptando o reconociendo esos "desiertos".

2. Yo añadiría, a la estimulante sugerencia de Saint Exupery, la increíble oportunidad que, forzadamente en principio, nos ofrece el desierto (en términos simbólicos) para reencontrarnos a nosotros mismos, para esar a solas sólos con nosotros.

Un viaje en autobús de varios cientos de kilómetros y en el que viajas sin compañía conocida, puede ser un buen ejemplo de ello. Normalmente, cuando hace una parada a mitad de camino, compruebas cómo bastantes pasajeros, como si fuera un ritual, llaman a alguien. A veces, inevitablemente, escuchas sin querer el contenido de la conversación, y en bastantes casos pienso que sólo necesitaban compartir ese rato con alguien, hablar a alguien, ser escuchado por alguien.

En mi caso, suelo comerme el bocadillo en el exterior del bar, compartiendo migajas de pan con los gorriones, que éstos sí que nos esperan con ansia, jejeje....

Hay muchas otras situaciones que podrían servir: esperar un autobús, la consulta del médico mientras esperamos turno, etc. 

No podremos amarnos adecuadamente a nosotros mismos, si no somos de las mejores compañías que podemos disfrutar con nosotros mismos, no?.

3. Uno de los mayores alicientes, mientras vamos por el desierto, es alcanzar un oasis. Hay sombra, agua, dátiles, quizás hasta un puesto con Coca-colas,.....

Pero una cosa está clara, y es que no podrás llegar al oasis sin antes haber atravesado el desierto.

Ánimo pues para la travesía de esos desiertos que, inevitablemente, y en diferentes aspectos de nuestra vida, hemos de pasar.

Febrero 28, 2011, 09:04:16 pm
Respuesta #8

Desconectado Tuareg

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Re: Enseñanzas de la Naturaleza
« Respuesta #8 en: Febrero 28, 2011, 09:04:16 pm »
- El mar

Parece que poco pueda decirse de él, por lo mucho que ha inspirado a pintores, poetas, prosistas, y toda la literatura que versa sobre él..... Tiene un gran punto de enigma, sabemos mucho de él, pero como que no alcanzamos a comprenderlo del todo, tal vez por lo grande que es, o lo mucho que oculta en su seno.

Os animo a verlo de un modo más cercano :-*

En realidad, no está tan distante de nosotros como podríamos pensar en un principio: juega con casi todos nuestros sentidos.

El primero es la vista, su contemplación puede ser inspiradora de paz, un día de calma, o una puesta de sol suave y cálida. Pero también puede ser sobrecogedora, suscitar muchos temores: mar gruesa, nada de tierra en el horizonte y tú en medio de un barco, con olas que tapan a un velero que navega tan sólo a unas decenas de metros de distancia (lo he vivido).

Otro sentido que nos hace contactar con él, es el olor: os acercáis a un puerto pesquero de la costa e, inevitablemente, hay un olor característico, de salitre, de redes de pesca,.... Nuestro olfato lo reconoce.

Igualmente el oido, ya sea en una playa de guijarros, o en un acantilado chocando las olas. En el primer caso es un sonido diferente, menos intimidador, pero que con su ritmo acaba por sustraerte.

El gusto tampoco se libra de poder identificarlo: tiene un sabor típico, producto de su sal así como del resto de componentes.

He practicado la meditación en casa, según los estándares, pero pocas veces me he sentido tan vacío de mis pensamientos, tan identificado con el todo (por llamarlo de algún modo), como cuando he ido a la playa, especialmente en invierno, sin nadie, bien abrigado, y me he permitido, sin prisas, estar sentado sobre una roca hasta que, con la mente vacía, he conseguido romper la continuidad de mis pensamientos, de mi historia personal de ese día.

Su bravura, fijaros que siempre es impulsada por el viento. Cuando hay tempestad, hay viento. Éste produce el oleaje. Es como si el mar le obedeciera.

Pero también obedece a la atracción de la Luna.

Y ves que hay una conexión entre el mar, el viento, la Luna,....... Y empiezas a descubrir que hay más cosas relacionadas entre sí, de las que nos rodean, de las que imaginábamos.

Por último, puede servir como relajante e inspirador de calma (un amanecer suave, sin viento, o una preciosa puesta de sol), o como delator de lo poco que somos en el universo. Sólo tienes que meterte en un bote o barco y experimentar que todo lo que te crees que eres, depende de un cascarón de madera o hierro (el barco), ya que el mar no te "perdonará", y te borrará de la faz de la tierra, prácticamente sin inmutarse. Y agradeces la experiencia, porque te acerca a tu verdadera insignificancia.




Marzo 04, 2011, 10:10:03 pm
Respuesta #9

Desconectado Tuareg

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Re: Enseñanzas de la Naturaleza
« Respuesta #9 en: Marzo 04, 2011, 10:10:03 pm »
- La Naturaleza y su auténtica generosidad

Un ejemplo sencillo que cualquiera puede experimentar, es cuando echando un buen paseo por el campo decides descansar un rato, ordenar un poco tus pensamientos y acallar otro tanto tu estómago y tu sed.

Ves un denso árbol cerca y decides que bajo su sombra, apoyado en su tronco, con la mochila apoyada también en él, estarás casi tan bien como en el salón de tu casa, para efectuar la tan ansiada parada para descansar.

El sol calienta bastante y vas sudando, pero la suave brisa que acaricia toda la zona, te refresca casi tanto o más que la bebida que tomas de tu mochila.

Ya recuperado y con ganas renovadas, recoges los enseres y prosigues tu camino, no sin antes darle una pequeña palmada al tronco del árbol, mientras miras para arriba, diciéndole "gracias".

Satisfecho por este gesto, echas a caminar y vuelves la mirada para atrás. Y compruebas que el árbol ni se ha inmutado con tu acción. No ha reaccionado a tu gratitud, tal vez porque sea un vegetal, aunque sea un ser vivo.

No es a lo que estás acostumbrado, desde luego. Un ser vivo sí te diría "de nada", o "ha sido un placer ayudarte".

¿Seguro?.... ::)

Tu perro ladra ante cualquier extraño, defendiendo a sus dueños y sus propiedades, y cuando acaba su trabajo, no va a buscar el agradecimiento.

Y las gallinas de tu huerto, siguen el curso de su vida, como si nada, cuando te permiten cogerles los huevos para poder alimentarte.

Y aunque des las gracias por la luz del sol, éste no manda un reflejo extra, como si se hubiera hecho eco de nuestro agradecimiento.

Es normal, piensas. Son cosas de la vida y unos las poseen y otros se benefician, la vida está para ayudarse a sí misma, y tampoco es tan extraordinario que el peral dé peras, o que una fuente dé agua. Es su naturaleza, su vida, su función.......

¿Por qué, cuando ayudamos a alguien, nos sentimos tan buenos e importantes?

¿Hemos pensado que, a diferente nivel, deberíamos sentirnos igual que el resto de la naturaleza cuando nos ayuda?. Si ayudamos, es porque tenemos esa posibilidad, igual que la sombra del árbol del principio. ¿No deberíamos conceptualizarlo como simplemente que damos algo que tenemos, no siempre por nuestro mérito, para alguien que lo necesita?. ¿No sería igualmente el caso de que es la vida la que se ayuda a sí misma?.

Y por último, os dejo con la reflexión de si no somos nosotros los que deberíamos agradecer al débil, al mendigo, al necesitado que exista como tal, ya que sin su existencia nunca podríamos desplegar nuestra caridad, nuestra limosna, nuestra ayuda,.....

¿No formamos entonces todos un TODO?. ¿Y por qué de esas interacciones, pensamos que quién lleva el saco lleno con más valores el el que da la limosna, la ayuda o el apoyo?.

Es el ego, y sólo el ego, el que se complace al recibir las gracias.

Marzo 05, 2011, 01:39:39 am
Respuesta #10

mluhrig

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Re: Enseñanzas de la Naturaleza
« Respuesta #10 en: Marzo 05, 2011, 01:39:39 am »
Qué maravilloso lo que escribiste Tuareg! Gracias! Me encantó la cita de Saint Exupéry sobre el desierto. Y me hiciste acordar del mar, en particular de su sonido, su rumor. Hace mucho que no veo el mar, lo que veo por la ventana del laboratorio donde trabajo es el Rio de la Plata, sin olas...

Hace tres años atravesé el desierto de San Juan (Arg) en auto, con mis hijos. No es un desierto de arena, pero es un desierto al fin. Desierto por el clima y desierto de gente, no pasaba un auto por la ruta. Paré el auto en el medio de la nada y bajamos para ver los cactus con sus flores (hermosas, por cierto), los arbustos de hojas pequeñas, la tierra seca. Pasó una lagartija apurada cerca de nosotros. Mis hijos protestaron en ese momento "qué calor!", "para qué paramos? si acá no hay nada!". Y, a pesar de su malhumor en ese momento, hoy se acuerdan de ese día... Creo que cumplí con mi cometido, no??

Marzo 27, 2011, 01:01:22 am
Respuesta #11

Desconectado Tuareg

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Re: Enseñanzas de la Naturaleza
« Respuesta #11 en: Marzo 27, 2011, 01:01:22 am »
- ¿Homo sapiens u "Homo perdidus"?

Convencido de que a la muerte le sigue la vida y al revés, y entendiendo el invierno como una especie de muerte (o cesación de manifestaciones de vida), con mucha ilusión, como cada año, esperaba la llegada de la vida, de la primavera.

Cada día, para ir al trabajo, tengo la gran suerte desde hace dos años de poder ir andando, sin necesidad de usar vehículo alguno. Son unos veinte minutos y si bien al principio iba más bien pendiente de los coches, el reloj o la gente, desde el último año, y sin  darme cuenta, la atención se me ha ido desviando hacia el cielo, la Luna cuando está visible a primera hora de la mañana, los trinos de los mirlos a finales del invierno y sobre todo, ahora, en ir reconociendo el nacimiento de la vida. También aprovecho para hablar con quien ya sabéis, fundamentalmente para ponerme al servicio de su voluntad, desde mis grandes limitaciones.

En el recorrido hay árboles en las aceras, así como jardines dentro de recintos de edificios. Y me siento como si fuera por pleno bosque, ya que mis sentidos van pendientes de todo lo que es flora y fauna. Es realmente curioso.

El otro día, al salir de la oficina a fumar, tengo un gran árbol en el que se suelen posar palomas torcaces, que parecen estar esperando algo, ya que simplemente "están". Pero había un mirlo, que desplegaba sus alas y no paraba de cantar, supongo que para atraer a alguna hembra o para defender ese territorio como suyo. Y de pronto pensé que el mirlo estaba haciendo lo propio de un mirlo, lo que corresponde hacer a un mirlo vivo en el mes de marzo, al posarse sobre un árbol. Y lo mismo las palomas,cuyo número rondaba la docena.

Y ese árbol, del que estaban empezando a brotar hojas, exactamente igual que otro que hay unas decenas de metros más alejado, hacían lo mismo que el mirlo y las palomas, sólo que a su nivel: Al llegar la primavera, echan hojas crecen sus ramas, salen flores....... Y pensé en toda la vegetación que encuentro en mi camino y..... más de lo mismo.

Con este gran "descubrimiento", el planteamiento se me fue, de golpe, al hombre. Bien, si un mirlo o un cocodrilo, desde que nace hasta que muere, vive y hace lo propio de un cocodrilo, ¿qué sería lo equivalente en el ser humano?. ¿Podríamos definir nuestras pautas directrices de vida, igual que para el resto de seres vivos?. Y me sorprendí pensando que no es posible.

Según la orientación de quiénes nos respondieran, podríamos tener cientos de posibles modelos de vida apropiados o naturales para el ser humano. Tal vez todos pudieran ser válidos, pero posiblemente bastantes de ellos, pensé, no.

Alguien podría responder que éso no existe, ya que lo mejor que tiene el hombre es la libertad para elegir el guión de su propia vida. Y bueno, a priori lo encontraría cuando menos sugerente. Pero tampoco me vale, pues andamos por esta web intentando avanzar a base de quitarnos lastres adquiridos a través de la cultura y del ambiente, así que tal vez lo que querríamos ver como el ejercicio de nuestra libertad podría no ser más que la práctica de nuestro gran condicionamiento.

Dejé este planteamiento así, sin resolver. No sentí que hiciera falta llegar a una VERDAD. Pero sí que, siguiendo con un círculo concéntrico más pequeño, pensé entonces en dos cosas: la primera que quién soy yo realmente y la segunda, cómo soy.

Ésto da para mucho, sin duda. Pero lo primero que se me ocurrió fue intentar verme a mi mismo como sin nombre, es decir, yo no soy Tuareg, simplemente soy. Y después, bueno, intenté no sentirme padre, ni esposo, ni empleado de mi trabajo, ni vecino de mi vecindario,........ tal vez descubriendo si realmente quien creo que soy no es más que la suma de roles que me ha ido tocando desempeñar. También dejé este sentimiento así, sin responder por no serme necesario.

Y por último, a la pregunta de cómo soy, creo que podría llenar un folio con descripción de actitudes, defectos, cualidades y rasgos de personalidad.

Y bien.....¿realmente soy yo así?, ¿O es la imagen que me he formado de mi?. Y de ser así, una serie de conceptos adquiridos,........¿quién soy yo realmente?.

El mirlo, si pudiera hablar, lo mismo que la hormiga, creo que tendrían mucho más fácil responder a la pregunta de a qué ha de dedicar su vida o qué sentido tiene su existencia. Y terminé pensando que se puede llegar a estar mucho más perdido de lo que realmente uno cree, y que a veces todo podría ser una simple fabricación de la mente, sin conexión alguna con la realidad.

Intuí, además, que en el cómo soy, es decir, en los conceptos que constituyen mi propia definición de cómo soy o me gustaría ser, pudiera estar formado el ego. Así que me quedó esta tarea pendiente para trabajarla con más detenimiento.

Como veis, un cigarrillo da mucho de sí, eh???, jejejeje......

No hay motivo de preocupación por mi, os lo digo. Pero sí que lo cuento porque me pareció un ejercicio muy sano, el acercarse a la propia realidad de uno mismo. Y todo gracias a un árbol muy grande, unas cuantas palomas posadas sobre unas ramas y un mirlo cantando alegre y vivazmente.




Marzo 29, 2011, 04:30:11 am
Respuesta #12

mluhrig

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Re: Enseñanzas de la Naturaleza
« Respuesta #12 en: Marzo 29, 2011, 04:30:11 am »
Ay Tuareg! Te estás pareciendo a Adonis que no sabe quién es, a mí que estoy segura de que no estoy segura de nada y eso me da inseguridad, y al resto de los destacados miembros de este foro que están meta buscarse y no se encuentran! Bueh! Por algo estamos aquí no? Enfin...

Linda tu prosa, lindo el mensaje de contemplación de la Naturaleza aún en el medio de una ciudad populosa y llena de autos. Lindo que veas la Luna, yo siempre miro la Luna. Todas las mañanas, al llegar a mi trabajo me tomo unos minutos en la entrada para mirar el Río desde lo alto de las escaleras, y también miro los árboles y el cielo. Ya el verano está pasando aquí y está más fresco a esa hora, pero lo mejor es que está silencioso y hay poca gente. Si alguno de mis alumnos pasa y me ve ahí, pregunta “qué hacés acá Laura?”. No entienden...

La verdad no sé quién sos... A duras penas sé (más o menos y sólo en parte) quién soy yo. Entonces, hablemos genéricamente del “hombre”: Quiénes somos? (evito la primera persona del singular a propósito)

Somos quienes creemos ser? La imagen de lo que nos formamos de nosotros mismos, como vos decís? Tal vez, aunque creo que hay cosas de nosotros mismos que no vemos, por lo tanto, es probable que seamos algo distintos de lo que creemos ser, y que nos descubramos realmente sólo viajando hacia nuestro interior. Eso lleva tiempo, amigo. Probablemente toda la vida. Así que si por ahí va la respuesta, tendremos que tomarnos mucho tiempo, y mientras tanto seguiremos debatiendo al respecto.

Somos nuestros roles? Bueno, tenemos roles, no sé si SOMOS los roles que tenemos. Pero sin duda, esos roles nos alimentan y condimentan.

Somos lo que decimos? Ajá! Esta es buena para pensar... No siempre... Sería bueno que sí, pero no siempre. Hay gente entrenada que sabe mentir muy bien y resulta muy creíble. Y hay gente a la que le gusta escuchar mentiras. Y aún las personas más sinceras pueden usar la palabra para mentirse a sí mismos. Tal vez seamos más lo que callamos que lo que decimos.

Somos las cosas que pensamos? Idem... Aunque el pensamiento tiene el poder de mejorar lo que somos y provocar cambios hacia quién queremos ser. Pero el miedo contribuye en contra.

Somos como nos movemos? Para mí el lenguaje gestual, el físico, los gestos, muestran mucho más quién y cómo somos que las palabras.

Somos lo que los demás ven de nosotros? Somos esa imagen que alguien tiene de nosotros? Bueno, hemos dicho que vemos nuestro reflejo en el otro, así que si eso es cierto, somos diferentes, dependiendo de quién nos vea. 

Conclusión (parcial e inacabada): somos complejos, un combo de cosas hace lo que somos. Somos algo más que solamente nuestros roles, somos algo más que solamente lo que pensamos, somos algo más de lo que creemos y así siguiendo. La cosa está en lograr la mayor integridad entre lo que creemos-pensamos-hacemos-como nos movemos-los roles que ocupamos-lo que los demás ven. Digo, si no hay coherencia entre esos “elementos” (por llamarlos de alguna manera) tanto más confundidos estaremos de “lo que somos” o de “como somos”. Confundiremos al prójimo, también, pero creo que el punto principal es tenerlo claro uno, no? Porque no trasmitiremos confusión si lo tenemos claro...

Ven amigos? De algunas cosas sí podemos estar seguros, no? Habría que iniciar una listita... Tal vez sean más cosas de las que creemos.

mmmm, creo que este es un aporte más a la confusión general. Discúlpenme.

Marzo 29, 2011, 04:21:04 pm
Respuesta #13

Desconectado Francisco de Sales

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Re: Enseñanzas de la Naturaleza
« Respuesta #13 en: Marzo 29, 2011, 04:21:04 pm »
Hola,

El post iniciado por Tuareg es muy intersante para seguir ampliándolo -y espero que siga creciendo aquí- pero la respuesta de María Laura me ha llevado a crear otro post aquí:

http://buscandome.es/compartamos-aqui-nuestras-dudas/

Marzo 29, 2011, 08:21:38 pm
Respuesta #14

Desconectado Tuareg

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Re: Enseñanzas de la Naturaleza
« Respuesta #14 en: Marzo 29, 2011, 08:21:38 pm »
- De ramas y raíces

¿Os habéis fijado que pocas veces caemos en la cuenta que los árboles tienen raíces?.

Vas por una pradera y, en medio de ella, hay una preciosa encina, con unos cuantos años cumplidos. En sus ramas hay varios nidos de pajarillos, alguno aún trinando desde ella, y bajo su impresionante y fresca sombra, se aprecian restos de que sus frutos han servido de comida a otros animales.

En un primer golpe de vista, la estética del paisaje queda comprendida por la pradera, de la que sobresale y destaca la encina.

Pero hay más de lo que ves, y te das cuenta cuando, al acercarte a ella, das un pequeño tropezón con un bulto a ras del suelo, a unos cuantos metros de distancia, y que presenta aspecto como de madera oscura y envejecida. Son sus raíces.

Te sientas bajo su sombra y te paras a pensar que, efectivamente, no habías caído pero es sabido que las raíces forman parte de los árboles, claro. Dicen que suelen tener por debajo de la tierra más o menos la configuración que el árbol manifiesta sobre ella. Así que ya tiene raíces bajo tierra esta encina, piensas.

¿Y qué sentido tienen?. ¿Por qué tienen que estar bajo tierra, sin poder ser apreciadas, recibir el sol o servir de ayuda al resto de la naturaleza del lugar?.

Alimentan a la encina. En la profunda oscuridad. Allí hacen todo lo necesario para que el árbol siga su ciclo, obtenga los nutrientes, el agua,......y no sin dificultades, teniendo que sortear piedras en su camino, aguantar períodos de sequía, pero sobre todo....... oscuridad.

Y al alimentar a la encina, sí que ayudan al entorno. Sólo que desde el profundo anonimato.

Y bien. ¿Podría haber algo en nosotros que tuviera alguna similitud en apariencia poco atractiva y en funciones vitales, que pudiera ser parecido a las raíces de los árboles?.

¿Las dificultades, los tropiezos, las enfermedades y los inconvenientes, tal vez?. ¿Podría ser que de aquellas cosas que no son las que más nos gusta estar rodeado, o al menos de las que pensamos que deberíamos librarnos, podríamos realmente obtener las enseñanzas y los nutrientes que necesitamos?.

A mi modesto entender y entendiendo que puedo estar equivocado, los libros, las teorías y todo lo que supone aprendizaje no basado en la experiencia directa, pudiera compararse a los libros de texto que tenemos en una clase: forman los conceptos que podemos aprender.

Pero donde de verdad tenemos que demostrar si sabemos esos contenidos es superando los oportunos exámenes.

¿Y cuáles son estos exámenes?. A nuestro alrededor, cada día, en cada instante. Unas veces serán nuestros hijos los que nos pongan a prueba la paciencia o el ejemplo; otros serán los jefes del trabajo, "comprobando" si somos honestos, los vecinos si somos hospitalarios prestándoles algo cuando lo necesitan, los pobres que nos piden limosna pondrán a prueba nuestra anónima caridad; las enfermedades que nos exigirán no perder el equilibrio emocional ni el temple, a pesar de tener fiebre,......

Todo ello, bien podría formar un conjunto parecido a las raíces de la encina que había en la pradera.

Piénsalo. Descubre tus raíces en el día a día. Intenta ser sensible al maestro que cada situación te presenta, al exámen que constantemente debes superar y del que obtendrás tus nutrientes. Y después podrás florecer con mucha más alegría que antes.



 

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