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 DESPIERTA - Tony de Mello - 1ª parte



Diciembre 03, 2013, 06:33:22 am
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Desconectado Francisco de Sales

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DESPIERTA - Tony de Mello - 1ª parte
« en: Diciembre 03, 2013, 06:33:22 am »
LA AUTO-OBSERVACION

La única forma en que alguien puede ayudarle es cuestionando sus ideas. Si usted está dispuesto a escuchar, si está dispuesto a ser cuestionado, puede hacer algo, pero nadie puede ayudarle. ¿Qué es lo más importante de todo? Es la autoobservación Nadie puede ayudarle en eso. Nadie puede darle un método. Nadie puede indicarle una técnica. En el momento que usted adquiera una técnica, vuelve a quedar programado. Pero la autoobservación – observarse a sí mismo – es importante. No es lo mismo que estar absorto en sí mismo. Estar absorto  en sí mismo  es estar preocupado por sí mismo, es estar interesado en sí mismo, estar inquieto acerca de sí mismo.  estoy hablando acerca de la autoobservación. ¿Qué es eso? Significa observarlo todo en usted mismo y alrededor de usted tanto como sea posible, y observando como si le estuviera sucediendo a otra persona.

¿Qué significa esa última frase? Significa que no personalice lo que está sucediendo. Significa que mire las cosas como si no tuvieran nada que ver con ellas.

La razón porque usted sufre con su depresión y sus ansiedades es porque se identifica con ellas. Usted dice: “Estoy deprimido”. Pero eso es falso. Usted no está deprimido. Si quiere ser preciso, debería decir: “Ahora estoy experimentando una depresión”. Pero no decir: “Estoy deprimido”. Usted no es su depresión. Eso no es sino un extraño truco de la mente, un extraño tipo de ilusión. Usted se engaña a sí mismo, y piensa – aunque no tiene consciencia de ello – que usted es su depresión, que usted es su ansiedad, que usted es su alegría o las emociones que tiene. “¡yo soy feliz!” Ciertamente usted no es feliz. La felicidad puede estar en usted ahora mismo, pero espere un poco, y eso cambiará; no durará: nunca dura; cambia continuamente: cambia siempre. Las nubes van y vienen: unas son negras y otras son blancas, unas grandes y otras pequeñas. Si queremos seguir con la analogía, usted sería el cielo, y está observando las nubes. Usted es un observador pasivo, desprendido. Eso es sorprendente, especialmente para  un  occidental.  Usted  no  está  interfiriendo.  No  interfiera.  No “arregle nada”. ¡Observe!

El problema con la gente es que se mantiene ocupada arreglando cosas que ni siquiera comprende. Siempre estamos arreglando cosas, ¿no es así? Nunca caemos en la cuenta que no es necesario arreglar las cosas. Realmente, no lo es. Esta es la gran iluminación. Es necesario comprenderlas. Si usted las comprendiera, ellas cambiarán.

CONSCIENCIA SIN EVALUARLO TODO

¿Usted quiere cambiar el mundo? ¿Qué tal empezar por usted mismo?

¿Qué tal transformarse usted primero? Pero ¿Cómo se logra eso? Por medio   de  la  observación.  Por   medio  de  la  comprensión.   Sin interferencia o juicio de usted. Porque usted no puede comprender lo que juzga.

Cuando  dice  de  alguien: “Es  comunista”,  se  interrumpe  en  ese momento la comprensión. Usted le puso a esa persona un rótulo. “Ella es capitalista”. En ese momento se detiene la comprensión. Le puso un rótulo, y si ese rótulo lleva ecos de aprobación o desaprobación, ¡tanto peor! ¿Cómo va a comprender lo que aprueba, o lo que desaprueba? todo esto que digo suena como a un mundo nuevo, ¿no es así? ningún juicio, ningún comentario, ninguna actitud: simplemente observar, estudiar, mirar, sin el deseo de cambiar lo que es. Porque si usted desea cambiar lo que es por lo que cree que debe ser,  deja de comprender. Un entrenador de perros trata de comprender a un perro de manera que pueda entrenarlo para realizar ciertos trucos. Un científico observa el comportamiento de las hormigas sin ningún otro fin distinto de estudiar las hormigas, de aprender lo más posible sobre ellas.  No  tiene  ningún  otro  propósito.  No  intenta  entrenarlas  o conseguir algo de ellas. Le interesan las hormigas, quiere aprender todo lo que sea posible sobre ellas. Ésa es su actitud. El día que ustedes  logren  una  actitud como  esa,  experimentarán  un  milagro. Cambiarán, sin esfuerzo, correctamente. El cambio ocurrirá, no tendrán que lograrlo. Cuando la vida de la consciencia llegue a la oscuridad de ustedes, desaparecerá todo lo malo. Lo bueno se cultivará. Tienen que experimentar eso ustedes mismos.

Pero para esto se requiere una mente disciplinada. Y cuando digo disciplinada, no me refiero al esfuerzo. Estoy hablando de otra cosa.

¿Alguna vez han estudiado a un atleta? Toda su vida son los deportes, pero qué vida tan disciplinada la que lleva. Y miren un río que se dirige al mar: él crea el cauce que lo contiene. Cuando dentro de uno hay algo que lo mueve en la dirección correcta, crea su propia disciplina. En el momento en que le llega la consciencia. ¡Ah, es maravilloso! Es lo más maravilloso del mundo; lo más importante; lo más maravilloso. No hay nada más importante en el mundo que despertar ¡Nada! Y, por supuesto, a su manera también es una disciplina.

No hay nada más maravilloso que ser consciente. ¿Preferiría usted vivir en la oscuridad? ¿Preferiría actuar y no ser consciente de sus acciones, hablar y no ser consciente de sus palabras? ¿Preferiría oír a la gente y no ser consciente de lo que está oyendo o ver las cosas   y no ser consciente de lo que está viendo? El gran Sócrates dijo: “La vida sin consciencia no merece ser vivida”. Ésa   es una verdad evidente. La mayoría de la gente no vive una vida consciente. Vive una vida mecánica,  pensamientos  mecánicos  -  por  lo  general  ajenos  -, emociones   mecánicas.   ¿Quieren   ver   cuán   mecánico   es   usted realmente? “¡Qué linda camisa tienes!” Usted se siente bien oyendo eso. ¡Por una camisa, santo cielo! Usted se siente orgulloso cuando oye eso. La gente viene a mi centro en la India y dice: “¡Qué lugar tan encantador, qué árboles tan encantadores!” (De los cuales no tengo ninguna responsabilidad), ¡qué clima tan encantador!” Y ya empiezo a sentirme  bien, hasta que me  sorprendo  sintiéndome  bien, y digo: “¿Puede usted imaginarse algo más estúpido que eso?” Yo no soy responsable de esos árboles; no fui responsable de la elección del lugar. No ordené el clima, sencillamente sucedió. Pero el “mi” se metió allí, de modo me siento bien. Me siento bien sobre “mi” cultura y “mi” nación ¿Cuán estúpido puede ser uno? Lo digo en serio. Me dicen que por mi gran cultura hindú he producido todos estos místicos. Yo no los produje. Yo no soy responsable de ello. O me dicen: “Ese país suyo y su pobreza – ¡es horrible!” Me avergüenzo. Pero yo no la creé. ¿Qué está pasando? ¿Se detuvo usted alguna vez a pensar? La gente le dice a uno: “Usted es encantador”, y uno se siente maravilloso. Obtiene una caricia positiva (de ahí que a eso lo llamen “yo estoy bien, tú estás bien”). Algún día voy a escribir un libro y el título será Yo soy un estúpido, tú eres un estúpido. Eso es lo más liberador, lo más maravilloso del mundo, cuando usted admite públicamente que es un estúpido.  Es  maravilloso.  Cuando  la  gente  me  dice: “Usted  se equivoca”, yo digo: ¿Qué más se puede esperar de un estúpido?

Desarmados, todos debemos estar desarmados. En la liberación final, yo soy un estúpido. Por lo general, ocurre cuando yo oprimo un botón y usted se siente bien; oprimo otro botón y usted se siente mal. Y a usted le  gusta. ¿Cuántas personas conoce  usted que no se dejan afectar por la alabanza o la crítica? Decimos que eso no es humano. Humano significa que usted es un poquito como un mico, de modo que todos pueden influir en usted, y usted hace lo que debe hacer. Pero, ¿eso es humano? Si les parezco encantador a ustedes, eso quiere decir que  en  este  momento  están  de  buen  humor,  nada  más  también significa que cumplo sus expectativas.

Todos tenemos una lista de expectativas, y es como si usted tuviera que  estar de  acuerdo  con  esa lista: alto,  trigueño,  bien parecido, acorde a MIS gustos. “Me gusta el timbre de su voz”. Usted dice: “Estoy enamorado”. No, usted no está enamorado, no sea estúpido. Cuando está enamorado (vacilo en decirlo) usted es particularmente estúpido. Siéntese y observe lo que le está pasando. Está huyendo de sí mismo. Quiere escapar. Alguien dijo cierta vez: “Gracias a Dios por la realidad y los medios para escapar de ella”. De modo que eso es lo que pasa. Somos muy mecánicos, muy controlados. Escribimos libros sobre el control y lo maravilloso que es ser controlados y sobre lo necesario que es que la gente nos diga que estamos bien. Entonces nos sentimos bien con nosotros mismos. ¡Qué maravilloso es estar en la cárcel! O como alguien me dijo ayer, estar en su jaula. ¿A usted le gusta estar preso? ¿Le gusta que lo controlen? Le diré algo: Si usted se permite sentirse bien cuando la gente le dice que está bien, se está preparando para sentirse mal cuando le digan que no está bien. Mientras viva para cumplir  las  expectativas  de  otras  personas,  es  mejor  que  ponga atención a la ropa que usa, a la manera de peinarse, a si sus zapatos están brillantes; en resumen, que se fije a ver si cumple todas las malditas expectativas de los demás, ¿Usted cree que eso es humano?.

¡Esto es lo que descubrirá cuando se observe a sí mismo! ¡Se horrorizará! La verdad es que usted no está ni bien ni mal. ¡Usted puede estar dentro del actual ambiente o tendencia de moda! ¿Significa eso que está bien? ¿Estar bien depende de eso? ¿Depende de lo que la gente piensa de usted? Según esos criterios, Jesucristo tiene que haber estado muy mal. Usted no está bien ni está mal. Usted es usted. Espero que ése sea el gran descubrimiento, al menos para algunos de ustedes. Si tres o cuatro de ustedes descubren esto durante estos días en  que  estamos juntos ¡Qué cosa tan maravillosa! ¡Extraordinario! Eliminen todo ese cuento de estar bien o no estar bien; eliminen todos los juicios, y, sencillamente, observen, miren. Harán grandes descubrimientos. Esos descubrimientos producirán cambios. No tendrá que hacer el menor esfuerzo, créanme.

Esto me recuerda a un hombre en Londres, después de la guerra. Viaja en un autobús, sentado; tiene encima de las piernas un paquete envuelto en papel de color marrón; es un objeto grande y pesado. El conductor se le acerca y le dice:

-¿Qué es lo que tiene ahí en las piernas?
- Es una bomba que no explotó – le contesta el hombre-

La encontramos en el jardín y la llevo a la estación de policía. El conductor dice:

-  Usted  no  debiera  llevar  eso  en  las  piernas.  Póngala debajo  del asiento.

La psicología y la espiritualidad (como generalmente la entendemos) quitan la bomba de las piernas y la ponen debajo del asiento. No solucionan realmente sus problemas. ¿Alguna vez ha pensado en eso? Usted tenía un gran problema y ahora lo cambia por otro. Siempre será así hasta que solucionemos ese problema llamado “Usted”.

 
Extracto del libro: Despierta de Anthony de Mello

 

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