TODO PUEDE CAMBIAR
Todo puede cambiar cuando se tiene la actitud para ello, un solo gesto puede mover montañas cuando se hace con el corazón y no te pierdes en los valles de la desolación, sino que vas más allá de lo que se puede ver, puede ser diferente cuando tienes claro y priorizas lo que es importante y te olvidas de todos los protocolos para llegar o para quedar bien ante el mundo, pues lo más bello es poder expresarte como eres, con tus más y tus menos, pero siempre mostrando que la sencillez, la humildad y que todo lo bello es lo que tiene que prevalecer y así poder conseguir ese cambio tan necesario, pues el recorrido lo tendrás que hacer con espinas o sin ellas, pero es grande poderlo conseguir con la conciencia tranquila y aportando a tu alrededor lo mejor que llevas dentro.
Todo puede cambiar si giras bien las manillas del reloj y das importancia a todo aquello que te hace ser coherente, que te da motivos para seguir adelante y no tirar la toalla, si giras y no retrocedes buscando nostalgias o mejores tiempos, pues el tiempo es en el que estás, en el que vives, y esa es la realidad que tienes que enfrentar, con grandes ganas, llena de fuerza, coraje y luz, porque será siempre la única forma de poder intentarlo, de poder sembrar lo necesario para que resurjas de lo antiguo, de las creencias, de las no bien llevada intolerancia, no respeto y todo lo que va obstruyendo el camino de la vida, pues cuando giras las manivelas a distinto son de lo que van, siempre pasarás por ser una bicha rara, por una loca sin sentido, por alguien que no serás comprendida, pero tú por dentro crecerás, aprenderás y de cada adversidad harás algo que aporte esa luz tan necesaria para salir a flote en los momentos más difíciles, porque no importan los juicios prematuros, las comparaciones, ni las envidias, ni lo que piensen, lo que sí es importante es que sigas pudiendo mirar de frente y a los ojos de los que te rodean y tú al espejo particular que te irá indicando el camino.
Todo puede cambiar cuando tu actitud es la de querer avanzar, cuando no te dejas llevar por la desolación, ni por la falta de tiempo, ni espacio, cuando vas despacito, poco a poco y no te dejas arrastrar por lo que ni viven ni dejan vivir, cuando aceptas tus responsabilidades y tus equivocaciones, cuando no dejas que tu corazón sangre por cosas banales, solo por las que duelen, por falta de cariño, ternura, comprensión, y aquello que realmente te lleva al dolor de sentir que no hay nada fácil, pero que no estás sola para llevarlo a cabo, que hay personas suficientes que llevan lo mismo, que hacen de todo esto un mundo en el que brilla la tolerancia, la responsabilidad, el respeto, el dialogo, aunque existan los contrarios son los menos, aunque se oyen más sus pasos, pero el tiempo es el que pone a cada ser en su sitio y a todos nos llega el momento de ser personas o no, de dejar huella o solo ser simple viento que llega haciendo daño y se va igual que vino.
Todo puede cambiar si te lo propones de verdad, valorando, trabajando, haciendo que a pesar de lo difícil que está, en vez de pelear por lo que no puedes conseguir pues no está en tus manos, haces lo posible por lo que sí está en tus manos, que es tu día a día y lo que hay a tu alrededor, ayudando, aportando, mostrando que de cosas más dolorosas se sale cuando buscas soluciones, cuando no te apartas de tu rumbo porque otros lo hagan, que siempre hay una solución, que no por mucho decir lo malo que ya se sabe, buscas lo necesario para esas oportunidades, para no sembrar el camino de espinas, y aportando las vías para construir puentes, puertas abiertas y ventanales grandes, para que el sol que sale todos los días pueda brillar aunque las nubes negras acechen en tu camino, pero quieres avanzar y lo haces porque no te cierras a ti misma la posibilidad, pues los seres humanos somos más importante que todo lo material y por eso estamos aquí contándolo.
Todo puede cambiar, o todo puede quedarse como está, pero siempre sabrás que expresando, que dando lo mejor, que de ti depende y de nadie más, porque en la vida es y hay que estar siempre pendiente no de ser el centro del universo, pero sí de estar presente en tu día a día haciéndolo lo mejor que se pueda, porque siempre tienes lo suficiente para ello cuando te conoces, cuando te valoras, cuando no sigues la corriente y crees en lo que existe y en la vida misma y de ello averiguarás todo lo que tienes de especial, toda tu fuerza y tu coraje .
Todo es lo que es y es la realidad la que te lleva a valorar cada día que estás viva, que lo estás contando, que las adversidades vienen, pero que eres capaz de afrontarlas y seguir el sendero por muchas dificultades porque tú eres la protagonista de la realidad que tienes y eso es lo bello y lo grande.
Esther Sánchez Orantos