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 HACIENDO UN RECORRIDO POR LA VIDA



Mayo 18, 2014, 06:31:21 am
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Desconectado Francisco de Sales

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HACIENDO UN RECORRIDO POR LA VIDA
« en: Mayo 18, 2014, 06:31:21 am »
HACIENDO UN RECORRIDO POR LA VIDA


Haciendo un recorrido por la vida te das cuenta de lo que has ido haciendo en tu día a día, te vas cayendo de la impotencia, pues vas apreciando todos los pasos que has ido dando para vencer las adversidades que se han presentado, vas creando en ti una especie de confianza en la que sabes que no hay nada fácil, pero tampoco hay cosa más horrorosa que dejarte vencer por los miedos, por las inseguridades, por no conocerte y saber que lo más importante esta dentro de ti.

Todo es un sendero que empieza de la mano y poco a poco se va soltando, pero que cuando te tienes que enfrentar lo haces, porque no te falta nada más que creer en ti para ello.

Haciendo un recorrido por la vida te vas acercando a tu forma y a tu ser, vas valorando realmente tu antes y tu después, vas haciendo de tu vida algo camaleónico en la que tú vas decidiendo cómo, dónde y por qué , y a pesar de que existen cosas que tienes que hacer por obligación, y tienes que seguir unas normas, tienes la suficiente valentía para mostrar tu luz y hacerlas a tu manera sin romperlas ni hacer daño, sabiendo que todo esto es un gran círculo o son unos grandes eslabones, en los que tu forma de actuar llevarán a unas consecuencias buenas o menos buenas según tú lo vayas construyendo. Todo se convierte en algo real cuando sientes y dejas de ir por el mundo de lo superfluo o de lo sencillo, para evitar esos baches, pues ellos seguirán estando más pronto o más tarde, pero has aprendido a enfrentarte, y aun equivocándote a levantarte cada día y superarte que es lo que cuenta.

Haciendo un recorrido por la vida te das cuenta que hay que sacar el coraje de vivir para no engañarte, para no caer en el derrotismo de los que nunca ven más allá de sus narices, es necesario sacarle porque en el gran laberinto es necesario no caerse antes de tiempo y no invadir tu espíritu de inquietudes absurdas por las comparaciones, por dar importancia a todas esas cosas que solo obstruyen y no regeneran el alma, por perder el tiempo con cosas banales que no conducen más que a degradar todo lo que es bello, pues en la vida tener coraje es ser uno mismo sin perder la constancia, la perseverancia, la valentía de reconocer los errores, de dar gracias y pedir perdón ante lo que has hecho cuando no está bien, tener coraje es lo suficientemente bello para administrar cariño y ternura allá donde estés, sin perder tu forma, tu saber estar, y no solo pensar en lo tuyo como algo que es único, que nadie puede y que te cierra las puertas de conocer, aprender y evolucionar.

Haciendo un recorrido por la vida te das cuenta que no hay tiempo más perdido que aquel que no te ha servido para aprender, para madurar, para crecer, aquel que solo te ha servido para refugiarte en llantos y maldiciones, que no te ayudan a salir adelante sino que te estanca a ti y a los que te rodean, y eso nunca puede ser bueno, porque además seguirás perdiendo ese tiempo que tanto aprecias.

Cuando pierdes algo, sea lo que sea, aprendes a dar sentido, a darle forma a serenar el alma, para que ese tiempo se gane y haya aportado a tu vida algo más que lo que se ve y se siente, ese tiempo no se pierde cuando afrontas, cuando aceptas que todo tiene un principio y un final, que puede ser largo o corto, pero lo grande es que el tiempo que haya durado haya sido digno y lleno de cosas que te han servido a ti para evolucionar y regenerarte por dentro.

Se pierde ese tiempo cuando buscas excusas, culpables, refugios absurdos, cuando en el fondo lo que quieres es destruirte a ti y a los que te rodean porque no valoras la vida en sí, pero la vida es muy sabia y siempre da oportunidades para no olvidarnos que somos seres especiales, que tenemos dones suficientes y que siempre merece la pena estar aquí y contarlo.

Haciendo un recorrido por la vida vas viendo ese rumbo que tanto llevas haciendo, vas pudiendo mirarte en el espejo y cada día existen menos reproches hacia a ti, vas iluminando tu rostro porque tienes la conciencia tranquila y puedes mirar de frente, aunque a veces cueste hacerlo, vas mostrando que no tienes nada que ocultar, que por que otros no sean como deben tú no puedes permitirte ese lujo, que das valor a lo que tienes que darlo y te olvidas de aquello que tanto daño te hace, pero saben actuar si vuelve a pasar, que a veces somos nosotros mismos los que nos cerramos puertas y nos hacemos grandes murallas, pero aun así seguimos estando, seguimos queriendo e intentándolo cada día, nos proponemos las cosas porque siempre tendremos la oportunidad de elegir y no quedarnos estancados en el valle de los resentimientos, que solo llevan a la desesperación. Porque en ese rumbo has elegido tú, y no te has rendido ni has dejado que lo hagan otros por ti, sino que aun equivocándote has continuado sin hacer daño a nadie, y sin tratar de ser lo que no eres.

Haciendo un recorrido por la vida te vas encontrando con personas que están ahí, otras que creíste que estaban y otras que nunca han estado a pesar de su cercanía, pero de todas ellas has aprendido a ser, a luchar, a mejorarte cada día, a darte cuenta que este mundo está lleno de muchas coas bellas por las que merece la pena seguir, que no hay persona mala, sino persona que no ha aprendido a valorarse lo suficiente, que no se ha dado la oportunidad de ser feliz, que es más que estar de juerga, es ser lo que se es y no dejarse arrastrar por lo que no se puede sentir, y así vas haciendo tu sentido, tu manera, tu fuerza y vas buscando a través de todos tu propia forma para poder aportar, dar y ser una persona que merezca la pena.

Haciendo un recorrido por la vida te vas formando, te encaminas hacia aquello que te hace crecer, que te hace sacar tu fuerza y no huir de las circunstancias, que te renueva porque no vas solo obcecada con tu idea, sino que escuchas, miras, observas, y te vas dando esa oportunidad de elegir lo que sí y lo que no, y así siempre podrás tolerar, agradecer, dialogar y respetar en vez de odiar, tener rencor y poner zancadillas por no entender, por querer justificar tus carencias, por no aceptar lo que es tu realidad, pero te formas y tú misma te vas aclarando, habrá días que sean mejores, otros menos, pero día a día es tu presente, es lo que haces, lo que sientes y lo que expresas.

Haciendo un recorrido por la vida vas aprendiendo a expresar, a sentir, a mirar con los ojos del corazón, a no dejarte usar como una marioneta que solo se quiere para una cosa, te vas valorando y vas diciendo “adelante, hoy lo he hecho y eso es lo grandioso”.

Esther Sánchez Orantos


 

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