SENTIBILIDAD
No entre a google a mirar, ni la busque en el diccionario: no existe.
La he inventado yo: SENTIBILIDAD.
Hacía falta crearla, porque en ella está todo esto incluido: sentir, sentimientos, sentidos, sensaciones, sensibilidad…
Hace tiempo que me pasé a la nueva frase: “Siento, luego existo”.
La vida es más vida cuando la llenamos de Sentibilidad.
Cada vez me parece menos importante pensar para demostrar que estoy vivo.
Cada vez me engaña más el pensamiento y menos la Sentibilidad.
Cada vez me importa menos lo que pienso, ya que ni siquiera estoy seguro de ser yo quien piensa, quizás sólo recojo ideas ajenas de personas que no han vivido mi vida ni se han pasado un solo minuto dentro de mi piel, y, en cambio, cuando la Sentibilidad se manifiesta en mí me siento más yo mismo.
Ahora me identifico con los escalofríos que me produce, con las sonrisas que me brotan espontáneamente, con las flores o los paisajes, y, sobre todo, con sentirme a Mí Mismo.
Desde que me entrego a la Sentibilidad me descubro como centro de mi vida, cosa que jamás había experimentado.
Y las cosas adquieren otra intensidad, otro peso, una prestancia que antes no encontré… observo una comunicación con las personas y el entorno distinta.
Mi corazón se manifiesta más a menudo y pone palabras en mi boca que antes me costaba pronunciar, como, por ejemplo, amor.
Y mis brazos se abren con más asiduidad y tienen ganas de acoger todo y a todos.
Les invito a que lo prueben.
Vayan cambiando, poco a poco, pensamiento por Sentibilidad.
Y prepárense para algo extraordinario…