Hola, Berenice.
No tengo claro si es a mí a quien le pregunta usted por el viaje astral.
Por si es así, dejo mi respuesta:
Este asunto es otro de esos que no pertenece al mundo exacto de las matemáticas, y por eso tiene varias interpretaciones.
De hecho, muchas personas dicen que cada noche, cuando nos quedamos dormidos, todos iniciamos un viaje astral, con diferente punto de destino según quien lo cuente.
Tiene bastante lógica. Puede ser creíble.
La parte física -el cuerpo- descansa, y la parte espiritual o divina -el alma- se desplaza a cierto sitio donde "vive" o donde sigue con su evolución.
La otra versión del viaje astral, se refiere al que se realiza tras una relajación, en un posición tumbada preferiblemente, en el que uno "siente" que se separa de su cuerpo físico, se ve "flotando" sobre sí mismo, y comienza a "volar" hacia cierto destino.
A partir de ahí, cada experiencia es distinta.
Por lo que conozco, parece no haber peligro en estos viajes astrales, pero sí garantizo que es mejor no olvidar sentirse unido al cuerpo físico, que se quede conectado mediante lo que se llama "Cordón de plata", o sea que antes de alejarse del cuerpo, comprobar que uno está unido. De ese modo, si se "pierde" siempre puede regresar por el cordón.
Es de color plateado debido a estar compuesto por partículas de todos los colores, que vibran a una frecuencia tan alta que los colores parecen mezclarse hasta producir un color único, de tono plateado.
Es extensible e infinito, porque la intención es que el cuerpo astral pueda moverse por el plano astral sin limitaciones.
Respondiendo concretamente a la pregunta de usted, la respuesta es afirmativa. Sí, he realizado este tipo de "viajes" y son instructivos y enriquecedores.
Recomiendo, eso sí, no empezar "por las buenas" y hacerlo tras informarse todo lo posible, y mejor si es con alguien experimentado.
Saludos,