NO SE QUIÉN SOY
Enhorabuena si algo en ti siente “Ya no sé quién soy”, porque esto significaría que has dejado de buscar tu identidad en el pensamiento, de buscar definiciones conceptuales que den un sentido de tu “yo”
La mayoría de las personas nos identificamos con la voz en nuestra cabeza, con ese torrente de pensamientos involuntarios y compulsivos y con las emociones que los acompañan y manejan nuestra vida. Podríamos decir que estamos poseídos por nuestra mente, es decir por nuestro ego.
Todos los humanos tenemos un ego, que nace cuando me identifico con las cosas, los conceptos, ideas, creencias, pensamientos. Cuando los hago “míos”, entonces yo soy, gracias a ellos.
Pero ¿yo soy eso en realidad? ¿Si no los tuviera dejaría de ser?
Por supuesto que no.
Para definir lo que nos rodea y a nosotros mismos usamos conceptos o etiquetas mentales y si contestara la mente, diría: “soy mujer, estoy casada, soy enfermera, vivo en Madrid…”
Pero en realidad yo no soy eso, esas definiciones sobre mí, son mi envoltura, digamos.
Esto es lo que Echkart Tolle llama “la identificación con la forma”. Me identifico con mi profesión, mi posición social, mis creencias, mi imagen. Cuando en realidad, esto es lo que soy temporalmente en el mundo de las formas
Lo que soy en realidad, está más allá, en un lugar más profundo, donde vive mi ser, mi conciencia. “Somos la conciencia sin forma que hay más allá de todo eso, somos aquello que no podemos definir con palabras”, dice Echkart.
Por eso cuando reconocemos no saber quiénes somos, estamos más cerca que nunca de saber quiénes somos. Sencillamente estamos abandonando el hábito de definirnos a través de lo que hacemos, lo que tenemos, lo que hemos conseguido o hemos perdido
SOMOS CONCIENCIA
Si decidimos emprender un viaje, el mapa serían los pensamientos y las vivencias, lo que sentimos y experimentamos sería la conciencia. La conciencia solo se puede dar en el momento presente, es decir cuando atrapo esa emoción o me hago consciente de lo que estoy viviendo en este mismo instante. Como a la mente le encanta estar siempre en el pasado y en el futuro y es enemiga del momento presente, casi nunca vivimos con conciencia.
“Es el espacio donde la vida ocurre, no las cosas que ocurren.”
La conciencia es el espacio que hay entre dos pensamientos. Es donde viven las experiencias, los sentidos, las percepciones, las intuiciones. Es sentir la vida que existe dentro de “las formas”, dentro del árbol, de mi cuerpo. Sentir mi respiración, la energía que corre a través de mí. Es vivir desde lo que siento en vez de vivir desde lo que pienso.
Como dice Tolle: “Un exceso de identificación con la mente, supone un obstáculo que nos impide conectar con nuestro estado natural de la vida y el ser. Con el sentido de conexión, de unidad con el todo, con la naturaleza y la vida en su conjunto”.
En este espacio reside la paz, la alegría, la felicidad. La creatividad, el amor y la compasión son sus ejes
EL NÚCLEO DEL EGO
Como creo que el pensador soy yo, hay un sentido del yo en cada pensamiento. Es decir que yo existo porque tengo recuerdos, una historia personal que me recuerda mis éxitos o desdichas, porque tengo opiniones y puntos de vista, un rol en la sociedad, unas posesiones, que me aportan un sentido de quien soy. Pero como todas las formas son efímeras, ¡sino que se lo digan a mi cuerpo que está cambiando cada día! Por eso el ego siempre está luchando por la supervivencia, siempre buscando protegerse, defenderse, parecer más y en definitiva no morir.
El ego vive en un constante enfrentamiento con los demás. Vive en la guerra, en la oposición.
¿Nos suena esto a algo? ¿Quizá a las naciones y sus guerras? Y a nosotros mismos
SUPERVIVENCIA DEL EGO
Así que como el ego utiliza sus propios mecanismos para sobrevivir y se nutre energéticamente de ellos, se encarga de que estén activados siempre que vea que lo necesita.
QUEJAS
La queja es una interpretación que nuestra mente hace y que nos creemos por completo, sobre los demás. Criticamos, juzgamos, insultamos y gritamos. En ese momento vivimos en la inconsciencia porque nos creemos lo que pensamos y en la necesidad de defenderlo a toda costa. Mientras crítico me siento superior al otro y me permite sentir aunque solo sea por un momento que soy más. Mi mente repite “esto no debería estar pasando”, “esto es indignante”, “No pienso consentirlo”…
RESENTIMIENTO
Es la emoción que acompaña a la queja y al mecanismo de etiquetar mentalmente a la gente. Y esto le añade aun más energía al ego. Sentirse indignado, amargado, agraviado, ofendido, con ira y rencor, son las estrategias del ego. Y así convierto en mi identidad la inconsciencia de los demás y me afecta la codicia, la deshonestidad, la falta de amor y de atención, de los demás. Y solo consigo vivir en un eterno resentimiento por lo que me han hecho, o no me han hecho, lo que me han dicho, o no me han dicho, por lo que deberían o no deberían haber hecho. Y así pongo mi bienestar y felicidad en manos de los demás
VER ENEMIGOS
Como el ego siempre está a la defensiva, a veces ve enemigos donde no los hay y la culpa que percibimos en otros, ni siquiera existe. A veces se trata de un malentendido, de una interpretación de los hechos desde mi punto de vista y de una proyección de mi mente para ver enemigos.
Otras veces puede que la culpa exista, pero al centrarme solo en ella, la magnifico y eso contra lo que reacciono toma más fuerza en mi mismo
PAZ O DRAMA
El ego se alimenta del drama, del lío y si puede implicar a otros para que no estén en paz, mejor. ¿Cómo estar en paz ahora? El ego está resentido con la realidad, con lo que es, con lo que hay en este momento.
Pregúntate ¿vivo en la paz o en el drama? Si el drama se apodera de tu vida, hazte consciente de qué temas son los que se repiten para saber más sobre ti mismo o consulta a quien pueda darte una visión más imparcial.
Lo cierto es que siempre podemos elegir entre la paz o el drama en nuestra vida, incluso cuando no nos tratan bien.
Cuenta Echkart que un día llegó a su casa un fontanero muy desagradable y mal educado incluso, que le hablaba mal cuando le preguntaba. Como bien sabemos lo normal para nuestra mente habría sido contestarle igual, pero él le contestaba muy tranquilo, afectuoso y con cariño, como si no se diera cuenta de su agresividad. Poco a poco el señor se fue relajando hasta que al final cambió totalmente su actitud por otra mucho más cordial y relajada. Probablemente hacía mucho tiempo que su ego no le permitía dejar de defenderse y sentir paz.
PAPELES DEL EGO
¿Cuándo me siento superior o inferior a otros? ¿Cambio mi forma de hablar según con quien me relacione?
Como el ego necesita energía para sobrevivir buscará la atención de los demás de cualquier forma, por lo que inventa constantemente nuevos roles desde donde actuar
EL EGO POSITIVO
Necesita atención y la consigue siendo buena persona, aplicado, de personalidad abierta y exitosa. De esta forma logrará felicitaciones y reconocimiento. Lo que esconde este tipo de ego es un miedo oculto a ser inferior.
EL EGO NEGATIVO
Como también necesita atención la conseguirá aunque sea desde la timidez o en su lado más extremo portándose mal, desarrollando una personalidad desadaptada o incluso criminal. ¡Aunque sea por algo malo, se fijarán en mi!, piensa. Las mujeres maltratadas también funcionan con este tipo de ego, que permite los malos tratos desde una distorsionada necesidad de ser queridas, aunque sea desde el dolor.
EL EGO VÍCTIMA
Cuando las cosas nos van mal, estamos enfermos, nos pasan cosas malas, mi ego podría instalarse en el papel de víctima y recibir la atención que quizá de otra forma no conseguiría. “Pobre de mí…”
Hay que estar muy atentos para no crear este tipo de experiencias en nuestra vida que supondrían un precio muy alto al hecho de recibir atención
EL EGO DE LOS ENAMORADOS
Al principio los enamorados esconden su ego, pero después… suele reaparecer y culpar a la pareja, por no ser capaz de eliminar el miedo y la sensación de carencia
EL EGO DE LOS PADRES
El papel de madre o padre es necesario por supuesto, pero cuando nos apegamos a él y no podemos abandonarlo en su debido momento, todos sufriremos. Nuestros hijos porque no se sentirán aceptados y nosotros por no aceptar la nueva realidad
RELACIONES HUMANAS
Ya que nuestro ego nos maneja sin darnos cuenta a todos, en realidad las relaciones que mantenemos con los demás, en muchas ocasiones se dan de ego a ego. Desde mi imagen y etiqueta mental de mi mismo, me relaciono con la imagen y etiqueta mental del otro. Esta forma de relacionarnos nos resulta poco auténtica y deshumanizada porque no nos relacionamos desde el ser humano que soy.
Gasto mucha energía en mantener esta imagen y esto agota y me desconecta de la alegría, plenitud y corazón en lo que hago. Así la realidad y las relaciones comienzan a ser cada vez más monótonas, faltas de brillo y autenticidad y algunas incluso movidas por el interés personal y económico. Pierden fuerza, luz, intensidad y no nos llenan. Y volvemos a casa después de un día rodeados de gente, sintiéndonos más solos que cuando salimos.
Las relaciones de ayuda, en cambio son las únicas que parecen llenarnos plenamente, ya sea a nivel familiar, de amigos o incluso a nivel profesional a través de Ong´s, porque al dar, me olvido de mi imagen y me relaciono desde el ser, con el ser de la otra persona.
¿COMO SUPERAR EL EGO?
• Desarrolla el hábito de la observación de tus pensamientos y sentimientos para saber cómo reaccionas en cada momento. Aunque a veces, no puedas parar el torrente de emociones o palabras, en el momento que ocurren, ya hay una parte consciente en ti, que sabe que está ocurriendo
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• La meditación y tomar conciencia del momento presente entrando en las sensaciones de tu cuerpo
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• Percibe cuando los demás hablan desde su ego, criticando o provocándote para que te enganches. Si te haces consciente de ello, ya no tienes por qué reaccionar a su inconsciencia, desde tu inconsciencia
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• Sé sincero contigo mismo y trata de reconocer cómo muchas cosas que no soportas en los demás también son tuyas. Por ejemplo intenta hacerlo con tus padres
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• Cuando te descubras defendiendo alguna opinión con demasiado ímpetu, toma distancia de lo que piensas porque probablemente es ego
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• Surgirá en ti, la compasión por los demás y por ti mismo cuando reconozcas que todos sufrimos la misma enfermedad de identificación
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• El perdón surge de forma natural cuando descubres que no tiene sentido, esta guerra, oposición o conflicto. Que no merece la pena perder a alguien, para que tu ego, sobreviva
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• No resistirnos a lo que es, lo que sucede en nuestras vidas. Vivirlo desde la aceptación del momento presente
SINTOMATOLOGIA DEL EGO
• Infelicidad de fondo
• Insatisfacción y vacío
• Querer tener razón siempre
• Reaccionar sin pensar
• Negatividad
• Sensación de estar enfado sin motivo
• Rabia, resentimiento
• Irritación, impaciencia, nerviosismo
• Hartazgo, descontento
• Pensar o proyectarme siempre en el futuro
• Sentimiento de separación de los demás, del mundo
• Mentir para parecer más importante o especial
• Me tomo las cosas de forma personal
• Siempre estoy ofendido
• No estar a gusto en ninguna situación
RESPONSABILIZATE DE LO QUE SIENTES
¿Hay negatividad en mí en este momento? Y después ponte alerta y observa lo que sientes.
Acepta la responsabilidad de tu propio estado interior en cualquier momento dado.
Vivir conscientemente implica una responsabilidad con lo que pensamos, sentimos y emitimos.
Localiza la infelicidad de fondo en cualquiera de sus formas.
Gema Ruiz
Es periodista, psicoterapeuta y consultora de evolución personal.
Está especializada en procesos de cambio, crisis y enfermedad