Siempre he sabido, que la indecisión no lleva a nada bueno.
Siempre me lo han dicho, siempre hemos escuchado, que debemos ser decididos en la vida, que tomar decisiones es lo que marca nuestro rumbo, nuestro destino.
Pero nunca se nos menciona como realmente hacer para ser decidido.
Ser indeciso, es algo que muchas personas llevamos inherentemente a nuestra naturaleza humana, pero es algo que puede cambiar.
Y ya se, que este es posiblemente un tema del cual no se pueda hablar lo suficiente en un solo artículo, sin embargo, trataré de identificar las causas de la indecisión, sus consecuencias, y una buena manera de evitar salir perdiendo con ser indeciso.
¿Qué Causa La Indecisión?
Muchas veces nos preocupamos por que somos indecisos, queremos ser determinados, decididos en nuestras vidas, pero jamás indagamos en las posibles causas de que estemos siendo indecisos.
Vamos a ver qué factores podrían causar un ciclo de indecisión en determinada situación.
Cuando somos indecisos, o en otras palabras, cuando no sabemos qué decisión tomar, es porque nos encontramos ante un problema frustrante.
Significa que si tenemos múltiples alternativas a tomar, que todas son difíciles, que si tomamos una y desechamos otra, alguien puede salir lastimado emocionalmente, incluso nosotros mismos, o que simplemente, no queremos dejar de lado los beneficios de todas las opciones, porque se ven interesantes al tiempo.
Sea cual sea el motivo, lo que sí es cierto es que tenemos alternativas, tenemos decisiones para escoger, y gran parte del tiempo, contamos con opciones adicionales que no se ven a simple vista, como veremos más adelante.
Lo importante por ahora, es detectar qué es lo que está causando la indecisión… ¿Es el miedo a perder algo o alguien?, ¿Es el miedo a no ganarlo u obtenerlo todo? ¿Es el miedo en todo caso?
Constantemente repito:
Nunca tomes una decisión basada en el miedo.
Si tienes miedo, y ese miedo te trata de forzar a tomar una de las decisiones, esa debería ser una buena indicación de que las cosas no van como deberían.
Debes recapacitar, recuerda que tú tienes el mando de tu vida, y lo que vivas dentro de 20 años, será el resultado de las decisiones que tomes de ahora en adelante, unido con todas aquellas decisiones que ya tomaste en algún momento de tu vida.
Y algo que si te puedo garantizar sin importar la vida que vidas, la situación en la que te encuentres y el problema que tengas… es que en algún momento te verás obligado a tomar una decisión, y a irte por uno de los caminos posibles.
Las Consecuencias De No Tomar Una Decisión
Conforme dejes pasar mucho más tiempo sin tomar tu decisión, será peor.
Y puede llegar a pasarte que no tomes decisión alguna, puede que sigas procrastinando y perdiendo motivación cada vez más. Esto solo puede desembocar en un problema cíclico que inconscientemente irás reforzando con problemas que no tienen nada que ver y que posiblemente se encuentren activos en otras áreas de tu vida.
A esto se le llama intersección problemática.
Y cuando pasa, parece que nuestro mundo se fuera a derrumbar, todo por no haber tomado una decisión a tiempo.
Todo por seguir a nuestros miedos, todo por no pensar con cabeza fría realmente, qué es lo mejor para nosotros en ese caso.
A veces dejamos cegar por el momento, la situación y nuestra perspectiva centrada sobre el problema. Muchas veces ni siquiera nos preguntamos cómo los demás resolverían un problema como el nuestro.
Nunca nos preguntamos qué haría un experto, que haría un millonario, que haría un gato, que haría un árbol en tal situación.
En ocasiones, la solución consiste simplemente en pensar de manera alternativa. En buscar de forma lateral, una nueva manera de plantear el problema, con el objetivo de que las soluciones se noten mucho más sencillas.
El problema que tenemos con la indecisión, es que muchas veces vemos como si el problema no fuera nuestro por completo, sino que fuera afectado por factores o personas externas. La verdad, es que nunca es así. Nuestros problemas son nuestros. Nadie los causó más que nosotros mismos. Nadie los va a solucionar más que nosotros mismos. Y esto ocurre desde que tomamos conciencia de nuestra vida.
Y cuando vamos perdiendo un poco de apoyo por parte de nuestra familia o amigos, es cuando nos damos cuenta de que efectivamente somos nosotros los responsables.
Si existe una persona insoportable en tu vida, la culpa no es de esa persona, la culpa fue tuya por haber hecho lo necesario para estar cerca de esa persona, haber tomado decisiones que finalmente la acercase, o la enrutase hacia tu vida.
El problema no es del jefe por haberte expulsado de la empresa, o por no haberte seleccionado luego de la entrevista del trabajo, el problema es tuyo por no haberte preparado lo suficiente, o por no contar con las características y el valor suficiente como para ser valorado por el jefe.
El problema no te está ocurriendo a ti. El problema Tú lo estás creando.
¿Cómo Tomar Una Buena Decisión Entonces?
Cuando piensas en términos binarios, es decir en términos de decidir la opción A o la opción B, ambas opciones no te gustan, y ambas no son realmente lo que quieres, te estás limitando y estás dejando que diferentes y mejores posibilidades lleguen a tu vida, por el simple hecho de pensar que no existen realmente mejores alternativas.
Lo que ocurre es que te vuelves cíclico, simplemente miras una opción tras otra, y luego otra y otra, hasta que te das cuenta que estás dando vueltas en círculos.
La clave para solucionar tu problema satisfactoriamente, es saber, que ninguna de estas opciones es la que realmente quieres. Y la decisión inicial que debes tomar es: Desecharlas todas.
Pero creemos que no podemos hacerlo, porque en tal caso estaríamos perdiendo “todas” las opciones que tenemos disponibles. Y por supuesto, esto simplemente no es cierto.
Debes tener en cuenta que tener un problema sin saber cuál es la solución está bien, simplemente deja al problema ser tu problema, y enfócate en encontrar una solución, diferente a las que tienes actualmente, una solución alternativa.
Y una Solución Alternativa, es una que posiblemente no se base en tu criterio, es una que posiblemente ni se te ocurra en este momento. Está fuera de tu consciencia, está fuera de tu pensamiento racional. Lo que hay que hacer es traerlas a tu mente consciente.
Realmente no identificamos o encontramos soluciones alternativas, lo que ocurre es que las creamos.
Debes abrir tu mente a nuevas posibilidades.
Los computadores deben pensar en términos binarios, los seres humanos no.
Piensa en cómo verías este problema hace 5 años, o 5 años a partir de ahora… muchas veces nuestros problemas parecen enormes desde nuestro punto de vista actual, pero parecen tan simples si los miramos desde diferentes perspectivas.
Finalmente, acepta el problema.
Cuántas veces en nuestra vida tenemos grandes problemas que ni siquiera aceptamos que existen. Los negamos, o nos resistimos a creer que existen.
Aceptándolos, no solo intelectual sino emocionalmente, dejar de sentirse mal por ellos y aceptar que serán experiencias muy enriquecedoras que nos convertirán en mejores personas una vez los hayamos superado.
Acepta que es tu problema y que debes solucionarlo como sea.
Ejemplos de Pensamiento Alternativo
A continuación quisiera proponer algunos ejemplos en los cuales la solución parece imposible desde un punto de vista binario, pero como veremos en la respuesta, lo único que se necesita es pensar de manera lateral al problema.
Problema 1
Hay tres interruptores afuera de un cuarto que está cerrado con llave. Adentro del cuarto hay tres lámparas. Usted puede encender y apagar los interruptores cuantas veces quiera, siempre y cuando la puerta del cuarto permanezca cerrada. Entonces, usted debe entrar una sola vez al cuarto y determinar cual interruptor le corresponde a cada lámpara.
Problema 2
La abuela estaba desayunando y en un descuido los anteojos se le cayeron en la taza de café, sin embargo los anteojos no se mojaron ni un poquito. ¿Cómo es posible que no se hayan mojado?
Problema 3
Un joven por salir de prisa a encontrarse con sus amigos dejó olvidada la licencia de conducir. Una vez en la calle no se detuvo en la luz roja y siguió por una vía de sentido contrario. Todo esto fue observado por un policía de tránsito quien no hizo el menor intento para impedírselo o para citarlo. ¿Por qué?
Si los vemos desde nuestro punto de vista, posiblemente no exista una solución directa, o natural, o binaria como normalmente la habría para problemas de dicha naturaleza.
Pero como veremos a continuación, las soluciones parecen ser triviales luego de ser analizadas, y nos damos cuenta de que para ver la solución al problema, no hace falta nada más que cambiar nuestras perspectivas:
Solución 1
Encienda el primer interruptor por solo un minuto y entonces apáguelo. Después encienda el segundo y déjelo encendido. Luego, entre en el cuarto y toque las 2 bombillas (focos) que están apagadas. La bombilla que está calientita es encendida por el primer interruptor. La bombilla que está encendida es la que está conectada al segundo interruptor y la otra es la que está conectada al tercer interruptor.
Solución 2
Café no significa solo café líquido. Los anteojos no se mojaron porque cayeron en una taza de café en grano.
Solución 3
El joven no iba manejando, iba caminando.
Conclusión
Cuando tengas un problema frustrante, cuando te encuentres ante un dilema o polilema de naturaleza compleja, deja de pensar como normalmente lo haces para solucionar problemas típicos, cuando todas las soluciones parezcan inútiles o dificultosas, no tomes ninguna y replantea tu problema, analízalo de forma diferente y piensa como harías para solucionarlo si fueras otra persona, si tuvieras más o menos edad, o si estuvieras en una situación diferente.
Esto te puede ayudar mucho con tu indecisión.
Finalmente, recuerda que las consecuencias de no tomar una decisión en todo caso, son fatales y muchas veces agrandan los problemas en nuestra vida, y los intersectan por si fuera poco.
Creo que ahora habiendo aclarado esto, tienes un punto más a tu favor para levantarte de tu silla y decir… Ya Sé Qué Decisión Tomaré.
(Juan Sebastián Celis)