Qué bendición es saber que mi vida es siempre cambiante, dinámica y que está llena de posibilidades. Soy libre para elegir mi camino, consciente de que creceré espiritualmente hacia toda Verdad.
Así como una planta puede brotar a través de las rocas o el pavimento, la fuerza de vida en mí es fuerte y sin ataduras. Soy un ser que busca la libertad y supero cualquier percepción de limitación. Una planta crece según busca la luz del sol. Yo también crezco cuando busco el bien en todo y en todas las personas. Ser libre es mi herencia divina. Soy libre e ilimitado, creciendo día a día para llevar a cabo mi potencial más elevado.
(Carmen María)