EL PERDÓN

[Francisco de Sales]

Perdonarte a ti mismo es aceptar con humildad tu condición humana, es reconocer que no eres perfecto. Este es el primer peldaño en el camino a ser mejores personas. El perdón es un acto de humildad en donde depositas la confianza en Dios como apoyo y fortaleza en tu vida. Libérate hoy, perdónate tú lo errada que hayas podido realizar.

Cuando perdonas a otros te liberas de cadenas que te llenan de amargura, resentimiento y sana tu corazón y abres un camino nuevo en busca de la paz y la felicidad. Se libre perdonando, recuerda que somos seres humano y que en el uso del libre albedrío se pueden cometer injusticias; sabes cuándo perdonas y olvidas posees una gran libertad.

Solo los que son valientes tienen el coraje de perdonar, solo los sabios saben perdonar, solo quien tiene amor en su corazón elije el perdón. Tú elijes si deseas permanecer esclavizado del rencor, preso de la amargura o puedes encontrar la felicidad, perdona hoy a los que te han lastimado, tú no tienes la culpa. Hazlo y serás libre de grilletes que te han mantenido atrapado en el dolor, en la rabia y el resentimiento.

Trabaja un poco más hondo y perdona a Dios, aunque él no es culpable absolutamente de nada muchas veces lo culpamos de nuestra situación, pensamos que no nos escucha, que no está presente, creemos que nos ha fallado.

Y por último busca el perdón de Dios, Dios es amor, es su naturaleza. Dios te quiere en paz y feliz. El te ha amado aún antes de existir. Dios perdona donde hay arrepentimiento verdadero. Dios nos ama tanto que nos envió a su hijo para redimirnos. Cristo vino al mundo con la misión de amor "El Perdón” y bien lo expresa antes de expirar:” Padre perdónalos porque no saben lo que hacen”.

Gracias Padre por perdonarme y aceptarme a pesar de mis fallas.

(Melly Caldera)

[flor del desierto]

Que difícil es aceptar con humildad que no somos perfectos, cuando hemos aprendido desde pequeños a ver la perfección como una virtud  y en esa medida tambien exigimos a los demás lo mismo, sin pensar, que todos tenemos de lo mejor y de lo peor dentro de nosotros. Lo cierto es que cuando empezamos a soltar la rienda de nuestro "ser perfecto" para darnos la libertad de ser humanos sin más, aligeramos el viaje, nos liberamos y liberamos a quienes nos rodean de ese yugo.
Lo primero y básico a trabajar: la humildad, aquel que es humilde sabe que no es perfecto y que lo "no perfecto" se equivoca y aunque suene paradójico, aquel que se equivoca muchas veces es cada vez más sabio. Aprender a aceptar que somos vulnerables a cometer equivocaciones nos hace vernos y ver a los demás como simples mortales y en esa misma medida podremos perdonar y perdonarnos, liberando esa energía retenida en el odio y los resentimientos.

[luz]

Hola, flor del desierto.

Me gusta tu reflexión.
Me hace pensar.

Me parece interesante cómo relacionas el perdón con la humildad, y me parece muy cierto.

Gracias,

[Tuareg]

La humildad es una amenaza al ego, algo que está más presente en nosotros, nuestros pensamientos y aspiraciones, de lo que nos gustaría admitir.

Pero incluso el ego puede presentarte la sensación de que eres humilde, si percibe que es un valor bueno y deseable, como lo es; o un ideal a alcanzar, si ello le puede engrandecer. En la medida que puedas decir que eres humilde,.... se puede estar en peligro. Y ello porque es la mente la que se atreve a definirlo, residencia del ego. Así que estoy completamente de acuerdo con flor del desierto en todo lo que piesa sobre la humildad, sólo que quería apuntar, como apunte extra que percibo sobre ésto, que hay que tener mucha precaución con "definirnos" humildes. Una cosa es el concepto y otra el cómo reacciona nuestro espíritu ante situaciones en que, sin darnos cuenta, lo hace con humildad.

Por otra parte, añadiría, en base a mi pequeña y modesta experiencia, que el perdón se produce de modo automático cuando comprendes qué ha producido lo que habría que perdonar.

Y la comprensión la aumenta el amor. Si amas comprendes. Si comprendes, perdonas. Y si perdonas, realmente olvidas, no te queda nada en el "debe".

Muy interesante y enriquecedor este tema 

[flor del desierto]

Hola a todos, me gusta que reflexionemos juntos sobre temas que nos interesan y enriquecen nuestro espíritu.
A luz. Antonio, tuareg, y a otros tantos que no se atreven a hacerlo, que seguro seguiremos compartiendo ¡¡ un abrazo

[mluhrig]

Amigos, el perdón...

Ante todo, bienvenida Luz del desierto, qué bueno que estés acá.

Muchas veces nos es difícil perdonar, no? Qué difícil que es! Pero he descubierto que a quien más nos cuesta perdonar es a nosotros mismos. Ya hemos hablado del reflejo. Creo que nos es difícil perdonarnos a nosotros mismos. Por eso nos cuesta perdonar al otro. Porque hay quien hace... y quien deja hacer. Es cierto que uno confía y a veces es desilusionado, pero eso es porque hemos tenido expectativas. Sin expectativas, sin esperar nada, sólo haciendo por el mero hecho del hacer en sí mismo, sólo por el gusto o la satisfacción de dar, no tendríamos que perdonar al otro y no tendríamos nada que perdonarnos.

Creo que bajo diferentes títulos estamos tratando más o menos los mismos temas, sólo que vistos desde diferentes puntos de vista. Y ahora se me ocurre que todos los temas están relacionados. Estamos barajando todo el tiempo cualidades, todas ellas relacionadas, que tienen que ver con ser mejores personas, seres más conscientes, más sanos y también más felices interiormente, con menos “deudas”, digamos... Hablo de deudas con nosotros mismos.

Trabajar el perdón es algo en lo que tenemos que ocuparnos. Conscientemente. No sé Tuareg si es tan automático comprender = perdonar. Para mí, comprender es comprender, es un primer paso, adquirir conciencia. Tranquiliza, explica, parte en pedacitos, fracciona y clasifica, analiza (otra vez yo con el “pensar”!), ayuda. Pero el perdón tiene más que ver con el “sentir”, es otro paso para mí. Creo que comprender nos acerca al perdón, pero no lo veo como “automático”. Sin duda es necesario como primer paso. El perdón sale del corazón, de adentro, y a veces demora un tiempo largo, siempre necesario. No sé si tiene que ver con la humildad, aunque tal vez ésta sea una posición que también ayude.

Escribí esto más o menos de un tirón y puedo resultar contradictoria con lo que opino sobre el dar. Somos humanos amigos....