BIENAVENTURADOS quienes tienen la sabiduría de entregar a Dios sólo una de las riendas de su vida y saben que son responsables de la otra, y la usan con prudencia y amor, con cuidado y atención, y son capaces de dar gracias a Dios, cuando corresponde, y a sí mismos cuando son merecidas.
Ellos habrán comprendido.
BIENAVENTURADOS quienes en su relación con Dios saben aceptar la distancia que no les separa, y el puesto que ocupan cada uno, y al mismo tiempo comprenden que ambos son lo mismo, inseparables e inevitablemente unidos.
Ellos vivirán en paz.
BIENAVENTURADOS quienes saben que cuando buscan el silencio y rezan a Dios, en realidad hablan consigo mismos; quienes aceptan el compromiso de ser Dios y ser humanos, y estar en el Cielo Terrenal y en la Tierra al mismo tiempo; quienes tienen la humildad de asumir la divinidad como parte de su totalidad, y la manifiestan, y hacen el milagro de amar, de sonreír y de ser felices.
Ellos sabrán distinguir la luz de la Luz.
BIENAVENTURADOS los que tienen dudas y buscan incansablemente respuestas, porque las hallarán: que afinen el oído del corazón, la sensibilidad de la inteligencia, y el contacto con el alma; que sepan escuchar en los silencios, leer entre líneas, acceder a su propia sabiduría; que quiten el polvo a su capacidad de comprender y aprehender, de intuir y de saber “porque sí”; que sepan ver con otros ojos nuevos, que no tengan miedo a desechar lo inútil, y que no se aferren a las ideas caducas y al pasado infecundo.
Ellos alcanzarán la Gran Comprensión.
BIENAVENTURADOS aquellos que rezan a Dios, le piden cuidado y ayuda, protección y esperanza, y confían plenamente en Él… pero al mismo tiempo hacen algo, se ponen a la tarea, colaboran en su propio Crecimiento Personal, resuelven sus problemas, y siguen dando pasos en su Ccamino.
Ellos llegarán a ser completos.
BIENAVENTURADOS los que comprenden y aceptan que la vida es un continuo resolver cosas y confían en que se irán resolviendo; que la vida es una incertidumbre tras otra, y una escuela de aprendizaje; que es preciso avanzar por el Ccamino para llegar a ver resultados, y comprenden que quienes se quedan quietos sólo llegarán a ver cómo pasa su propio cadáver.
Ellos aprenderán lo que es la vida.