la vida y la muerte o la muerte
El paso del tiempo no me olvida, ni me perdona.
No condona la deuda de muerte que mantengo con él.
Nací a fuerza de ignorancia,
sin saber que la palabra infinito,
y sus consecuencias,
no me eran aplicables.
Nadie me habló de que la vida muere,
nadie me avisó que la vida se anda hacia atrás,
que de la nada se va a la nada,
que todo lo que se aprende después se ha de olvidar.
No supe antes de llegar al mundo
cuál es el precio innegociable de la vida,
ni que uno, poco a poco, se va haciendo de luto,
ni que la vida metamorfosea en muerte.
La vida y la muerte son amantes
que se buscan y se encuentran.
De hecho, algún día se irán juntas
y se olvidarán de lo poco que fui.