9 COMPORTAMIENTOS Y ACTITUDES QUE TE HACEN INFELIZ
Las personas nos provocamos a veces la infelicidad a nosotros mismos al mantener creencias, actitudes o comportamientos que nos perjudican. Estos son algunos de ellos. Si los reconoces en ti y te propones cambiarlos, lograrás sentirte más feliz.
1. Asumir falsas expectativas sobre cómo debes ser. Si miras a tu alrededor y la gente lleva un determinado estilo de vida muy diferente al tuyo, puedes acabar pensando que hay algo malo en el modo en que llevas tu vida y que deberías ser como los demás. Intentar convertir tu vida en lo que la sociedad o tu entrono cercano desee, solo servirá para hacerte infeliz. Construye tu vida en base a tus preferencias, tus valores y tus deseos. Tal vez a la gente a tu alrededor les gusta llevar vidas complicadas y llenas de experiencias mientras que a ti te gusta llevar una vida más sencilla y disfrutar de pequeños placeres. No hay nada malo en eso. Lo importante es que tengas claro lo que de verdad deseas y construyas tu vida en base a ello.
2. Autocharla derrotista. Consiste en decirnos a nosotros mismos frases que nos hacen sentir mal y sabotean nuestras oportunidades de éxito, bajan nuestra autoestima y hacen que nuestro rendimiento disminuya. Son frases como: no puedo, no soy lo bastante bueno, voy a fracasar, seguro que sale mal, siempre tengo mala suerte. Cambia estas frases por otras como: lo importante es intentarlo, puedo hacerlo, no tengo que hacerlo perfecto sino tan solo hacerlo, vale la pena arriesgarse…
3. Compararse con los demás. Una de las mejores recetas para sentirnos mal con nosotros mismos consiste en compararnos con los demás. Siempre hay alguien mejor, alguien más atractivo, alguien con más éxito o con más amigos. Si te compraras con aquellos que tienen más que tú, te sentirás mal. Como mucho, usa las comparaciones para trazarte metas que de verdad deseas o para buscar nuevos caminos. Por ejemplo, puedes ver que una persona tiene un trabajo que te encantaría realizar. En vez de compararte con esa persona y sentirte mal, descubre lo que tienes que hacer para conseguir algo similar y ve a por ello. Por el contrario, si la comparación no te trae nada positivo, imagina que colocas ese pensamiento (el de la comparación) en una hoja de un árbol que luego dejas volar al viento hasta que desaparece. Es un bueno modo de deshacerte de esa tendencia a las comparaciones.
4. No dejar el pasado en su sitio. Usa la técnica que he descrito en el punto anterior para librarte de pensamientos o ideas recurrentes sobre hechos pasados. Es bueno aprender del pasado pero sin quedarnos enganchados en él. No dejes que tu pasado rija tu vida. No dejes que las malas experiencias pasadas moldeen tu vida futura. Si dejas que el pasado ejerza una influencia demasiado grande en ti, tendrás menos control sobre tu vida y tu futuro del que podrías tener. Imagina, por ejemplo, que tiras 5 veces un dado y sale el número 3 en las 5 ocasiones. ¿Qué probabilidades hay de que vuelva a salir otro 3 en la siguiente tirada? La gente cree que la probabilidad es más baja, pero no es cierto. La probabilidad es exactamente la misma en cada tirada, da igual si lo has tirado 2 veces o 20 y da igual el número que haya salido en cada una. Es decir, el pasado no tiene tanto poder como a menudo creemos.
5. Buscar culpables. A menudo, culpamos a los demás de nuestros problemas. Pensamos, por ejemplo, que si nuestros padres hubieran sido mejores, nuestras vidas serían ahora más felices. Culpamos a la falta de oportunidades, a nuestras desventajas socioeconómicas, a la crisis que atraviesa nuestro país o a cualquier otra cosa. Por supuesto, es cierto que todas esas cosas pueden haber influido en nuestras vidas y puede ser cierto que si hubieras tenido unos padres perfectos tal vez habrías sido más feliz o logrado más cosas en la vida. Pero culpar no cambia nada, solo crea resentimiento y amargura y te vuelve débil porque te quita todo el control que puedas tener y te pone en la posición de una víctima indefensa. Si tienes tendencia a buscar culpables, proponte renunciar a ella desde este mismo instante.
6. No ser capaz de perdonar o perdonarte. Tanto los demás como nosotros vamos a cometer errores en más de una ocasión. A veces, es importante saber perdonar o perdonaros para poder seguir adelante y no quedarnos estancados en temas del pasado.
7. Comer comida basura. Según un estudio realizado en España por la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria y la Universidad de Granada, las personas que toman habitualmente comida rápida (hamburguesas, perritos calientes, pizzas y donuts) tienen un 51% más de probabilidades de desarrollar depresión. Además, cuanta más comida rápida comas, mayor es la probabilidad.
8. Dar vueltas mentalmente pensando si has tomado la decisión correcta. Nunca podemos estar del todo seguros de si hemos tomado la decisión correcta. De hecho, probablemente no existan las decisiones correctas porque lo que es una buena decisión hoy, puede dejar de serlo mañana, cuando las circunstancias cambian. Por tanto, una vez tomada la decisión, comprométete con ella, haz lo mejor que puedas con las consecuencias que dicha decisión te traiga, céntrate en lo positivo y en lo bueno que puede aportarte, enseñarte o traer a tu vida.
9. Complicar tu vida innecesariamente. Un modo habitual de complicarnos la vida es la de tener demasiadas cosas entre las que elegir. Por ejemplo, si vas comprar un coche y te propones evaluar todos los modelos que existen en el mercado, puedes acabar estresándote innecesariamente y con una cantidad tan alta de información y de elecciones posibles que no sabes qué hacer. Además, luego puede no satisfacerte del todo tu elección porque después de tanto esfuerzo invertido puedes acabar esperando demasiado. Si te ha gustado el coche de un anuncio y algunos que viste por la calle, echa un vistazo a esos pocos y elige. Hay cosas mejores en las que invertir tu esfuerzo mental. Además, la vida ya se complica sola con frecuencia; no te añadas complicaciones innecesarias, pues hay cosas que no tienen tanta importancia como para tener que dedicarles tanto tiempo y energía.
