DESCUBRE CÓMO ATREVERTE A HACER ALGO QUE TEMES
Por Ana Muñoz
Tal vez deseas hacer algo, como pedir una cita a una persona que te atrae, o tal vez se trata de algo que, aunque no deseas hacer especialmente, sabes que te conviene, como dar esa charla en público por motivos de trabajo que puede ayudarte a conseguir un ascenso.
Desgraciadamente, cosas como estas pueden producirnos temor o ansiedad a veces y no acabamos de atrevernos a hacerlas. Muchas personas optan por rendirse y evitan la situación por completo.
Es decir, optan por no pedirle a la otra persona esa cita y nunca llegan a saber cuál habría sido la respuesta. U optan por dejar de hacer cualquier otra cosa que desearían hacer porque sus miedos son más poderosos que su voluntad.
En otros casos tratan de sacar de su mente el hecho de que dentro de una semana tendrán que dar esa temida charla (o cualquier otra cosa que les produzca temor), esperando idear algo en el último momento que los saque del apuro, hasta que llega el día temido y se encuentran, no solo con que tienen que hacerlo, sino que van a tener que ir sin haberse preparado lo suficiente porque cada vez que lo intentaban sentían una fuerte ansiedad.
Si tu miedo es demasiado intenso y sientes una gran ansiedad tal vez necesites acudir a un psicólogo durante unas cuantas sesiones para que te ayude a afronta esa situación concreta. Si la ansiedad que sientes no es tan intensa, puedes probar a seguir esas indicaciones.
1. Reconoce y acepta tu miedo. Muchas personas saben que sienten miedo pero no acaban de aceptarlo, de modo que evitan la situación poniendo excusas o diciéndose a sí mismos que, en realidad, no desean hacer eso, que no vale la pena, que seguramente saldrá mal, etc.
Es importante ser sincero con uno mismo y reconocer que, efectivamente, no te atreves y tienes miedo pero que deseas hacerlo.
2. Descubre los motivos. ¿Qué temes realmente? ¿Qué cosas malas crees que pueden pasar si lo haces? Si pasa eso que temes ¿hasta qué punto puede hacerte daño o perjudicarte de algún modo? En una escala del 0 al 10, ¿cómo de terrible y de insoportable puede ser si pasa eso que temes? Trata de ser realista al responder a estas preguntas.
3. Crea un plan para llevarlo a cabo. La información que has obtenido en el punto anterior puede ayudarte a crear un plan para llevar a cabo eso que temes. Planea cómo lo vas a hacer y los distintos pasos a seguir.
4. Piensa qué puedes hacer si sucede algo que temes. Por ejemplo, si no te atreves a viajar solo en tu coche porque imaginas un montón de cosas malas que podrían pasarte (como perderte, tener un accidente, etc.) crea un plan de acción para llevar a cabo si sucedieran cada una de esas cosas que temes. Por ejemplo: “Puedo llevar un GPS para no perderme y si, aún así me pierdo, puedo preguntar a alguien o llevar también un mapa o una aplicación de localización en el móvil para que alguien de mi confianza sepa siempre donde estoy…” Como ves por este ejemplo, hay muchas cosas que podrías hacer. Al tenerlas ya pensadas de antemano te será mucho más fácil atreverte porque tendrás la sensación de que puedes controlar los posibles resultados negativos.
Otro ejemplo: si lo que temes es dar una charla en público y descubres que lo que realmente te preocupa es quedarte en blanco, puedes llevar tarjetas con los puntos principales a tratar. Si temes que todos te miren, puedes hacer una presentación con diapositivas, imágenes, vídeos, etc., para que la gente esté más pendiente de la pantalla que de ti. Si temes no expresarte con soltura puedes ensayar con tu familia o amigos…
5. Ensaya en la imaginación. Te servirá para practicar, para mejorar tu plan de acción y para aumentar tu seguridad y confianza en tu capacidad para hacerlo.
6. Piensa que puedes hacerlo también con miedo. E incluso puedes hacerlo perfectamente bien y sin que nadie note que tienes miedo. El miedo o la ansiedad no necesariamente van a impedirte rendir bien. Solo lo harán cuando es tan intenso que te paralice pero realmente puedes llegar rendir bien con altos niveles de ansiedad. Por tanto, no tengas miedo al miedo.
7. Hazlo con mindfulness. Todo lo que hagas con mindfulness será menos estresante y te causará menos ansiedad (o ninguna) porque midnfulness significa centrar tu atención al 100% en lo que haces y olvidarte de ti mismo por completo. Cuando te olvidas de ti dejas de vigilarte y de observarte. Esto significa que dejas de observar tus propios estados internos, como la ansiedad o el miedo y estos dejan de existir. ¿Cómo puede existir para ti algo a lo que no le prestas ninguna atención? ¿Cómo puedes sentir ansiedad, que es un estado interno, cuando tu mente está centrada al 100 % en el exterior? Cuanta más atención le prestas a tu ansiedad, más crece. Cuanta menos atención le presta, más disminuye. Y para dejar de centrar tu atención en una cosa, sencillamente la centras en otra distinta por completo.
En tu mano está elegir hacer algo con mindfulness o hacerlo con miedo. Por ejemplo, si alguien se acerca a ti y lo miras con miedo es porque estás pensando cosas como: “Se va a burlar de mí, se dará cuenta de lo tonto que soy, etc.” Si, en cambio, observas con mindfulness a esa persona, estarás centrando toda tu atención en ella sin juzgar, como un mero observador: la ropa que lleva, el perfume, sus gestos, su tono de voz, si hay cansancio en su mirada, si hay arrogancia en tu tono, si parece molestarte tu presencia… Todo eso lo observas pero no lo juzgas, no haces interpretaciones como “no le gusto porque sabe que soy tonto”, sino que te limitas a observar ese hecho y luego centras tu atención en otra cosa y en otra más. Es decir, controlas tu atención y a través de ella controlas tus emociones, como el miedo o la ansiedad. No trates de controlar tu miedo directamente, porque no lo lograrás. En vez de eso, controla tu atención dirigiéndola hacia dónde tú elijas y hacia el exterior.