APRENDE A DECIR NO
Por Ana Muñoz
¿Te has encontrado alguna vez haciendo algo que no querías hacer por no ser capaz de negarte? ¿Te cuesta trabajo decir no? ¿Tienes problemas para hacer valer tus derechos?
Si has respondido afirmativamente a alguna de estas preguntas, es probable que tengas problemas de asertividad. La asertividad es la habilidad para hacer valer tus propios derechos de un modo adecuado y no agresivo: tu derecho a decir no, a impedir que los demás se aprovechen de ti, a negarte ante una petición injusta o a negarte a hacer algo que no deseas hacer incluso aunque no tengas ninguna excusa para ello, así como expresar tus deseos, opiniones, necesidades y sentimientos, sin ignorar los de los demás.
Los problemas para ser asertivo aparecen a veces cuando temes que la otra persona reaccione mal ante tu negativa. Por ejemplo, podría rechazarte, pensar mal de ti, enfadarse contigo o no volver a hablarte nunca más. Pero lo cierto es que la mayoría de las personas respetan más a aquellos que son asertivos y saben decir no, que a las personas que son fáciles de dominar y que están siempre dispuestas a hacer todo lo que se les pidan que hagan. Saber ser asertivo no solo te ayudará a sentirte mejor contigo mismo y mejorar tu autoestima, sino también a ganarte el respeto de los demás y rodearte de personas más positivas.
Ten en cuenta que la persona que se enfada si no te atienes a sus demandas no está respetando tus propios deseos, está siendo egoísta y está intentando manipularte para lograr sus objetivos. Una persona así probablemente no merece la pena.
CONDUCTAS ASERTIVAS
La asertividad se ve reflejada en una serie de conductas como las siguientes:
• Expresar opiniones, sentimientos, deseos y necesidades.
• Iniciar o terminar conversaciones o cambiar de tema.
• Pedir algo a los demás o pedir un favor.
• Cuestionar normas o tradiciones que consideras injustas o absurdas.
• Decir no, o negarte a hacer algo que te han pedido.
• Hacer que se respeten tus derechos.
• Expresar tus emociones tanto positivas como negativas.
CUÁNDO SER ASERTIVO
A veces, cuando alguien te pide que hagas algo que no deseas hacer, puedes sentir dudas: "¿Debería ceder y hacer esto por esta persona que me importa, o debería negarme?" "¿Estoy siendo egoísta si me niego, o tan solo estoy haciendo valer mis derechos?"
En ocasiones es bueno hacer sacrificios por los demás, y con frecuencia los hacemos de buena gana porque la otra persona nos importa. Cuando es así, no lo sientes realmente como un sacrifico, sino que lo haces fácilmente y no te importa, por ejemplo, dormir tan solo cuatro horas una noche si es por alguien a quien quieres y que lo merece. Por este motivo, tu propia intuición o emociones pueden ser una buena guía a la hora de determinar si deberías negarte o no.
En cambio, a veces, tras hacer ese sacrifico te sientes de un modo muy diferente al descrito anteriormente: te enfadas contigo mismo, te sientes utilizado, te sientes débil. Esas emociones son la mejor guía de autoayuda que puedes tener en estos casos, y si las observas y las tienes en cuenta, tendrás mucho más claro cuándo debes decir no.
También puedes preguntarte hasta qué punto es justa esa petición. Si una persona te pide que dejes de hacer algo que es importante para ti para hacer algo que es importante para esa persona, es muy posible que se trate de una petición injusta, en la que la otra persona antepone sus propias necesidades a las tuyas, como si fueran más importantes. Eso sería aceptable si la otra persona fuera un niño pequeño, pero no si se trata de un adulto. Si alguien te pide que hagas algo que consideras injusto, estás en tu derecho a negarte.
LA COMUNICACIÓN ASERTIVA
Algunas personas tienen problemas para hacer valer sus derechos de un modo asertivo y tienen a reaccionar de formas poco apropiadas que les crean problemas en sus relaciones, así como estrés y malestar. Pero la asertividad es una habilidad que puede aprenderse.
Cuando no eres asertivo, tiendes a responder de dos maneras distintas, que a veces se dan en la misma persona, en diferentes momentos:
1. Sumisión.
Pueden ceder, someterse y no hacer valer sus derechos. En este caso, es posible que luego se sientan dolidas, humilladas, resentidas o débiles. No es raro que recurran a comportamientos agresivos-pasivos. Es decir, comportamientos con los que tratan de vengarse de un modo indirecto. Por ejemplo, aceptan hacer un favor a alguien pero luego lo "olvidan" o hacen "sin querer" algo que perjudica o molesta a la otra persona afirmando después no haberse dado cuenta. Esta es una forma inmadura de afrontar este problema y tiende a crear conflictos en las relaciones o destruirlas.
2. Agresividad. En otros casos, reaccionan de manera agresiva, haciendo valer sus derechos con amenazas, insultos, gritos, desprecio hacia la otra persona, etc., no respetan los derechos de los demás ni tienen en cuenta sus opiniones o sentimientos. Algunas personas recurren generalmente a este modo de comportarse, mientras que en otros casos se trata de personas que tienden a ceder y someterse a los deseos o caprichos de los demás, hasta que no pueden más y entonces estallan con agresividad.
En cualquiera de estos casos, estas personas no han aprendido a comunicarse de manera asertiva y necesitan aprender cómo hacerlo y practicar.
ASERTIVIDAD
La comunicación asertiva implica responder sin agresividad, respetando a la otra persona, al mismo tiempo que te niegas a hacer algo que no deseas hacer o que consideras injusto. No levantas la voz, no muestras ira, y tratas de resolver el conflicto teniendo en cuenta los deseos de ambas partes, buscando compromisos y soluciones, en vez de pretender simplemente salirte con la tuya.
Ser asertivo significa que te respetas a ti mismo y que estás dispuesto a expresarte, a no dejarte avasallar, pedir lo que te corresponde y hacer valer tus derechos. También significa que eres consciente de los derechos de los demás y los respetas. La comunicación asertiva no es ni demasiado agresiva ni demasiado pasiva.
Cuando la otra persona no entra en razones, solo quiere salirse con la suya y no acepta una negativa, la persona asertiva simplemente interrumpe la conversación y se marcha, dejando claro que no está enfadada y que sigue disponible para el otro, pero no va a seguir esa conversación ni se va a dejar convencer para hacer algo que no desea hacer.
La persona asertiva no recurre a la agresividad ni a comportamientos agresivo-pasivos, suele tener confianza en sí misma y una buena autoestima.
TÉCNICAS Y CONSEJOS PARA SER MÁS ASERTIVO
Utiliza frases en primera persona. Es decir, en vez de decir "estás equivocado", di algo como "No estoy de acuerdo en esto". De este modo, estás expresando tu opinión, más que rechazando o despreciando la opinión de la otra persona.
Practica el decir no. Tal vez piensas que para negarte a hacer algo tienes que tener una excusa, de manera que cuando no la tienes, no eres capaz de negarte. Pero esta es una idea falsa que va a hacerte más mal que bien. No necesitas ninguna excusa para negarte. Simplemente puedes negarte a hacer algo porque no deseas hacerlo o no te apetece. Practica cuando surja la ocasión y simplemente di algo como: "no me apetece", "prefiero no hacerlo", "eso no va conmigo", etc.
Cuidado con tu lenguaje corporal. Tu cuerpo dice mucho más que tus palabras. Si tus palabras dicen no pero tu cuerpo muestra una actitud débil y poco convincente, la otra persona seguirá insistiendo hasta que cedas. Por tanto, mantén una postura erguida, mira a los ojos directamente, muestra confianza y serenidad, habla con claridad, sin gritar pero con un tono de voz algo elevado. Practica ante el espejo unas cuantas veces hasta que lo hagas con naturalidad.
Cuidado con tus emociones. Si un tema te irrita demasiado y te entran granas de gritar, llorar o tener cualquier reacción emocional exagerada, cálmate primero antes de hablar, y piensa lo que vas a decir y cómo puedes decirlo de un modo que sea asertivo.