Buscandome

Bienvenido(a), Visitante. Por favor, ingresa o regístrate.

Ingresar con nombre de usuario, contraseña y duración de la sesión

 


Traductor Google

 HAY QUE SABER MENOS Y SENTIR MÁS



Diciembre 23, 2015, 06:42:55 pm
Leído 3052 veces

Desconectado Francisco de Sales

  • Administrator
  • *****

  • 7321
    Mensajes

  • Karma: 8

HAY QUE SABER MENOS Y SENTIR MÁS
« en: Diciembre 23, 2015, 06:42:55 pm »
HAY QUE SABER MENOS Y SENTIR MÁS



En mi opinión, la mayoría de las personas que despiertan a un proceso de Desarrollo Personal lo hacen desde un descontento con la vida o con sus circunstancias –en muchas ocasiones sin ser conscientes de ello- y piensan, en su desconocimiento o desorientación, que tienen que aprender muchas cosas y saberlo todo para averiguar cuál es el Camino que tienen que emprender y cuáles los pasos que se tienen que dar.

No hay una norma general: unos empiezan con pasitos cortos y titubeantes, sin convencimiento, siguiendo –a regañadientes y sin pasión- las instrucciones de una vocecita desconocida que ha comenzado a hablarles desde el interior, mientras que otros comienzan avasallando, pisando fuerte –lo que es un error-, queriendo acaparar todo el conocimiento, tragándose todos los libros o artículos que les es posible, acumulando conocimientos –que no son más que experiencias ajenas-, recibiendo cursos, y bebiendo de todas las aguas pero sin saber cuáles están contaminadas. Es que les ha entrado el ansia y la prisa y quieren recuperar “el tiempo perdido” a demasiada velocidad.

Los del segundo grupo no saben discernir –lógicamente- porque todas las informaciones que reciben parecen estar bien elaboradas, bien razonadas, y en principio todo parece que está hecho por gente con buena fe y con ganas de ayudar a los recién llegados. Se empapan de frases célebres que repiten cuando consideran que es el momento adecuado, pero se quedan en la superficie de la frase, no en la profundidad que es donde está la esencia y la sustancia, sin llegar más allá de lo que dicen las palabras, o analizándolas y valorándolas por el impacto. O sea, las ven como frases gramaticales y no como el resumen de una sabiduría.

En mi web (www.buscandome.es) hay un apartado llamado IDEAS, FRASES Y MOTIVOS PARA REFLEXIONAR, donde pongo las que me llaman la atención, y siempre empiezo del mismo modo:

“La reflexión que vas a leer a continuación no es solamente un conjunto de palabras correctamente ordenado, sino la esencia de una reflexión o de una experiencia.
Si la aprendes de memoria, estará bien; pero solamente surte su efecto si la lees con el corazón, y si la dejas que se repita dentro de ti para que la comprendas y la integres.
Déjala que peregrine dentro de ti… que se expanda… que te llene… que te hable más allá de lo condensado…”


A continuación está escrito el texto, e inmediatamente debiera comenzar un proceso expansivo de la frase PERO NO EN EL PENSAMIENTO, SINO EN EL SENTIMIENTO.

Hay “algo” dentro de nosotros, que no es racional, que no necesita explicaciones, que comprende lo que recibe y lo traduce a emociones, a sentimientos, porque conecta con algo que ya existe en nuestro interior aunque no se manifieste de un modo tangible o comprensible.

“Comprender” no es solamente “entender”, sino que también es, y sobre todo, “incluir en sí algo”. Cuando se comprende se integra, mientras que cuando se lee o se racionaliza, simplemente se incorpora a la colección de conocimientos o frases célebres –esas que nos hacen quedar como listos en algunas ocasiones- y se queda en la posibilidad de repetición pero no llega a sabiduría.

No es lo mismo el que conoce –que es el que recuerda o el que es capaz de retener y repetir- que el que sabe. El que sabe, sabe porque lo ha incorporado.

No es lo mismo el que entiende –que es el que lo puede racionalizar- que el que comprende –que es el que lo integra en sí-.

Abogo por una existencia en la que las cosas, las frases, las circunstancias, la vida misma en sí, se comprendan sentimentalmente, emocionalmente, dentro, en lo profundo y no en lo racional, para siempre y no para el momento exclusivo en que se uno refiere a ello.

Abogo por sentir, por enternecerse, por estremecerse, por dejarse seducir y emocionar por las sensaciones, por admirar y embelesarse, por fomentar ese mundo que sólo le pertenece a uno, en el que sólo cabe uno, vacío de conceptos y desnudo intelectualmente, para poder llegar a contactar con la pureza originaria de Ser Humano incontaminado.

Abogo por vaciarse, por dejar de querer ser concursante en la acumulación de cursos y libros para, en cambio, abrirse a la sabiduría interna y primigenia, al mundo en el que no importan las palabras en sí sino el estremecimiento que provocan, en el que no es lo importante lo que entra como conocimiento, sino lo que es propio y se desaletarga y despierta.

No es necesario saber, y menos aún saberlo todo. A mí no me cuesta ningún trabajo decir “no lo sé”, porque saber es haber experimentado. Y hay cosas que aún no he experimentado.

Una cinta de casete o un CD, que repiten lo que se ha grabado en ellos, no saben, sólo repiten. Un loro no sabe, sólo repite. Un burro cargado de libros no es un burro sabio: sigue siendo un burro.

Por eso, cuando uno se queda a solas consigo es mejor que se despoje de los logros materiales y los títulos, de las referencias ajenas y las leyes de los otros, y de la dictadura de la mente y sus exigencias, para quedarse en la desnudez de conceptos y a solas con sus emociones, con sus latidos, con sus lágrimas y sus escalofríos, con los sentimientos que se parapetan tras los muros o se encierran en los nichos tratando de mantenerse a salvo del desbarajuste que causa una mente inquisidora y confundida en su creencia de que es ella quien ha de imponer sus criterios, cuando, en realidad, en su creencia de que tiene que gobernarnos, nos causa conflictos innecesarios y, lo que es peor, nos distrae de vivir de un modo humano, o sea, plagado de una vida emocional interior sensible y afectiva, sentimental y viva.

Es un buen trueque hacer este cambio: deshacerse de conocimientos a cambio de sentimientos.

No es tan importante conocer cosas externas como escucharse a sí mismo y conocerse. Y mientras menos distracciones mentales haya, mejor.

En mi opinión, es interesante buscar las cosas que le conectan a uno con sus sentimientos emocionales –la ópera, la poesía, la música new age, el arte, los animales, la naturaleza, el contacto con la parte humana de los otros humanos, etc.- y fomentarlos para permitir que aflore y se manifieste la capacidad de sentir.

Ahora siente lo que te ha provocado esta lectura… y decide.


Te dejo con tus reflexiones…


Diciembre 29, 2015, 07:46:38 pm
Respuesta #1

Desconectado Monica Ponce

  • Jr. Member
  • **

  • 86
    Mensajes

  • Karma: 0

Re: HAY QUE SABER MENOS Y SENTIR MÁS
« Respuesta #1 en: Diciembre 29, 2015, 07:46:38 pm »
Hola !!

Sinceramente espero no ser solo un burro que solo carga libros  :D, sin embargo, confieso que soy de las que "buscan" encontrar respuestas en los libros, artículos y mensajes.
Cuando comencé esto del crecimiento personal yo no tenia idea ni de lo que era ni mucho menos podía comprender por lo que estaba pasando, así que, por cuenta propia, empecé a buscar información que me diera "luz" y me ayudara a comprender por lo que estaba pasando y creo que he encontrado a lo largo de este tiempo -aproximadamente 5 años- información valiosa que me ha ayudado.
Eso si, también reconozco que soy muy mental, todo lo quiero entender desde mi mente, sin embargo, las experiencias que he vivido me han enseñado -en eso estoy- que hay cosas y situaciones que solo se pueden comprender desde el corazón porque no hay otra explicación.
Así que pienso, desde mi experiencia, que no es tan malo buscar información, claro, sin llegar a saturarse de ella y dando la oportunidad de vivir/sentir aquello que uno experimenta y encuentra.

Saludos,  ;)

 

TinyPortal 1.6.5 © 2005-2020