¿POR QUÉ ME ENCUENTRO CON PERSONAS O SITUACIONES DESAGRADABLES?
A muchos nos ha pasado y nos pasa que nos encontramos una y otra vez con personas o situaciones desagradables, humillantes, con ira, negativas, etc, etc. Y nos preguntamos ¿por qué atraigo este tipo de cosas a mi vida?.
Bueno, según mi experiencia, no hay solo una respuesta, puede deberse a varias razones. Todas estas razones han sido atraídas hacia nosotros por nosotros, ¿porqué?. Pues porque tanto en las redes sociales como en la vida cotidiana hay situaciones para todo tipo de aprendizajes:
Las que nos hacen de espejos: Atraemos aquello que requiere nuestra atención dentro de nosotros mismos. En este caso atraemos a aquellos que nos reflejan exactamente lo mismo que tenemos dentro y que está ya listo para ser sanado. Para sanarlo hay que manifestarlo. Si por ejemplo tienes ira dentro y no la quieres ver o reconocer porque te avergüenzas de ello, te saldrán al camino personas con ira, te verás envuelto en situaciones de ira y odio una y otra vez. Como es fuera es dentro.
Las que son pruebas de Amor: En este caso atraeremos situaciones o personas que nos están requiriendo un cambio de conexión interna. Necesitamos conectarnos con el corazón, con el amor incondicional pero, seguimos eligiendo nuestra propia comodidad y seguridad del ego. Mientras no tomemos la decisión de conectarnos con el amor (con La Fuente) seguiremos encontrando estas personas y situaciones una y otra vez.
En este caso es muy común que las personas que nos soliciten esta “ayuda” (en realidad nos están ofreciendo su ayuda), suelen ser seres queridos, y sus peticiones son legítimas y carentes de drama o manipulación. Amor Incondicional.
Las que son pruebas de Autoestima: Básicamente son pruebas para ayudarnos a levantarnos por nosotros mismos ante situaciones “atacantes”. Éstas, como todas las demás, se repetirán una y otra vez hasta que demos el paso y nos defendamos. No juzguéis ninguna de las pruebas como buenas o malas, para ascender hay que descender.
En el camino espiritual hay una falsa creencia que es la de “ser buenos” a toda costa, pero ser buenos no significa dejarse maltratar pues la bondad bien entendida empieza por uno mismo, asi que no hay que dejarse tratar mal por miedo a dejar de ser buenos. Si es necesario, hay que poner a cada persona en su lugar correspondiente. Poner tus límites.
Las que nos hacen crecer y nos construyen: Estas son situaciones-personas que implican actos traumáticos: enfermedades, pérdidas de seres queridos, experiencias doloras, abusos, etc. En estos eventos el ego queda anulado completamente dando paso al corazón y éste a su vez al SER, que toma las riendas de la experiencia física para reconstruirse.
Donde todo lo que hasta ahora te hacía sentir seguro y cómodo desaparece para dar paso a un nuevo paradigma: creencias aprendidas, valores adquiridos y educación heredada de generaciones familiares. Nuevos nacimientos.
Las pruebas de Elección: Este tipo de situaciones-personas requieren que tomemos un camino u otro. Te hacen revivir tus viejos roles y patrones de conducta. Uno de esos roles, muy importante, que tiene mucha gente y que viene de la infancia es la necesidad de aprobación.
Si te comportas de acuerdo a como otros esperan que lo hagas le estarás dando poder sobre tu centro, y en estos tiempos , hay que mantenerse en el centro interior de cada uno. Si decides que no quieres ni dentro de ti, ni fuera esas energías humilladoras que te hacen regresar a tu vieja actitud de querer que todos te quieran será un paso adelante. Mantenerse en el centro.
A todo esto hay que añadirle el karma, que quiere decir que estamos “equilibrando” deudas pendientes. Pero todo se puede trabajar conscientemente y pedir ayuda a La Fuente y a tus guías para que pongan a tu disposición todas las herramientas e intuiciones necesarias para tu completa sanación.
Si puedes verlo conscientemente puedes usar esos “encuentros” para sanarte y/o liberarte de esas energías. Eso no implica que éstas personas sean ni malas ni buenas…son solo una herramienta más de La Fuente (con el consentimiento de éstas personas, por supuesto) para ayudarnos en el camino.
