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 REIKI SANACIÓN NATURAL



Abril 23, 2017, 05:44:38 am
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REIKI SANACIÓN NATURAL
« en: Abril 23, 2017, 05:44:38 am »
REIKI SANACIÓN NATURAL
Escrito por sanacionnatural.blogspots.es



El Reiki es un sencillo sistema de sanación por imposición de manos. Sólo con depositar nuestras manos suavemente sobre otro ser, o sobre nosotros mismos, la energía Reiki fluirá y contribuirá a mejorar el estado general de las personas, eliminando los bloqueos que se instalan en nuestro sistema energético y que son los que, a la postre, originan la enfermedad.

Es un sistema sencillo de aprender, y para practicarlo no se necesitan grandes conocimientos de medicina, ni de anatomía, ni de remedios de ningún tipo. Lo único necesario es el deseo de corazón de ayudar a nuestros semejantes y de ayudarnos a nosotros mismos a ser mejores personas, más amables, más amorosas y más compresivas con nuestros semejantes.

Para aprenderlo sólo se necesitan unos seminarios de iniciación, según los niveles, como se explica más adelante, mucha práctica, dedicación e intuición.

Además de ser un magnífico sistema de curación natural el Reiki nos ayuda a contactarnos con la esencia de nuestro Ser, permitiéndonos estar en sintonía con la parte más genuina de nosotros mismos, para llevarnos nuevamente al camino de nuestro origen, brindándonos un sentimiento de intuición con todo que nos hace encontrar en plenitud y amor por todo lo que existe.

De esta manera nos liberaremos las culpas, los miedos, la angustia, la incertidumbre, la desesperación y de la enfermedad que deriva de estas emociones.

Esta visión de Orden Superior considera la enfermedad como una desarmonía entre nuestra vibración y la Fuente de Energía Universal.
Hoy sabemos que la energía (KI en japonés, Chi en China, prana en la India...) es la unidad básica del universo y este concepto ya era conocido por la humanidad en sus diferentes civilizaciones.

En todas ellas se hacía referencia a una fuerza de origen desconocido a veces, que según su grado de creencias, algunos la transformaban en religión y otros en ciencia. Todos coincidían en que esta fuerza tenía un carácter Creador, Sanador, armonizador y se la utilizaba como un camino de vuelta hacia la recuperación de la salud, de la alegría y el amor, llevándose a cabo esto a través de la imposición de las manos sobre el cuerpo de otra persona, tal como lo haría una madre cobijando al hijo dolorido.

Estamos hablando entonces de un hecho habitual, cotidiano, simple y de extrema practicidad, del cual todos los Seres Humanos podemos ser receptores (en forma de tratamiento) o transmisores (como Terapeutas Reiki).

El hecho de transmitir energía a través de las manos nos conecta con nuestra misión primigenia, que es la de comunicarnos y desarrollar el Amor Universal. A su vez, esto nos religa con nuestra propia alma que es, en esencia, amor universal.

Por otra parte se recupera el contacto con otro ser, que en la sociedad moderna, tan materialista se ha perdido. Parece extraño tocar a otra persona, los que nos ven tocando, acariciando a otro ser, tiende a pensar mal. Pero el hombre necesita ese contacto, esa cercanía con otro ser. Con el Reiki se recupera el contacto de la mano con el cuerpo. De una forma amable, suave y limpia tocamos a otro ser para sanar su cuerpo y su espíritu con la energía sutil del Reiki.

El acto de imposición de manos en el cuerpo para aliviar el dolor es tan antiguo como los instintos. Ante la sensación de dolor, lo primero que hacemos es llevar las manos hacia el lugar. Cuando un niño cae y se lastima quiere que su madre lo toque y se siente mejor enseguida. Esos actos tan sencillos son la base de todas las técnicas de sanación por el tacto. Los cuerpos vivientes irradian calor y energía. Esta energía es la fuerza vital propiamente dicha y tiene tantos nombres como civilizaciones han existido.

Los japoneses la llamaron KI, y ésta es la raíz que aparece en la palabra REIKI.

“energía, aire, aliento, esencia vital... la energía activa del universo”.
Ki es una energía que configura el organismo y determina su estado de salud. Cuando el Ki abandona el cuerpo, la vida se separa de éste.

Pero Ki es también la fuerza vital esencial de la tierra, los planetas, las estrellas y los cielos; todas estas energías influyen sobre el Ki de todo cuerpo viviente. Todo tiene Ki y lo irradia: es la energía biomagnética del aura.

Cuando nacemos tenemos esa energía limpia y pura, pero con el paso del tiempo la vida (el propio nacimiento, la familia, el colegio, el trabajo...) nos va cerrando esa capacidad. Gracias a la sintonización de Reiki a la persona se le abren los canales de energía y se despejan las obstrucciones que la vida le ha producido. Además este efecto dura ya para siempre, solo es necesario que la persona que se sintoniza con el Reiki lo practique con frecuencia para evitar que deje de ser un canal por falta de uso.

Con la práctica, no solo aumenta su captación de energía vital mejorando su propio estado, sino que además participa activamente de la fuente de la energía universal.

Ciertamente, todos los seres vivos tienen Ki, pero los alineamientos Reiki conectan al que los recibe de una manera más directa con esa fuente inagotable.

Con su primera alineación de Reiki el receptor o receptora se convierte en un canal de esta energía curativa universal.

La sintonización, al poner en contacto a la persona con esa fuente infinita de Ki, aumenta la energía de ésta, le aporta la curación y le confiere el poder de sanar a otras personas sin agotar sus propias reservas de energía. En los breves minutos que dura este proceso, la persona que recibe la energía Reiki se hace beneficiaria de un regalo que va a cambiar su vida para siempre, y en sentido positivo, desde cualquier punto de vista que se lo contemple.

Las personas que lo reciben experimentan sensaciones determinadas, aunque según la persona, diferentes. La sintonización no aporta nada nuevo; solo abre y sintoniza lo que ya estaba en la persona, pero que, por las circunstancias de la vida, se ha perdido en todo o en parte.

Los tres grados en que se divide tienen la siguiente significación:
En Reiki I el alineamiento sana, en el plano físico los malestares de la persona que lo recibe; la salud física suele acusar mejoría perceptible durante los meses siguientes al alineamiento, y las sesiones de Reiki I son primordialmente auto-terapéuticas.

El alineamiento Reiki II aumenta considerablemente la capacidad de energía curativa, dirigiéndose ésta de manera más específica a los aspectos emocionales, mentales y kármicos de la curación en quién lo recibe. La curación en el nivel Reiki II añade instrumentos como los símbolos para sanar a alguien que no está físicamente presente: es la curación a distancia.

El Reiki III es el grado de Maestro, que se realiza en dos etapas; la primera es la de Maestro Practicante, o sea que recibe los símbolos de Reiki III pero no realiza alineamientos a otras personas. Esto está reservado para la segunda etapa ya que cuando se promueve a Maestro de La Luz, o Sensei, entendiendo por Sensei sencillamente lo que indica la palabra. Alguien que ha llegado a dominar un sistema y está capacitado para transmitirlo; sin añadir ninguna connotación de vanidad ni sentido de la propiedad alguno.

El terapeuta de Reiki III experimenta una acentuación aún mayor de su capacidad de canalizar energía.

La sanación Reiki se dirige a la persona entera; al sanar un dolor de cabeza no se está trabajando exclusivamente en eso, sino que el dolor puede ser causado por un problema en algún órgano u otra parte del cuerpo, pero la energía irá hacia donde sea necesario restablecer la armonía. Lo mismo sucede con lo mental, emocional y espiritual. El sanador Reiki atiende por medio de la energía a los cuatro cuerpos del Ser, y no se limita a uno solo o a una parte de él, sino que abarca un todo de la persona en un nivel más holístico.

LOS NIVELES En el primer nivel el discípulo recibe su primera sintonización; luego otra para el grado de Reiki II y otro más para el Reiki III; Cuando decide ser Maestro Docente, recibe otro alineamiento y las instrucciones para sintonizar a otras personas.

Las personas que lo reciben experimentan sensaciones determinadas, aunque según la persona, diferentes.

Cada uno de éstos acentúa la potencia de su capacidad de canalizar el Ki. Dicho de otro modo, Reiki es la sintonización misma sin la cual (Que debe transmitirse de maestro a discípulo) el proceso no es un sistema de curación Reiki, sino otra cosa.

Los tres grados en que se divide tienen la siguiente significación:
En Reiki I (Portador de la luz) el alineamiento sana, en el plano físico los malestares de la persona que lo recibe; la salud física suele acusar mejoría perceptible durante los meses siguientes a la sintonización, y las sesiones de Reiki I son primordialmente de autotratamiento, o para personas de nuestro entorno familiar o de amigos, y, además suele ocurrir que los problemas a tratar sean, sobretodo, físicos (pequeñas lesiones, dolores de cabeza o de muelas...).

Este proceso, se lo llama de Sanación directa: el sanador debe imponer las manos directamente sobre la persona o sobre sí mismo. Si bien desde el primer momento el alumno puede imponer las manos para sanar con efectos positivos, se tarda aproximadamente 3 semanas para que la energía se acomode y la persona se adapte al flujo de energía, teniendo en cuenta que está entrando en su aura y su organismo un flujo de Ki (energía) más intenso que cuanto haya experimentado antes, lo cual purifica el aura y los chacras. Por ese motivo es recomendable, después del primer alineamiento, practicar diariamente una sesión de autoterapia; por lo menos por los primeros 21 días lo ideal sería hacerse el autotratamiento 2 veces por día.

También en este nivel se trata animales, alimentos, plantas, medicamentos proporcionándoles energía Vital universal para su mejor funcionamiento. En este nivel se otorga al alumno el símbolo de la abundancia.

Con la sintonización de Reiki II se aumenta considerablemente la capacidad de energía curativa, dirigiéndose ésta de manera más específica a los aspectos emocionales, mentales y kármicos de la curación en quién lo recibe. La curación en este nivel de Reiki añade instrumentos como los símbolos para sanar a alguien que no está físicamente presente: es la curación a distancia.. En el II nivel se dan 3 símbolos, el del poder, el mental emocional y el del amor (para tratamientos a distancia).

El Reiki III (Maestro de La Luz) incrementa aún más las herramientas de trabajo para el Terapeuta, porque recibe el símbolo considerado como de Maestría practicante del Sistema USUI. Además se otorga el símbolo femenino de la Maestría así como el símbolo Maestro Tibetano.

La siguiente etapa es la de Maestro (Sensei) docente, entendiendo por Sensei sencillamente lo que indica la palabra. Alguien que ha llegado a dominar un sistema y está capacitado para transmitirlo; sin añadir ninguna connotación de vanidad ni sentido de la propiedad alguno. El Maestro de Reiki experimenta una acentuación aún mayor de su capacidad de canalizar energía.

En este nivel se dan nuevos símbolos y el grado de Maestro de la Luz Docente que comprende el método para enseñar y sintonizar a otras personas.

Este grado se recomienda solamente a quienes pretendan dedicarse en serio a la tarea de Sanación, y más en particular a quienes deseen enseñarlo y hacer del método una parte esencial de su vida.

 Usui Sensei se basó en 5 principios primordiales de vida para trabajar durante los niveles de enseñanza y son:

SENSEI USUI

1) Sólo por hoy no te enojes.
2) Sólo por hoy, no te preocupes.
3) Sólo por hoy dar gracias por los dones recibidos.
4) Sólo por trabaja duro.
5) Sólo por hoy se bueno con los demás.


 

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