VER LAS COSAS CON OJOS DE MARCIANO
En mi opinión, esta expresión del título es una sugerencia muy interesante que conviene aplicar a menudo. Y a todo.
Se refiere a que es conveniente ver las cosas como las vería un marciano que llegase a la Tierra y quisiera conocerlo todo, saberlo todo, puesto que todo lo desconoce y parte de cero. Eso le permite la opción de no tener prejuicios (juicios previos) y ver las cosas como son natural y realmente, y no como las vemos los Terrícolas, que ya tenemos etiquetas para las cosas y las tenemos encasilladas de modo que no las dejamos salir para que crezcan o cambien.
El Marciano se permitiría partir de cero, sin aprensiones, y eso le daría la oportunidad de ver las cosas sin alterarlas por medio de sus terquedades o sus confusiones.
Los Terrícolas creemos saber ya un montón de cosas y las damos por asuntos cerrados que no requieren una revisión o actualización, de modo que las vemos desde nuestra perspectiva sufriente o confusa -sin ser conscientes de ello-, lo que nos mantiene obstinadamente aferrados a algunas ideas que ya no tienen o no deberían tener vigencia.
Los Marcianos tienen los ojos abiertos, carecen de desconfianzas, no están marcados/condicionados por un pasado que se empeña en no morir –como en nuestro caso- y sigue mortificándonos; no traen unas costumbres que les amarren “a lo de siempre”, así que caminan asombrándose de cada nuevo descubrimiento.
Tal vez sería interesante aprender de ellos, y tomarse la molestia o el placer de revisarnos en cada una de nuestras actitudes:
¿por qué hago esto?
¿por qué lo hago de este modo?
¿quién lo hace? (¿Realmente SOY YO?)
y en cada uno de nuestros pensamientos:
¿Es mío este pensamiento?
¿por qué pienso esto?
¿por qué pienso con este modo de pensar?
¿realmente soy objetivo?
y sería interesante revisar nuestro modo de ser:
¿por qué soy así ahora?
¿por qué he cambiado tanto?
¿qué ha pasado con aquél que era antes?
La vida nos propone una actualización constante de nosotros mismos, nos sugiere/impone un perfeccionamiento continuo de las capacidades que aún no hemos desarrollado, nos invita a asombrarnos cada día y no caer en la costumbre rutinaria o muerta.
Ver con ojos de Marciano las cosas, la vida, nuestra vida, puede aportarnos hermosos hallazgos, una nueva forma de ver, vivir, sentir, disfrutar… y un modo de deshacernos de viejos esquemas, de pensamientos aburridos o muertos, y de revitalizarnos con el redescubrimiento de nosotros mismos desde la perspectiva inmaculada de un Marciano que no nos conoce.
Te dejo con tus reflexiones…