MÁS VITAL, MÁS FELIZ.
El reiki, el shiatsu o el taichi tienen en común más que sus exóticos nombres: trabajan para reequilibrar la energía vital. A continuación te descubrimos estas terapias energéticas que te pueden ayudar a ser más feliz.
Energía universal
• Los chinos la llaman "chi" y los hindúes, "prana". Es la energía que lo impregna todo, incluidos los seres humanos. Según las medicinas orientales, si fluye por los canales (meridianos) que recorren el organismo, podemos hablar de buena salud. Pero si nos superan el estrés y los pensamientos o emociones negativas, el flujo energético se bloquea y afecta a la mente y al cuerpo, en forma de molestias físicas (contracturas, úlceras...) y mentales (ansiedad, depresión...).
• Las terapias energéticas actúan estimulando los meridianos para restablecer el flujo de bienestar. Actúan con rapidez, son compatibles con la medicina tradicional y la psicología, y benefician al paciente sin necesidad de que exprese verbalmente su malestar. Eso sí, para que funcionen debemos poner de nuestra parte, modificando los hábitos alimenticios, las creencias o el estilo de vida que han causado el problema.
¿Cuál es tu técnica?
Acupuntura. Con miles de años de antigüedad, es la herramienta más conocida de la medicina tradicional china. Consiste en estimular los meridianos mediante la introducción de unas finísimas agujas en sus puntos clave. Una sesión dura unos 20 minutos. Para los aprensivos, hay agujas que apenas se notan.
Reiki. Se trata de canalizar energía a través de las manos, que se colocan en las zonas del cuerpo que corresponden a los puntos energéticos: garganta, corazón, planta de los pies...
Yoga. Otro método milenario, éste procedente de India, que utiliza las posturas, los ejercicios de respiración y la relajación para reunificar la energía vital y equilibrar el cuerpo, la mente y el espíritu.
Shiatsu. Significa "presión con los dedos" y nació en Japón. Un masaje shiatsu resulta tremendamente placentero y liberador, especialmente cuando sufrimos dolores de espalda y de cabeza, contracturas musculares o estrés.
Taichi y chi kung. Ambas disciplinas son de origen chino y trabajan con la energía a través de movimientos lentos, suaves y armónicos. La diferencia: el taichi, que nació como un arte marcial, se aprende como una coreografía que sigue unos pasos determinados. El chi kung consiste en una sucesión de ejercicios muy fáciles de seguir. A menudo, las clases combinan ambos.
(de la Revista Mujer Hoy)
