UN MAL PRESENTE SERÁ UN MAL PASADO
En mi opinión, no somos lo suficientemente conscientes de esto que se llama vivir, de este estar en el mundo y en la vida. No le prestamos la atención que se merece y no le damos el valor que tiene.
Llamamos vivir a dejar que pase el tiempo. Nuestra vida se queda en muchas ocasiones vacía de nosotros mismos. No somos los protagonistas de este milagro que es poder vivir y poder disponer de tantos sentidos y sentimientos para disfrutar.
Así que dejamos muchos vacíos en nuestra biografía, muchos momentos huecos, sin nuestra presencia, mucho aburrimiento donde podríamos poner pasión, mucha apatía donde podría haber gloria.
El paso por nuestra existencia es imparable. Se acumulan y desaparecen las horas consumidas aunque no nos demos cuenta y aunque no tengamos la consciencia suficiente como para apreciarlas.
En cada instante estamos construyendo lo que más adelante llamaremos pasado, y conviene llenarlo de cosas placenteras, de satisfacciones, de emociones vivas, de luz, de risas, de todo aquello que nos haga bien, porque… porque inevitablemente llegaremos al llamado Tiempo de los Arrepentimientos, una especie de Juicio Final que haremos a partir de cierta edad, y en él comprobaremos qué hicimos con esta oportunidad, mágica, única e irrepetible, que nos ha sido concedida.
Entonces, cuando nos demos cuenta, ya será demasiado tarde. La vida no es reversible ni tiene marcha atrás. La segunda oportunidad es ahora mismo, en este instante. Ahora es el momento de revisar, de descubrir, de reflexionar, de decidir… de vivir. Ahora o Nunca.
¿Qué pasado querrás tener?
¿Qué estás haciendo para tener un buen presente que más adelante sea un buen pasado?
Te dejo con tus reflexiones…