EXIJO PUNTUALIDAD
En mi opinión, la puntualidad es un asunto que requiere mucho respeto y que algunas personas menosprecian llegando a causar serias molestias con su impuntualidad.
Me cuesta mucho soportar la impuntualidad. No la tolero. Soy consciente de que mientras estoy esperando porque el otro se demora estoy perdiendo una parte de mi vida de un modo no deseado. Es un tiempo de vida que yo no he decidido emplearlo de ese modo –en la espera- y considero que nadie tiene derecho ni autoridad para disponer de ese tiempo de mi vida del modo que le dé la gana. Yo no tengo por qué estar esperando cinco o veinte minutos porque la otra persona se haya entretenido innecesariamente, o se haya levantado más tarde. Es algo más que una falta de educación y respeto.
Cuando la falta de puntualidad se debe a causas ajenas al otro puedo llevarlo un poco mejor, pero aún con esas condiciones me cuesta. “Es que hay mucho tráfico a esta hora”, pues haber salido media hora antes si ya sabes que hay mucho tráfico, le digo. “Es que me ha entretenido una amiga en el teléfono”, pues le dices a tu amiga que tienes una cita concertada –con anterioridad a su llamada- y que ya hablaréis en otro momento, le digo. “Es que no sabía que ponerme”, pues haberlo decidido ayer, le digo.
También llevo mal cuando me están atendiendo en un comercio –tras haber esperado mi turno- y alguien se entromete y dice “es sólo una preguntita” –pues se espera usted hasta que le corresponda su turno, pienso o digo-, y soy bastante intolerante cuando me están atendiendo y suena el teléfono y lo atienden inmediatamente haciéndome esperar a mí. En estos casos, y lo he hecho alguna vez, les cuelgo su teléfono y les aclaro: “estaba yo antes que la llamada”.
¿Demasiado intransigente? Tal vez. Puede que sí. En mi opinión, defiendo mis derechos. Derecho a decidir lo que quiero hacer con el tiempo de mi vida y que no sea otro quien lo marque.
(Tengo que aclarar que le he exagerado un poco para que se vea bien, y que no siempre soy así: sé cuándo tengo que ceder el turno, cuándo el otro tiene una urgencia real, cuando una persona mayor necesita ser atendida pronto y en todos esos casos cedo la prioridad…)
Lo que pretendo es que se tome conciencia real de la importancia de la puntualidad, aunque lo que se vaya a hacer después en la cita sea lo más parecido a perder el tiempo. “La puntualidad es el precio que le pones al tiempo de la persona con quien has quedado”. Buena frase. Clara y contundente. “Cuando más tarde llegues, menos valor le estarás dando a su tiempo, y, por lo tanto, a su existencia en general”. Rotundo. “De este modo, matas sin su permiso unos minutos de su vida que ya nadie le va a devolver.” Acertado. “Acabas de privar a esa persona de las vivencias que podría haber tenido durante el tiempo que le has quitado sin justificación alguna”. Exacto. “Vamos, que acabas de convertirte en un homicida de experiencias ajenas. Y deberían procesarte como tal”. (Todas las frases entrecomilladas son de Risto Mejide)
¿Ves ahora de otro modo la puntualidad/impuntualidad?
Te dejo con tus reflexiones…