CÓMO TENER FUERZA DE VOLUNTAD
Por Anna Badia Llobet
Cuántas veces hemos dicho: "luego lo hago", "mañana sí que sí", "el lunes empiezo" o "en septiembre me pongo". Excusas para postergar tareas que no nos motivan lo suficiente o que no tenemos la voluntad necesaria para realizarlas. Cuántas veces nos hemos propuesto un objetivo que no se ha llegado a cumplir, cuántas cosas nos gustaría conseguir pero no hemos conseguido por falta de fuerza de voluntad, o más bien, por no saber cómo trabajar la fuerza de voluntad.
QUÉ ES LA FUERZA DE VOLUNTAD
La voluntad es la facultad para decidir la propia conducta, es decir, tomar decisiones de manera libre y consciente para elegir qué acción realizar. La voluntad es el principal motor de acción, para plantearse objetivos y dirigirse a ellos. La voluntad es relativamente estable y duradera. La voluntad se compone de:
• La energía o motivación innata
• La percepción de los recursos con los que cuenta uno mismo
• Los valores
• Los intereses o preferencias en cuanto a la satisfacción del placer
La fuerza de voluntad se basa en las aptitudes interpersonales:
• El autoconocimiento: conocer los estados y recursos de uno mismo.
• La auto-regulación: regular los estados y recursos de uno mismo.
• El autocontrol: la adaptación y flexibilidad cognitiva.
• La auto-motivación: la capacidad de provocar la motivación independientemente de la circunstancia.
• La atención ejecutiva: la habilidad para centrar la atención, el poder de focalización y la resistencia a las distracciones para mantenerse enfocado en un objetivo futuro.
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¿ES LO MISMO MOTIVACIÓN Y VOLUNTAD?
El concepto de fuerza de voluntad va muy ligado al concepto de motivación, pero no significan lo mismo. La motivación es un impulso que lleva a la acción debido a un estímulo o recompensa, es inestable e impredecible. Existen diferentes tipos de motivación. La motivación y la voluntad se diferencian en que la motivación es un estado emocional que puede verse afectado por multitud de factores y variar, mientras que la voluntad es la capacidad para decidir, que tiende a ser más estable. Por tanto, la motivación será eficaz con tareas u objetivos cortos o en momentos puntuales, sobre todo, con recompensas a corto plazo. Mientras que en la perseverancia de una meta a largo plazo, será más importante la voluntad.
¿DE QUÉ DEPENDE LA FUERZA DE VOLUNTAD?
La fuerza de voluntad es más constante que la motivación y depende más de uno mismo que de factores externos. Sin embargo, existen muchas causas que pueden afectar a la fuerza de voluntad, ya que fuerza de voluntad depende de:
• Los rasgos de personalidad
• La forma de enfrentar la toma de decisiones
• La forma de gestionar la motivación
• La seguridad en uno mismo
• El miedo a los posibles riesgos
• La dificultad de la tarea
• El esfuerzo que requiera la tarea
• El motivo o recompensa que tenga el objetivo
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CÓMO TENER FUERZA DE VOLUNTAD
La fuerza de voluntad tiene mucha importancia, ya que repercute en todas las áreas de nuestra vida. De ella depende que tomemos las decisiones adecuadas que se traduzcan en perseverancia y constancia para llegar a conseguir los objetivos que nos hemos propuesto o aquello que tanto queremos.
Para tener fuerza de voluntad es necesario aprender a organizar la conducta, es decir, tomar las decisiones adecuadas que lleven a las acciones que nos acercan al objetivo. Se trata de mantenerse enfocado en el objetivo a pesar de los impulsos. También es necesario aprender a gestionar la motivación, conocernos a nosotros mismos, saber qué estímulos ayudan a provocar el efecto de la motivación en notros y utilizarlos a nuestro favor para auto-motivarnos. No siempre se está motivado para realizar algo, a veces, es necesario tomar la decisión de iniciar una acción desde la voluntad de conseguir un objetivo. Puede ser que, una vez inmersos en la tarea, aparezca la motivación.
Otro aspecto fundamental es la percepción de auto-eficacia, o dicho con otras palabras: creer en uno mismo. Es indispensable valorar exhaustivamente las dificultades y los posibles riesgos de la tarea o acciones a realizar, así como la recompensa a la que aspiramos, para determinar si estamos dispuestos a realizar el esfuerzo que requiere. En definitiva, tener fuerza de voluntad consiste en potenciar el yo responsable ante el yo irresponsable. Ser capaz de elegir la opción que más nos conviene a largo plazo es tener fuerza de voluntad.
¿PODEMOS TENER FUERZA DE VOLUNTAD EN TODO MOMENTO?
Aunque la fuerza de voluntad dependa de nosotros en gran medida, tampoco es infinita. Por tanto, la respuesta es no, no podemos tener fuerza de voluntad absolutamente siempre. ¿Alguna vez te has preguntado por qué no tienes fuerza de voluntad? Como hemos visto, la fuerza de voluntad depende de muchos factores que podemos mejorar, pero no todo está en nuestras manos. En la persecución de un objetivo, y en la vida en general, es primordial entender y aceptar que somos humanos, imperfectos por naturaleza.
En un extremo, está la parte emocional. Si actuáramos según esta, nos dejaríamos llevar por los impulsos. En el otro extremo está la parte racional. La realidad es que ningún extremo es el adecuado, sino que debemos encontrar el punto medio entre ambas partes. La conducta sabia es aquella que escucha la emoción y la procesa con la razón, para encontrar la mejor acción.
No siempre es adecuado obligarnos a realizar todas las tareas pendientes. Es más, existen situaciones complicadas, como estar atravesando una enfermedad o alguna circunstancia dolorosa que justifican esa falta de motivación. En el siguiente apartado, el contenido va dirigido a la población general, es decir, a las personas que no tienen un impedimento significativo para tomar acción.
15 CONSEJOS PARA AUMENTAR LA FUERZA DE VOLUNTAD
Como hemos visto, tener fuerza de voluntad depende de muchos factores, algunos de los cuales podemos mejorar y aumentar, fortaleciendo algunas capacidades y aprendiendo algunas habilidades. A continuación, te ofrecemos algunos consejos para aumentar la fuerza de voluntad:
1. Enfócate en una cosa
Para elegir el objetivo adecuado, prioriza. Bien sabido es que quien mucho abarca, poco aprieta. Elige el objetivo más importante para ti en este momento y también el que sea más sencillo o te lleve menos tiempo conseguir, así aumentará tu motivación para afrontar el siguiente objetivo.
2. Sé realista
El objetivo adecuado debe ser realista. Es muy importante proponerse metas que sea posible conseguir, porque si nos proponemos cosas irreales, la probabilidad de no conseguirlas es muy alta. La consecuencia será la frustración y el desánimo, así como una peor percepción de auto-eficacia, incluso puede llegar a afectar a nuestra seguridad y autoestima. Estas emociones interfieren totalmente con la motivación. Desde este estado, es más difícil actuar, por tanto, estamos empeorando la situación. Por ejemplo:
• Mal: "Adelgazar 20 kilos" = muchas probabilidades de no conseguirlo = frustración, pensamientos tipo "soy un desastre, nunca lo conseguiré" = desmotivación = no tomar acción = no tener fuerza de voluntad = no conseguir el objetivo.
• Bien: "Empezar a perder peso" = en el momento que pierda algo de peso aumentará la seguridad y autoestima = motivación = tomar acción = tener fuerza de voluntad = conseguir el objetivo.
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3. Determina y valora la relación recompensa/ esfuerzo
Por ejemplo:
A. Esfuerzo requerido para adelgazar:
• Económico: pagar los servicios de un médico especialista en nutrición. Implicará renunciar a gastar ese dinero en otras cosas.
• De tiempo: dedicar una hora al día a hacer ejercicio y otra hora a cocinar comida saludable. Implicará renunciar a dedicar ese tiempo a otras cosas.
• Adaptación: proceso de cambio de hábitos. Implicará renunciar a cosas como tomar cerveza con amigos o cenar pizza los viernes.
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B. Recompensa de adelgazar:
• Estar más saludable.
• Tener mayor calidad de vida.
Después de realizar una lista con ambas caras de la misma moneda, se deberá valorar si la recompensa es mayor o no.
4. Sigue un modelo
Busca personas que admires y que te sirvan de inspiración para aprender y utilizar como ejemplo. Eso sí, sin caer en la comparación, cada persona es única y cada proceso es único.
5. Añade recompensas
Seguro que será más fácil dejar de comer en restaurantes de comida rápida, si el dinero que ahorras lo donas a una buena causa o lo ahorras para hacerle un regalo a tu madre. Si la recompensa es a largo plazo, podemos determinar pequeñas recompensas cada mes. Una recompensa puede ser de muchos tipos, busca la que se ajuste a tus intereses
6. Paso a paso
Este consejo para aumentar la fuerza de voluntad consiste en dividir el objetivo en partes más pequeñas, claras y concretas. Por ejemplo:
• Objetivo general: ahorrar para irme de vacaciones.
• Objetivos pequeños y concretos: si para irme de vacaciones necesito 1.000 euros y tengo 10 meses, necesito ahorrar 100 cada mes.
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7. Traza un plan
Es muy importante decidir cómo lo haremos: dejar muy clara y definida la estrategia a seguir, teniendo en cuenta nuestro estilo de vida, para incorporar nuevos hábitos o rutinas. Por ejemplo:
• Objetivo: leer más.
• Estrategia: el primer libro que voy a leer será este. Voy a dedicar una hora al día a la lectura. La hora será de 21 horas a 22 horas los días de domingo a jueves y de 23 horas a 24 horas los viernes y sábados. Cuando haya leído la mitad del primer libro, decidiré, conseguiré y dejaré preparado el siguiente libro a leer.
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8. Ten muy presente la estrategia
Escribe el objetivo con la estrategia desglosada para conseguirlo, colócalo en un lugar visible. Explícaselo a tu entorno. Interiorízalo e intégralo en tu vida.
9. Lleva un registro
Ser consciente de los pasos que hemos dado y los propósitos que hemos conseguido, nos ayudará a tener una visión más realista del progreso. Así, podrás ver si tus estrategias están funcionando adecuadamente o necesitan alguna modificación, podrás ajustar tus expectativas y saborear los logros, algo que aumentará tu motivación.
10. Rodéate de buenas compañías
El entorno puede ayudar o entorpecer, por eso, procura rodearte de personas por las que te sientas aceptado, apoyado y animado a cumplir tus metas.
11. Utiliza la evitación y la distracción
Evita los ambientes que supongan situaciones de riesgo para ti. Por ejemplo: si tu objetivo es ahorrar, procura evitar los centros comerciales. Si necesitas comprar algo concreto haz una lista y cuando estés en la tienda no te salgas de la lista. Si tienes hambre y ves un restaurante de comida rápida, no te quedes allí viendo las fotos de la comida e imaginándote su sabor: ¡distráete!, cambia de ubicación, piensa en otra cosa o llama por teléfono.
12. No te machaques
Ten en cuenta que las cosas no son blanco o negro, si un día no puedes leer una hora entera, puedes leer media hora, y no pasa nada. Busca la mejor manera de conseguir tus objetivos siendo amable contigo mismo y disfrutando del proceso.
• Hazlo fácil, ayúdate y sé tu propio amigo.
• No caigas en el perfeccionismo, pues la perfección no existe y perseguirla conllevará mucha frustración.
• Acepta y perdona tus fallos, luego aprende de ellos.
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13. No pongas excusas
Sé sincero contigo mismo, si te habías marcado una acción para hacer y la puedes hacer: ¡hazla ya!, ni lo pienses, ni le des más vueltas. Ten en cuenta que nunca será el momento perfecto y, si quieres, siempre encontrarás una excusa para no hacer lo que te has propuesto. Se trata de hacerlo aunque la situación no sea la idónea.
14. Confía en ti mismo
Piensa en otros logros conseguidos. Cuando vengan a tu mente pensamientos como "no voy a poder", "no soy capaz", piensa en otros momentos en que sí has tenido fuerza de voluntad y ello te ha permitido lograr tus objetivos. Es esencial tener confianza en uno mismo.
15. Ante todo, cuídate
Mantener unos hábitos sanos, como descansar el tiempo necesario y llevar una alimentación equilibrada, así como tener un estilo de pensamiento y comportamiento positivo y adaptativo, te proporcionará un estado de equilibrio y bienestar clave para trabajar la fuerza de voluntad.