Buscandome

Bienvenido(a), Visitante. Por favor, ingresa o regístrate.

Ingresar con nombre de usuario, contraseña y duración de la sesión

 


Traductor Google

 CAPÍTULO 56 – VER SÓLO LOS DEFECTOS



Octubre 24, 2020, 05:28:35 am
Leído 539 veces

Desconectado Francisco de Sales

  • Administrator
  • *****

  • 7321
    Mensajes

  • Karma: 8

CAPÍTULO 56 – VER SÓLO LOS DEFECTOS
« en: Octubre 24, 2020, 05:28:35 am »
CAPÍTULO 56 – VER SÓLO LOS DEFECTOS
- LO QUE NO ES APROPIADO -

Este es el capítulo 56 de un total de 200 –que se irán publicando-  que forman parte del libro RELACIONES DE PAREJA: TODO LO QUE NO NOS HAN ENSEÑADO Y CONVIENE SABER.


Es curioso observar la evolución que sigue el amor cuando no llega a consolidarse firmemente, o cuando se pierde irremediablemente y de manera doliente.

Durante el enamoramiento –cuando aún no se le puede llamar amor, pero lo aparenta- se perdona cualquier cosa, todo es de color pastel, y las cosas que no gustan de la otra parte son nimias y no tienen importancia en comparación con la grandiosidad descomunal y extraordinaria de las maravillas que aporta. La música romántica suena constantemente y las mariposas no se alejan de su alrededor ni un instante.

Cuando se empieza a convivir un poco más, a veces, algunas mariposas fallecen o emigran y no son sustituidas por otras, la música suena desafinada o no se oye bien, y el color pastel palidece hasta parecer enfermizo. Las cosas que no gustan del otro evolucionan desde la inapreciable nimiedad anterior a una grandiosidad que las hace innegables y el mito de la pareja perfecta se tambalea peligrosamente.

Cuando el amor pierde brillo e intensidad, cuando el hombre con quien se está es un simple mortal que ya ha bajado del Olimpo donde fue ascendido, y vuelve a ser como todos, y tiene defectos como todos, y no hay argumentos consistentes que le disculpen o le defiendan, se transmuta y se convierte en una colección de defectos que abultan más que él. El platillo de la balanza de los defectos pesa más que el de las virtudes. O por lo menos es lo que parece.

La realidad es que, muy posiblemente, siga siendo el mismo al que se conoció, y es uno mismo quien le ha retirado la aura dorada que le puso en su momento.

Desde ese choque con la realidad –la misma realidad que antes no se quería ver-, y porque el amor ya no está muy fuerte y no está presente para justificar lo injustificable, se tiende a la negatividad en vez de ser ecuánime. Lo que tampoco es acertado.

Además de esos defectos que ahora resaltan tanto, hay también cualidades y cosas buenas, hay cosas normales -porque todos somos, también y sobre todo, normales-, y hay, por encima de ello, un Ser Humano, vivo, que tal vez nunca se ha proclamado perfecto, y que  irá aprendiendo y evolucionando a lo largo de la vida si se le da la oportunidad y el tiempo.

Si eres de esas personas que ahora sólo ven los defectos, hay una recomendación para ti: Comprueba, por si acaso, para ver si tú eres una persona más cargada aún de defectos y el otro es simplemente un espejo en el que te ves reflejado.

Y, por supuesto, aunque haya puesto como ejemplo un hombre, esto es válido para cualquiera de los miembros de la pareja.

SUGERENCIAS PARA ESTE CASO:

- Lo que nos parecen defectos a veces son sólo una opinión personal. Hay que ser ecuánime y comprensivo y no juzgar mal y gratuitamente.
- Si alguien tiene defectos, ayuda pero no destruyas.
- Los defectos se pueden corregir cuando hay voluntad de hacerlo.
- Las personas que no están en pareja porque no aceptan los defectos ajenos se perderán también las virtudes y cualidades.


Francisco de Sales



 

TinyPortal 1.6.5 © 2005-2020