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 ES RECOMENDABLE ACEPTAR LO QUE NOS SUCEDA



Noviembre 17, 2020, 06:05:19 am
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Desconectado Francisco de Sales

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ES RECOMENDABLE ACEPTAR LO QUE NOS SUCEDA
« en: Noviembre 17, 2020, 06:05:19 am »
ES RECOMENDABLE ACEPTAR LO QUE NOS SUCEDA


En mi opinión, para entender bien lo que viene a continuación conviene que estemos de acuerdo en una premisa: ACEPTAR NO QUIERE DECIR GUSTAR. O sea, el hecho de aceptar una cosa que no nos agrada no quiere decir que nos tenga que parecer bien ni que estemos de acuerdo. Podemos oponernos verbalmente y dejar claro que algo no nos gusta, pero empeñarse en una pataleta infantil por la cual no queremos aceptar lo que realmente es, lo que es la verdad, es un absurdo, es una actitud inútil y contraproducente.

Si me refiero a ACEPTAR, no quiere decir que TODO y SIEMPRE. Hay cosas  que van a ser inevitables, pero hay muchas otras de las que uno se puede deshacer o a las que puede oponerse. Pero el primer paso, que puede ser todo lo breve que uno quiera, o puede durar toda la vida –eso depende de cada uno-, es aceptar lo que hay, lo que ha pasado o está pasando. La realidad.

El siguiente paso es comprobar si el asunto tiene solución o no. Si realmente no tiene solución, entonces hay que pasar a la fase 2 de esta situación que es… colaborar con lo inevitable. Si realmente es inevitable, si realmente no se puede hacer nada para cambiarlo… ¿para qué empeñarse en hacerlo?, ¿para qué gastar inútilmente tiempo y energía?, ¿para qué alimentar y engordar la frustración?

Se dice en el budismo que “hay que aceptar lo que nos suceda como si lo hubiéramos elegido”. Y es una sabia recomendación. Ante los hechos consumados de algo ineludible, ante la confirmación de que NADA podemos hacer por cambiarlo… ¿de qué nos sirve emperrarnos en una pataleta por no aceptarlo?

Lo correcto es reconocerlo y a partir de ese reconocimiento tomar las medidas necesarias para que no nos afecte. Y para ello podemos usar desde la objetivación del asunto, quitándole el dolor que le hemos añadido, hasta las conversaciones muy racionales con uno mismo en las que dejar claramente explicado que se abandona esa batalla perdida de antemano.

Ante las cosas inevitables uno puede preguntarse ¿por qué me pasa esto a mí? y puede darse la respuesta que mejor corresponde… ¿y por qué no?

Sí puede ser beneficioso cambiar ese ¿por qué? por un ¿para qué?; la respuesta a esta nueva pregunta sí nos puede acercar al motivo de que haya sucedido. “Por qué” puede indicar simplemente curiosidad, mientras “para qué” conlleva un interés real en conocer la motivación del hecho para aprender lo que sea necesario aprender.

Para los que tienen fe, es tranquilizador y hasta reconfortante pensar en que todo tiene un sentido aunque no se comprenda, que todo lo que le sucede a uno forma parte de un Gran Plan del que se desconoce el motivo cuando sucede pero que, más adelante, se puede llegar a comprender.

A veces nos pasan cosas que no nos agradan, pero parecen ser necesarias en nuestro proyecto para esta vida. Quien tiene fe, intuye que todo lo que le sucede tiene un sentido. Para los que no tienen fe y entienden estas cosas desagradables como un agravio innecesario… pues tienen que aceptarlas también, incluso a desgana, porque son la realidad.

Al principio escribí que si me refiero a ACEPTAR, no quiere decir que TODO y SIEMPRE. Contra algunas cosas conviene luchar y negarse. Creer firmemente en ellas como inevitables puede conducirnos a un conformismo vago que en realidad es una claudicación anticipada, una muestra de cobardía, una sumisión ante los inconvenientes. “¿Qué puedo hacer?”, si uno se lo pregunta con interés y se lo contesta con sinceridad, ha de dar la medida de aquello que hay que acatar –pero sin sentimiento de derrota- y aquello que requiere toda nuestra atención y esfuerzo.

Insisto: el primer paso es aceptarlo, aunque sea durante un segundo, porque si no se reconoce no se puede hacer nada con ello o contra ello.

LA VIDA, A VECES, NO ES FÁCIL NI ESTÁ A NUESTRO FAVOR.

A pesar de ello la podemos convertir en VIDA, podemos disfrutar los momentos que no están teñidos de dolor.

EL DESTINO ES SÓLO UNA PROPUESTA DE DESTINO.

El futuro tiene que estar en nuestras manos.

Conviene empezar a ver de otra forma las cosas que nos vayan sucediendo. Y también afrontarlas de otra forma.

A la vida se viene a VIVIR y no a sufrir.

Te dejo con tus reflexiones…


 

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