EL MEJORAMIENTO PERSONAL NO SE ACABA NUNCA
En mi opinión, este título –que dice la verdad- parece bastante desesperanzador. Casi consigue que se quiten las ganas de seguir en este Proceso más o menos consciente en el que algunos estamos metidos para lograr lo mejor en el Mejoramiento y Desarrollo Personal.
El día que escribo esto ya llevo 34 años en este Proceso, con momentos de más atención e involucramiento personal y momentos en que parece que no le dedico atención y estoy en otras cosas. He escrito “parece”, porque quien decide ponerse en marcha ya no para nunca.
Si uno es consciente, los avances son más notables. Si uno no es consciente pero ha dejado instrucciones en el interior para seguir a pesar de la desatención, parece que sí sigue funcionando aunque sea en segundo plano y a un ritmo más lento.
Por lo que he comprobado en experiencia propia, y por lo que he escuchado de algunas personas que ya llevan años en el Camino, cuando uno cree que ya se puede relajar, que ya ha evolucionado y desarrollado bastante, aparecen nuevos asuntos personales a revisar, nuevas situaciones en las que se puede progresar, nuevos aspectos que se pueden mejorar.
Y esto, por supuesto, lejos de ser un motivo de frustración y decepción, ha de ser un confortador incentivo para seguir adelante. El descubrimiento de que aún se puede seguir mejorando es alentador. Uno toma consciencia de que su potencialidad aún se puede desarrollar más. Y uno mismo –y no su ego- se emociona. La emoción animadora y optimista es la que tiene que ser preponderante por encima de cualquier otra.
Uno no alcanza a ver el final –como ingenuamente pensaba que sí vería cuando empezó este Proceso- y entonces –como ya has leído- uno ha de tener cuidado para no dejarse llevar por la desesperación o por la frustración. A esas alturas del Camino se supone que la relación con uno mismo es cordial y amorosa, llena de comprensión y con un poco de sabiduría, y entonces ya debiera ser sencillo llegar a un acuerdo de buena convivencia, de sentirse satisfecho con lo comprendido hasta ese momento, con lo que se ha logrado integrar dentro de sí y ya forma parte de sí mismo, y es el momento en que se puede y se debe sentir paz.
La paz puede venir de darse cuenta de que ya se ha hecho un gran trecho de camino, de que hay cosas que son imposibles –como la perfección absoluta en todos los campos y decisiones y el conocimiento exhaustivo en todas las cosas y materias-, y que es mejor aceptarlo de ese modo que oponerse cuando están todas las posibilidades en contra.
Comprendemos que somos cuerpo y somos alma, que estamos aquí en las dos formas y que ninguna de las dos se debe desatender. Que la sintonía entre ambas ha de ser cordial y amigable. Que ninguna de las dos ha de tener celos de la otra ya que ambas han de convivir durante un tiempo juntas porque juntas nos forman.
La vida sigue hasta nuestro final. El Mejoramiento sigue hasta el último instante.
Quien ha probado la maravilla que es ir avanzando no quiere dejarlo. Sabe que tras cada aparente caída, tras cada fugaz desconsuelo, tras cruzar el oscuro desierto de la incomprensión aparece la luz y uno mira hacia atrás y ve que se encuentra más alejado del punto de inicio.
Uno sabe que sabe algo más que antes, nota que ha avanzado, siente una sensación interna nueva, hay una sonrisa en alguna parte que le anima a seguir y progresar.
A veces no se avanza rápido, porque uno incorpora muchas cosas a su mente y ésta ha de digerirlas, ha de confrontarlas con las que ya tenía almacenadas y decidir con cuál quedarse –siempre se ha dicho que es más difícil sacar las cosas viejas que meter las nuevas- y luego ha de volver a colocarlas bien, a relacionarlas con las existentes, y ha de hacer un sitio para las nuevas que se han adoptado con la intención de que se queden ya para siempre.
Sabemos más de lo que aparentamos saber. Y aceptar esto sin que se apropie de ello el ego es una tarea que se ha de llevar en silencio y sin grandilocuentes exhibiciones. El que no sabe, habla. El que sabe, calla.
Si estás en este Camino del Desarrollo Personal, enhorabuena. Has tomado el mejor Camino. Es una recomendación muy vieja, pero… “disfruta del camino y no te centres sólo en la meta”. La felicidad no está sólo en el destino sino en el Camino.
El Camino que estás haciendo en la mejor de las compañías: tú mismo.
Te dejo con tus reflexiones…