CÓMO ENCONTRAR LA PAZ.
En mi opinión, salvo las personas que le dan la preponderancia que requiere este asunto, el resto de personas no nos manejamos bien con esto de encontrar la PAZ, que se queda más veces en la utopía del deseo que en la realidad.
Es habitual admirar y hasta envidiar a quienes practican habitualmente la meditación, algunas disciplinas del yoga –no todas-, el budismo, los retiros espirituales, la contemplación mística y a quienes desprenden un aura de tranquilidad y bienestar personal. Esto estaría muy bien si lo tomásemos como una referencia de lo que queremos para nosotros y les imitásemos, y está muy mal cuando sólo lo dejamos en la envidia mala y nos sentimos excluidos de la posibilidad de ser como ellos.
La vida en el mundo, tal como la hemos construido, no ayuda nada a encontrarse y vivir en esa PAZ interna que después se manifiesta en una PAZ externa. Nos creamos demasiadas preocupaciones y urgencias que nos “obligan” a darles preponderancia y casi exclusividad; así es como nos lo hacen ver nuestra dejadez y nuestra pereza para poder justificar el hecho de aplazar una y otra vez esto de encontrarse con el Uno Mismo. Parece que eso es un placer reservado exclusivamente para los yoguis y los lamas.
Tal vez la prueba a superar en esta vida sea precisamente ésta: encontrar la PAZ entre tanto caos, entre tantos motivos que permitimos que nos alteren, entre tanta distracción y tentación. Nos olvidamos de nuestro interior, que es donde reside la PAZ y donde la mantenemos amarrada, encarcelada y en desuso.
La PAZ es un estado personal e intransferible. Está en uno mismo. La paz del campo o de los templos puede servirnos como preparación para el encuentro con la propia. De nada sirve sentirla en el exterior si no la sentimos en el interior. En el campo o en el templo se queda la paz cuando nos vamos y entramos de nuevo en el ajetreo de lo urgente y lo cotidiano y dejamos el propósito –primordial- de ENCONTRAR LA PAZ en el mismo montón donde reposan otras cosas pendientes.
Puede que la PAZ sea sólo alcanzar la conciliación con uno mismo, la óptima relación sin reproches ni excesivas exigencias, colocar con moderación las auto-exigencias para que no nos sobrepasen, poner las cosas en su sitio real y quitarles poder a algunas de las cosas que nos alteran y condicionan
“No podrás encontrar la PAZ si no eliminas antes los impedimentos que te impiden llegar a ella”. Y esto es imprescindible, no se trata de pretender instalar la paz en medio de una guerra: primero hay que acabar –por las malas o negociando- esa guerra. No hay que olvidar que somos nosotros quienes creamos nuestra visión e interpretación del mundo: desde la PAZ las cosas externas pierden agresividad porque uno sabe que, pase lo que pase en el mundo, su PAZ sigue dentro e intacta.
Lo que más desea una persona es estar en paz consigo misma. Aunque crea y ponga otras cosas por delante, lo que REALMENTE le importa es eso. Los conflictos en el mundo externo están y van a seguir estando y hay que acostumbrarse a convivir con ellos, pero los conflictos internos se pueden y se deben ir desmontando, resolviéndolos, clarificándolos, quitándoles importancia y protagonismo.
Uno de los modos de llegar a esa PAZ es prestando atención preferente a aquellas cosas que nos aportan energía positiva… y PAZ. Por ejemplo, viviendo sólo el momento presente, venciendo y eliminando los miedos, o aprendiendo a mantenerse en el Centro y a ser Uno Mismo. Todo trabajo que se haga en este sentido, será una muy buena inversión.
No hay que pasar por alto tres de las premisas que facilitan el acceso a esa PAZ: comprenderse, aceptarse y perdonarse. Mientras siga manteniéndose vivo el mínimo reproche seguirá siendo imposible el acceso a esa PAZ, porque no existe una “paz a medias” o una “casi paz”. O se merece las mayúsculas o estará siendo simplemente un sucedáneo, un autoengaño bienintencionado pero inútil. Se trata de conseguir que los asuntos desagradables externos no traspasen al interior; por supuesto que nos podemos afectar por cualquier cosa que nos pase –somos Humanos- pero lo de fuera que se quede fuera. Hay que hacerse auto-inmune a lo que altera.
La PAZ no aparece espontáneamente: hay que construirla y esto es una tarea personal e intransferible. La atención a ella y la dedicación AMOROSA y persistente hacia uno mismo pueden ayudarnos especialmente. Es un asunto prioritario: cómo nos sentimos en el interior lo manifestamos –a veces inconscientemente- en el exterior. La persona equilibrada, está equilibrada primero en su interior.
Es conveniente crear una PAZ sólida que sea duradera. La vida, vivir, y lo externo siempre van a estar ahí, así que hay que convivir con ellos ya que son inevitables y que no hay que utilizarlos como impedimento. Creo que no es conveniente aplazar el trabajo interno poniendo como excusa el jaleo externo y también creo que hay que compatibilizar ambas cosas de modo que convivan. Que la PAZ interna ocupe al principio un pequeño espacio pero que vayan adquiriendo notoriedad día a día hasta desarrollarse en toda su potencialidad.
“Encontrar la paz contigo mismo es aceptar no solamente lo que eres sino también lo que nunca vas a ser”. Ama tu bondad y tus dones, y ama tus limitaciones y tus carencias. La PAZ es el estado de quien no está perturbado por ningún conflicto o inquietud. Encontrarte con la PAZ y quedarte en ella va a depender de ti. Tú decides.
Estos son algunos artículos interesantes relacionados con este artículo:
PAZ INTERIOR, ¿CÓMO ALCANZARLA?
https://buscandome.es/index.php/topic,17605.msg20258.html#msg20258CÓMO ENCONTRAR LA PAZ INTERIOR Y SER FELIZ
https://buscandome.es/index.php/topic,16436.msg19041.html#msg19041CLAVES PARA ENCONTRAR LA PAZ
https://buscandome.es/index.php/topic,15932.msg18495.html#msg18495Te dejo con tus reflexiones…
