ATAQUES DE PÁNICO: UNA MUERTE ANUNCIADA.
Como si vieras tu propio fin acercarse, y no pudieras hacer nada para evitarlo.
Estás paralizado, tiemblas de pies a cabeza, algo te oprime el pecho y baila sobre él.
Los ataques de pánico son, por desgracia, mucho más frecuentes de lo que parecen. No están reservados para una pequeña minoría que vive situaciones extremas, y no deberían ser un tema del que se hablase con miedo a alzar la voz.
LAS RAÍCES DEL MIEDO: EXPLORANDO EL ORIGEN DE LOS ATAQUES DE PÁNICO
Las semillas de estos ataques se plantan en nuestra biografía, a menudo desde la infancia, y no siempre nos damos cuenta; ni nosotros, ni nuestras familias.
Con frecuencia, el acontecimiento que los hizo germinar en nuestra mente pudo ser algo aislado, una mota de polvo perdida en la memoria, algo de lo que, presuntamente, “no nos acordamos”.
Pero nuestro cuerpo lleva la cuenta, y nuestro subconsciente se acuerda de todo.
Las repuestas de lucha/huida que se activan por experiencias intensas se manifiestan así, con ansiedad, pánico, estrés… y el cerebro humano extrapola siempre que puede:
Todo lo que se asemeje o tenga componentes parecidos a aquel suceso… cuenta. Y me dispara.
DOS HISTORIAS DE ATAQUES DE PÁNICO REALES
Te cuento dos historias, reales, de dos pacientes.
EL TRAUMA INFANTIL QUE AFECTA LA VIDA ADULTA
El primero era muy pequeño cuando escuchó el estruendo de los petardos en las fiestas de su pueblo.
En principio, todo envuelto de un ambiente festivo, todo inocente y divertido… pero para él fue una sacudida y un susto brutal.
Después de una noche llorando y temblando, se le pasó, y tanto él como su familia dijeron bueno, ya está, un mal trago, pero está superado.
El propio paciente, diez años después, ni siquiera se acordaba de aquel incidente. Pero casualmente, uno de los motivos de consulta era el siguiente:
“Cada vez que me sobresalto por algún ruido fuerte, me siento mareado, me dan palpitaciones y me quedo quieto y con mucho miedo.”
Si alguien explotaba un globo o cerraba la puerta de un portazo, su mente extrapolaba y recreaba el mismo ataque de pánico de aquella noche, tantos años atrás.
EL TRAUMA COMPLEJO: CUANDO EL SUFRIMIENTO SE EXTIENDE EN EL TIEMPO
La segunda paciente acudía a consulta con el mismo pánico, pero perpetuado de una manera distinta.
Un evento puntual, como el de una noche de fiesta con demasiados petardos, es relativamente fácil de identificar. Pero cuando el trauma no es un suceso aislado sino un conjunto de ellos, a lo largo de muchos años, la situación cambia.
El trauma complejo son modelos de aprendizaje disfuncionales, respuestas de alerta cada día, un goteo interminable de disparadores.
Abusos, maltratos, padres abandónicos… Y aquí estaba la protagonista de este ejemplo.
¿QUÉ HIZO NUESTRA PACIENTE? DESPLAZAR LAS FOBIAS?
Toda el monto de inseguridad que le hacían sentir sus padres, la ambivalencia, la frustración… lo llevó todo a otro terreno.
Colocó la respuesta fóbica en los ascensores, por la sensación de atrapamiento y claustrofobia que llevaba tantos años sintiendo: era lo más parecido, y a su mente le bastó con eso.
Porque es muy comprometido admitir que los propios padres son el foco de todo; tienes que vincularte a ellos, sobre todo cuando aún eres un niño. No puedes verlos como desencadenantes, ¡eso sería casi una blasfemia!
Es mucho más simple echarles la culpa a los ascensores, o a las multitudes, o a los gérmenes… no puedo hacerme cargo de mis emociones hacia aquellos a quienes quiero (y me quieren), así que las desplazó a algo fácil de identificar.
¿CÓMO ABORDAR TODO ESTO?
Con una mirada incondicional, un buen vínculo terapeuta-paciente y un trabajo de investigación.
Para localizar ese desencadenante, ese conjunto de emociones reprimidas, y observar, mirar sin juicio, procesar.
Resignificar la experiencia, narrarla de nuevo siendo ya un adulto mucho más capaz, entender a aquel que fui, conocerse a uno mismo.
Los ataques de pánico pasan, y pasan mucho. Muchas personas los sufren, y no están rotas.
Hoy, ninguno de esos dos pacientes ha vuelto a sentir un ataque de pánico.
Mario Puente
https://www.psicologiapuente.com/ataques-de-panico-una-muerte-anunciada/
