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 ¿QUÉ ES UN PLAN DE VIDA? - 2ª parte.



Agosto 02, 2023, 07:19:05 am
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¿QUÉ ES UN PLAN DE VIDA? - 2ª parte.
« en: Agosto 02, 2023, 07:19:05 am »
2. Realiza un auto-análisis
El segundo paso en la creación de tu plan de vida consiste en reconocer los insumos de los que dispones para lograr lo que visualizaste. El principal insumo (del que todo otro parte) eres tú mismo. Por eso debes hacer un profundo auto-análisis; un diagnóstico de ti mismo.
Este ejercicio no solo te dará el material necesario para seguir adelante con la configuración de tu plan de vida, sino que, de hacerlo con sinceridad y profundidad, puede abrirte puertas que desconocías. El mayor tesoro de sabiduría se encuentra depositado en tu interior, siempre a la espera de ser desenterrado.
Es muy recomendable que para todo este proceso de la creación de tu plan de vida, pero muy en particular para esta etapa de autoconocimiento, busques un lugar tranquilo y silencioso, te desconectes de toda distracción innecesaria, te relajes, te tomes suficiente tiempo y disfrutes del proceso.
No tomes esto como un deber, sino como un regalo que te das a ti mismo.
Cada una de estas preguntas de guía que encontrarás a continuación puede tomarte muchísimo tiempo, así que, ya que tienes un objetivo concreto para este ejercicio, es recomendable que establezcas un límite temporal para cada una. Luego, si así lo consideras, puedes ahondar más en aquellas para las que veas que hay necesidad de ir más a fondo.
•   ¿Quién eres?
•   ¿Qué te apasiona?
•   ¿Quién quieres llegar a ser?
•   ¿Qué tienes a tu disposición para lograrlo?
•   ¿Qué se interpone en tu camino para lograrlo?
•   ¿Qué debes aprender, adquirir o mejorar para llegar a donde quieres?
•   ¿Qué oportunidades tienes a tu disposición de las que puedas sacar provecho para tener éxito?

3. Identifica tus valores
Cuando nos lanzamos a la caza de nuestros sueños debemos enfrentarnos a confusión, oscuridad y tormenta. Es normal; es la naturaleza misma de la evolución el hecho de que para avanzar sea necesario enfrentar crisis.
En esos momentos, la brújula, la estrella polar de un punto al que se quiera llegar, es indispensable, pero esta es solo una parte de las herramientas de navegación. El otro gran componente es el de los valores.
Seguramente habrás visto casos de personas que se perdieron a sí mismas en el camino ciego de lograr sus objetivos y que cayeron en el modelo del fin que justifica cualquier medio. Es fácil perderse en la terca obsesión de llegar al objetivo, pasando por encima de las bases que sostienen el camino hacia él.
Para evitar esto, el truco está en identificar de forma temprana cuáles son esos valores, esos principios de vida que no son negociables para ti y que quieres mantener sin importar lo que suceda. Al hacer esto, tienes en tu mapa de ruta; otro elemento que te mantendrá en el curso correcto.
Una vez hecha esta identificación, te darás cuenta de que te servirán para medir tus decisiones. Ya no solo dispondrás de la herramienta de preguntar si la opción que quieras tomar en una decisión te conduce efectivamente hacia el objetivo, sino que también puedes preguntarte si dicha opción está alineada con tus valores de base.
Como beneficio añadido está el hecho de que, cuando tienes tus valores claros, no estás sujeto a la variabilidad ética del mundo que te rodea (mira la historia; el mundo cambia sus valores tan rápido como nos cambiamos de ropa interior); de manera que te vuelves menos influenciable y más confiable como persona.
Este ejercicio de autoconocimiento centrado en valores puede conducirte a verdaderas sorpresas sobre ti mismo y eso te servirá también como materia prima para trabajar.
Ten en cuenta que puede suceder que un valor esté en tu lista de aquellos que quieres en tu vida, pero que aún no lo manifiestes de forma suficiente, por lo que se puede convertir a la vez en una meta.
Estas son algunas preguntas que pueden guiarte en el proceso, pero procura profundizar y pensar creativamente otras tantas que puedan ayudarte a ver más allá de lo evidente:
1.   ¿Cuáles son tus valores innegociables?
2.   ¿Cómo quieres ser visto por los demás?
3.   ¿Qué legado quieres dejar con lo que hagas?
4.   ¿De qué manera quieres impactar al mundo con lo que hagas?
5.   ¿Qué cosas estás en disposición de hacer para alcanzar tus objetivos?
6.   ¿Cuáles no estás en disposición de hacer de ninguna manera?

4. Establece objetivos
Este paso es la piedra angular de la construcción del plan de vida. Ya dispones de suficiente conocimiento sobre ti mismo para tener un panorama claro.
Ahora se trata de que aterrices esa información y conviertas tus sueños abstractos en logros materiales concretos. Entre más fácil sea cuantificarlos y reconocer si están siendo cumplidos, tanto mejor. Procura redactar una lista, de la extensión que consideres necesaria, de aquellos hitos concretos que quieres alcanzar.
Una buena práctica es señalar un gran objetivo para cada área de tu vida, de manera que tengas una visual más organizada. Ahora sí es tiempo de poner el pensamiento crítico en marcha y descender al plano de lo que es realista.
Tus objetivos deben ser específicos, medibles, alcanzables, relevantes y posibles dentro de un marco de tiempo (como verás en el siguiente paso).
Otro ejercicio que puede resultarte muy beneficioso es convertir cada uno de esos objetivos en una frase lo más contundente y atractiva posible. Piensa que esto será una especie de mantra, de frase motivacional, que te orientará, al tiempo que te da ánimos para avanzar, sin importar los obstáculos.
Mantén tus objetivos en un lugar visible (o varios) y revisítalos una y otra vez. Conviértelos en recordatorios constantes y con el tiempo quedarán profundamente incorporados en tu conciencia. Debes, a partir de eso, entrenarte, por repetición, a juzgar tus decisiones y acciones según estos objetivos. Si así lo haces, ya no irás a la deriva por la vida; tu dirección estará clara siempre.
Es posible que flaquees y caigas (a todos nos pasa). Eso no importa y, de hecho, es necesario que suceda. Siempre levántate y continúa. Aprende de tus errores y álzate sobre ellos; son peldaños para ascender.

5. Establece un marco de tiempo
El tiempo es un factor ineludible de nuestra existencia como humanos. Por más que queramos tener 48 horas cada día, tenemos que hacer lo mejor que podamos con 24, y si no las aprovechamos, las veremos pasar como agua en un río.
No permitas que la vida se te pase arrepentido por no haber tomado el riesgo de perseguir tus sueños.

Establece un marco de tiempo dentro del cual sea realista que logres cada uno de tus objetivos. Ten esos tiempos presentes. El uso de recordatorios de calendario y otras estrategias por el estilo seguramente te será de ayuda.
Al determinar un margen de tiempo para lograr lo que quieres, tienes la capacidad de organizar los pasos a seguir para llegar a la meta, en unidades concretas y realistas. Puedes entonces asignarte tareas puntuales cada mes, semana o día, según sea el caso. Es aquí cuando el plan de vida se convierte en un verdadero mapa, puesto que desglosas tus objetivos en pasos a seguir.
Para evitar que sea abrumador, es recomendable que primero descompongas, dentro del marco de tiempo determinado, cada uno de tus objetivos en hitos a alcanzar, a corto, mediano y largo plazo. Luego, dentro de cada hito, puedes hacer una lista de todos los pasos que consideres necesarios. Esto te dará mucha claridad con respecto a qué tienes que hacer a continuación en el plano del mundo material.
La dependencia encadenada entre unas y otras acciones, hitos y objetivos, en sincronía con el tiempo planteado, te marcará el ritmo que necesitas tener. Así, por ejemplo, puede que tu más grande objetivo dependa de ciertos aprendizajes previos.
Un caso típico es la necesidad de aprender o mejorar las habilidades en un idioma, como paso previo para tener una carrera exitosa dentro de un campo laboral específico. Si para tu plan de vida, como sucede a la mayoría de personas en nuestros días, es necesario el inglés, ya sabes que es algo que tienes que atacar cuanto antes.
Para que esos pasos que establezcas para llegar a tus metas verdaderamente se cumplan, debes aprender a usar de manera correcta tu tiempo y tus recursos. Muchos hemos aprendido esto a los golpes y sobre la marcha, pero no es necesario hacerlo de la manera dura.
 
6. Determina tus prioridades. Elige cómo vivir
Debes tener en cuenta una realidad: puedes tenerlo todo, pero no al mismo tiempo. El camino al éxito en la consecución de tus metas requerirá ciertos sacrificios. Esto es inevitable. Debes entonces hacer espacio en tu vida; desechar lo viejo para que pueda entrar lo nuevo.
Se trata de determinar qué es prioritario para ti ahora que sabes a dónde quieres llegar y tienes un mapa que te indica los pasos a seguir.
Es también importante recordar que para llegar a la meta, debes convertir estas elecciones de las prioridades para tu vida en una práctica constante. Debes generar hábitos positivos conducentes a la victoria. Para que dichos hábitos se generen, se requiere repetición, constancia y paciencia.
Pero esto trae un beneficio añadido y es que, por el mismo principio de que se debe dejar espacio quitando de una cosa para que venga otra, cada que integras en tu vida un buen hábito, uno malo será arrinconado y finalmente desechado.
Realiza un análisis de prioridades siguiendo estas preguntas:
1.   ¿Cómo está tu vida en este momento comparada con lo que quieres lograr?
2.   ¿Qué debes seguir haciendo?
3.   ¿Qué debes hacer mejor?
4.   ¿Qué debes empezar a hacer?
5.   ¿Qué debes dejar de hacer?
Una buena forma de abordar esto es evitar caer en el pensamiento de que el sacrificio en pro de las prioridades es un acto de privación. En cambio, puedes verlo como un acto de inversión.

Ahora que has identificado qué seguir haciendo, qué hacer mejor, qué empezar a hacer y qué dejar de hacer, has entrado en el territorio de los hábitos. Debes saber que una de las claves para tener éxito en el cumplimiento de tu plan de vida es crear, fortalecer y afianzar hábitos positivos que aporten bienestar, y erradicar los hábitos negativos que solo te restan.


7. Escribe tu plan de vida
Las bases están en este punto listas y solo falta que dejes volar tu pluma para consignar una especia de resumen de todo este trabajo. Este texto te servirá como un mapa más detallado durante tu viaje.
No hay un modelo absoluto para esto, permítete ser creativo, ponle cariño a tu plan de vida. Lo importante es que en él incluyas con claridad tus objetivos y los pasos a seguir para alcanzarlos. La idea aquí es tener un documento que te ayude a ver con orden y perspectiva qué hacer en cada momento.
Este será, por decirlo así, tu manual de usuario. Puede parecer una gran tarea, sobre todo si no tienes por costumbre escribir, pero te darás cuenta de que, al seguir esta guía paso a paso, para cuando llegues a este punto, tendrás todo listo y nada más será cuestión de organizarlo en el papel.
Verás que se siente como si se escribiera solo, porque construiste todo el edificio y ahora simplemente tienes que encargarte de los acabados.

8. Revisa periódicamente, modifica el rumbo, pivota
De vez en cuando, vuelve a tu plan de vida y relee. Durante ese ejercicio periódico podrás observar si con el tiempo te has ido apartando del camino trazado. Eso no es algo negativo. Tu ruta puede irse modificando porque inicialmente fue dibujada desde supuestos, sueños e ideales, pero cuando te vas enfrentando con la realidad material y sus retos, tienes que pivotar, cambiar drástica o sutilmente de curso y volver a encaminarte.
Debes entonces discernir si eres tú quien debe acomodarse para volver al curso inicial establecido, o si acaso tu plan necesita ajustes que lo mantengan alineado y aterrizado. Lo importante aquí es no violar ni tus valores ni tus objetivos profundos.
Eso sí, ten en cuenta que el proceso de transformación de perseguir con empeño tus sueños implica un constante aprendizaje y autoconocimiento, pues estás creciendo y evolucionando; no es raro que descubras que tus objetivos escondían otros más profundos, más relevantes y ambiciosos. Ese descubrimiento es una aventura maravillosa a la que es muy recomendable entregarse con gratitud y actitud aventurera.

9. Ponte en acción
Uno de los primeros obstáculos a vencer en cualquier empeño es reunir la suficiente fuerza de voluntad para arrancar. Tal y como cuando vas a subir una cuesta en bicicleta y la primera pedalada requiere una enorme cantidad de energía. No es gratuito que el proverbio diga que “un viaje de mil millas empieza con un solo paso”. Hay que ponerse en acción.
La ventaja a tu favor es que el mismo ejercicio de este proceso de 9 pasos se convierte en un poderoso dispositivo que reúne, organiza y focaliza tu fuerza de voluntad; de manera que esa pedalada inicial fluya con mucha facilidad. Te sorprenderá posiblemente con cuánta.
Sin embargo, es fundamental no caer en el engaño (y esta es una treta que a todos nos ataca al intentar salir de nuestra zona de confort) de pensar que ya llegaste por el hecho de haber hecho este trabajo inicial. No hay duda de que habrás ganado mucho terreno al hacerlo, pero hay que pasar del papel a la acción.
Seguro habrás recibido montones de grandes revelaciones sobre ti mismo durante el proceso. Ahora es tiempo de elevar tu vida a la altura de todo eso que has recibido, mediante la puesta en marcha de las acciones concretas que determinaste en la escritura de tu plan de vida.

https://platzi.com/blog/que-es-un-plan-de-vida-crea-el-tuyo-en-9-pasos/


 

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