CÓMO VENCER EL DESÁNIMO.
RESUMEN:
• A veces nos vence el desánimo, y no sabemos muy bien por qué. Son esos momentos en lo que todo te parece gris, y es como si las cosas perdieran sentido.
• Puedes sentir desánimo alguna vez, porque eres humano: pero no debes quedarte atrapado en él.
• “Cuídate mucho – porque tú eres el instrumento de tu propia vida.”
• El agradecimiento es el antídoto definitivo contra el desánimo: es imposible sentirte agradecido y desanimado a la vez
• En este episodio vas a comprender por qué a veces nos sentimos desanimados sin motivo aparente, y qué puedes hacer en esos momentos para recuperar la alegría y la motivación.
CÓMO VENCER EL DESÁNIMO (TEXTO COMPLETO)
¿A veces te vence el desánimo, y no sabes muy bien por qué? ¿De vez en cuando sientes que has perdido tu chispa, que te cuesta seguir adelante con tu vida o con tu trabajo?
No me refiero a que te haya ocurrido una desgracia, o un accidente: me refiero a ese desánimo extraño que sentimos a veces cuando no ha pasado nada que lo justifique. Me refiero a esos momentos en los que todo te parece gris, y es como si las cosas perdieran sentido.
En este episodio voy a hablarte de por qué nos sentimos desanimados a veces, y voy a explicarte cómo vencer el desánimo y cómo recuperar tu alegría de vivir.
¿QUÉ ES EL DESÁNIMO Y CÓMO LO VIVIMOS?
«Las decepciones van y vienen. El desánimo, en cambio, es una decisión que tú mismo tomas» —Charles Stanley
A veces en la vida nos suceden desgracias: en esos momentos nos sentimos tristes, y esa emoción es normal. Necesitamos un período de duelo para superar la pérdida. Pero hoy no me refiero a esos momentos.
Me refiero a esas otras ocasiones cuando nos sentimos tristes o desanimados sin una razón concreta: de eso quiero hablarte hoy.
Todos hemos sentido esa sensación alguna vez: cuando no ha pasado nada grave, y sin embargo parece que las cosas no tienen sentido, y nos faltan la motivación y el empuje para seguir adelante.
Lo primero que quiero decirte es que esta sensación es normal, y humana: nos sucede a todos alguna vez.
Puede tener razones fisiológicas: por ejemplo, dormir poco o mal, o una mala alimentación, o la falta de actividad física, todo esto puede afectarnos mucho en nuestro ánimo, sin que sepamos muy bien lo que nos está pasando.
Y otras veces es, simplemente, un mal manejo de nuestros pensamientos, porque no estamos entrenados para gestionar lo que pensamos.
Todos podemos sentirnos así puntualmente. Pero, sea cual sea la causa del desánimo, si te permites a ti mismo permanecer demasiado tiempo en ese estado, se trastoca tu manera de ver el mundo. Puedes llegar a perder la energía, la vitalidad, la voluntad. Incluso puedes llegar a pensar que nada de lo que haces tiene sentido.
Y en un estado así puedes tomar malas decisiones. Por ejemplo:
• Puedes dejar pasar oportunidades en tu vida y en tu trabajo, porque no tienes energía para asumirlas.
• Puedes postergar una decisión importante, o quedarte estancado en una situación que no te gusta.
• Puedes dejar de hacer actividades que te hacen bien, como el deporte, salir con tus amigos o leer.
• Puedes caer en la inactividad, en la tentación de encerrarte y no hacer nada.
Por eso, volvemos a lo fundamental: todos podemos sentirnos desanimados puntualmente, pero es muy importante no quedarnos estancados, atrapados, en esa emoción, y aprender a gestionarla.
7 CLAVES PARA VENCER EL DESÁNIMO
Por eso, ahora voy a darte 7 claves prácticas para vencer el desánimo en esos momentos, que van a ayudarte a recuperar la motivación y la energía y a sentirte mejor.
1. Identifica qué es lo que te desanima
El primer paso es identificar cuáles son las causas que te hacen sentir así. Como te decía antes, muchas veces nuestro estado de ánimo está afectado por nuestra fisiología. Por ejemplo, si hemos dormido poco o mal, si hemos hecho una mala comida, si tenemos sobrepeso o alguna adicción, todo eso nos afecta mentalmente y puede hacer que nos sintamos desanimados.
En estos casos, lo importante es identificar el problema de origen, hacernos conscientes de él, y ponerle una solución lo antes posible.
Y la herramienta más poderosa que tenemos para hacerlo son nuestros hábitos. Intenta dormir lo suficiente, come bien, haz ejercicio moderado, es decir: cuida tu estado físico, porque afecta directamente a tu estado mental.
Otras veces, la causa de tu desánimo puede ser un poco más profunda. Entonces es importante que hagas un ejercicio de introspección y que te pares a pensar por qué te sientes así.
¿Recuerdas otros momentos en los que te hayas sentido desanimado? ¿Cómo los superaste en esas ocasiones? ¿Hay algún asunto o alguna relación concreta que te preocupa?
Cuando identifiques que es lo que te está generando ese malestar, habrás dado un paso enorme para solucionarlo.
2. Cuida tu diálogo interno
La segunda clave para vencer el desánimo es cuidar tu diálogo interno.
Fíjate en una cosa: tú, como ser humano, eres el ser más evolucionado del planeta tierra. Al menos fisiológicamente, otra cosa son las decisiones que tomamos. Y el instrumento más evolucionado que tienes es tu cerebro, que te permite no solo vivir, sino vivir conscientemente, sentir emociones, e imaginar.
Y, sin embargo, muchas veces es precisamente esa capacidad superior la que nos hace daño: porque no sabemos manejarla. Es precisamente nuestra inteligencia, esa capacidad de recordar el pasado y de imaginar el futuro, lo que nos hace daño, porque nadie nos ha entrenado para usar bien un instrumento tan poderoso.
Y, de esa manera, pasamos nuestro tiempo lamentándonos del pasado, de cosas que ya no podemos cambiar; y también imaginando el futuro con miedo y con preocupación, cuando ni siquiera existe aún.
Por eso, cuando aprendes a relativizar y a no fusionarte con lo que piensas, vas a evitarte muchos momentos bajos y de desánimo.
3. Concéntrate en tu propósito
La tercera clave para vencer el desánimo es tener un propósito superior que te importa profundamente, y centrarte en él.
Mira, la vida de la mayoría de la gente es como la llama de una vela. Cuando sopla un poco de aire la vela tiembla y se desvía, le afecta cualquier cosa que pase a su alrededor.
En cambio, hay personas que viven en lo que yo llamo modo láser: estas personas eligen un propósito grande y hermoso, que tiene verdadero sentido para ellos, y se centran en él. Y por eso su ánimo y su motivación no se desvían por las circunstancias o por el momento. Porque, igual que un láser, tienen un foco potente y verdadero. Centran en eso sus pensamientos y su energía, y eso hace que casi no permitan espacio para los pensamientos negativos o para el desánimo.
Pregúntate a ti mismo: ¿cuál es mi propósito profundo? ¿Qué hay en mi vida que le de sentido a levantarme cada día? Ya lo sabes: vivir en modo vela o en modo láser es tu decisión.
4. Rompe el contexto
La cuarta clave para vencer el desánimo es saber romper el contexto cuando te ocurra. ¿Y a qué me refiero con romper el contexto?
Mira, cuando estamos mal sin un motivo claro, no nos pasa de repente. Nos vamos deslizando poco a poco en ese estado, hasta que estamos tan mal que ya no sabemos salir de él.
En estos casos, es importante que seas consciente de lo que te está pasando, y que cambies la situación en la que te encuentras. Si estás en tu casa, sal a dar un paseo o a correr, o llama a un amigo para charlar. Muchas veces basta con cambiar tu situación, el contexto que te rodea en ese momento, para que mejore tu estado de ánimo.
5. Rodéate de personas positivas
La quinta clave para vencer el desánimo es acercarte a las personas positivas que tienes en tu vida. Me refiero a esas personas que tienen buena energía, que te aportan, que te suman.
Los humanos somos seres sociales. Necesitamos la compañía, el afecto, la interacción con otros.
Por eso, si estás pasando por un momento difícil y te sientes desanimado, desmotivado y sin ganas de nada, no te aísles: al contrario, empieza a sumar.
Provoca encuentros con tus amigos, con tu familia. Con esas personas con las que puedes hablar con confianza y que te dan sus visiones desde el cariño. Y si no puedes verlos llámalos por teléfono, o escríbeles. Mantén el contacto con las personas valiosas de tu vida.
Y aplícalo también en el sentido inverso: si tienes cerca personas muy negativas, que te critican o te roban energía, procura reducir el contacto con ellas. Como decía Jim Rohn, «somos la suma de las cinco personas que tenemos más cerca». Tenlo en cuenta.
6. Conecta con la naturaleza
La sexta clave para vencer el desánimo es conectar de vez en cuando con la naturaleza, que de alguna manera es conectar contigo mismo.
Porque los seres humanos no estamos hechos para estar encerrados y sentados en un sofá. Eso puede ser cómodo, pero no es bueno, ni para nuestro cuerpo ni para nuestra mente.
Cuando sales a la naturaleza a hacer senderismo, en bicicleta o aunque solo sea para dar un paseo, estás activándote físicamente y a la vez estás conectando con la vida que te rodea, y con tu propia vida. La actividad física, mirar otros seres vivos, te recarga de energía y cambia completamente tu estado de ánimo.
7. Da las gracias
Y la séptima y última clave para vencer el desánimo es dar las gracias. Porque cuando te enfocas en las cosas y en las personas buenas que tienes en tu vida, te conectas con tu vida.
Piensa en todas esas cosas, y párate a apreciarlas de verdad. Este ejercicio va a ayudarte a ver tu vida desde una perspectiva más positiva. Y ponte como meta ser agradecido de forma sistemática, por ejemplo agradeciendo cada mañana cosas distintas.
Acostúmbrate a dar gracias a diario por lo que tienes: vas a comprobar cómo este hábito tan simple mejora tu ánimo, y cómo empiezas a sentirte más tranquilo y más feliz.
Porque el agradecimiento es el antídoto definitivo contra el desánimo: es imposible sentirte agradecido y desanimado a la vez.
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