7 TIPOS DE EQUIPAJE EMOCIONAL: ¿CUÁL LLEVAS TÚ?
¿Sientes cierta insatisfacción vital? ¿Percibes que, vayas donde vayas, hay ciertas cargas en ti que te impiden ser feliz? Los problemas emocionales no resueltos pueden actuar como un gran lastre. ¿Y si los identificamos para poder hacerles frente? Descúbrelo.
Metas en las que fracasamos una y otra vez. Relaciones que nos decepcionan y que rara vez duran. Darnos cuenta de que no sabemos muy bien qué estamos haciendo con nuestra vida. Sensación de estar en una especie de montaña rusa, con épocas de ilusión y largos periodos de estrés y desasosiego. ¿Te sientes identificado con alguna de estas experiencias?
Muchos de nuestros sinsabores actuales tienen que ver con asuntos emocionales no resueltos. En esa dimensión entran infinitas vivencias que pueden ir desde una infancia difícil, hasta factores estresantes continuados, pasando por rupturas de pareja no superadas. El devenir nos golpea de diversas maneras y no siempre tenemos habilidades para encarar cada suceso.
Ese cajón desastre conformado por heridas del ayer y nudos sin resolver crea lastres en nuestro bienestar. Nuestra personalidad puede incluso cambiar, nos volvemos más inseguros, más retraídos y suspicaces ante el temor de que el dolor aparezca de nuevo. Sin embargo, cuando el equipaje emocional no se desempaqueta e higieniza del todo, el sufrimiento siempre está ahí.
Solo cuando identificamos el tipo de carga que llevamos con nosotros seremos capaces de abordarla y aligerar pesos. Profundicemos en ello.
Miedo, vergüenza, inseguridad, estrés crónico… Nuestro equipaje emocional lo conforman muchas “piedras” que acabamos cargando sobre nosotros en lugar de aprender a liberarnos de ellas.
Cada día puedes estar elevando tu carga emocional al dar forma a pensamientos que alimentan tu propio sufrimiento.
TIPOS DE EQUIPAJE EMOCIONAL QUE PUEDEN ESTAR CONDICIONÁNDOTE
El equipaje emocional es la combinación de problemas que se acumulan cuando no hemos aprendido aún adecuadas estrategias de afrontamiento. ¿Qué tipo de “porteador” crees que eres? Decimos esto porque, de algún modo, cada uno de nosotros llevamos algún tipo de peso de más en nuestro interior. Es ese elemento que veta, frustra y limita el poder llevar una vida plena.
La mayoría de esas dificultades emocionales tienen su inicio en la infancia. Esto explica nuestra dificultad a la hora de manejar esas realidades complejas que nos han impedido florecer de manera auténtica en la edad adulta. Así, un estudio de la Universidad Noruega de Ciencia y Tecnología, por ejemplo, destaca cómo este tipo de lastre deja a las personas atrapadas en malos hábitos de los que no saben cómo salir.
Las familias disfuncionales y sus dinámicas desgastantes son, casi siempre, ese epicentro que nos distorsiona emocionalmente. Ya desde niños arrastramos, metafóricamente, una serie “piedras psicológicas” que añaden un peso insufrible a nuestra capacidad de sentirnos bien con nosotros mismos. Diferenciar los diferentes tipos de equipaje emocional nos será de ayuda.
El resentimiento es uno de los equipajes emocionales que más suele acompañarnos. Es el resultado de lo que pudo ser y no fue, de las traiciones y decepciones.
1. El equipaje de la vergüenza
Cuando pensamos en la vergüenza, visualizamos al clásico niño que se pone rojo cuando tiene que dirigirse a alguien. Sin embargo, detrás de esta emoción hay experiencias, percepciones y pensamientos muy lesivos. La vergüenza es la autopercepción de que uno es defectuoso, de que no es válido ni lo bastante bueno para cualquier cosa que se proponga.
La universidad de Exeter, en Reino Unido, destaca en un trabajo la relación de esta emoción con los traumas. Haber vivido una serie de hechos adversos deja en nosotros la impronta indefinible de esa sensación, la de la vergüenza. Es un peso que coarta, que asfixia y lo limita todo.
2. Las pérdidas no superadas
Hay duelos que se vuelven crónicos, transformándose en vacíos que no dejan vivir. Perder a un ser querido, a una figura significativa, es uno de los tipos de equipaje emocional más comunes y más dolorosos.
La muerte de un padre en la infancia, de una pareja en nuestra madurez o incluso la vivencia de la pérdida de un hijo, configura un dolor profundo que no siempre se resuelve.
3. Los miedos, monstruos silenciosos
Hay miedos adaptativos y miedos que se convierten en gigantes que nos abrazan en cada momento. Lo hacen hasta el punto de impedirnos cualquier movimiento: amar, trabajar por nuestros sueños, relacionarnos, desarrollar nuestro potencial. Los temores tienen muchas formas, pero buena parte de ellos son del todo irracionales y poco prácticos.
4. El resentimiento de los corazones rotos
Uno de los tipos de equipaje emocional más frecuente tiene que ver con el resentimiento. ¿Quién no se ha llevado una decepción alguna vez? Casi todos, pero hay quien no trata esa herida y la hace más y más grande, alimentándola con pensamientos negativos, con frustraciones y hasta odios.
Porque lo que pudo ser y no fue duele, porque las traiciones a veces se convierten en traumas. Sobre todo, si esos desaires provienen de personas que amamos. Vivir con rencor sin ser capaces de perdonar o, simplemente, aceptar y dejar i, conforma un tipo de sufrimiento muy común.
Nuestros traumas configuran un tipo de heridas internas que, como pesos, todo lo aplastan y condicionan. El peso de esas realidades nos impide poder lograr objetivos, ser dueños de nuestras vidas.
5. El estrés crónico que acumulas con el tiempo
En ocasiones, las demandas que te llegan desde fuera superan a tus recursos y todo te supera. Es más, puede darse el caso de que tu exigencia excesiva esté llevándote a un estado de estrés constante del que no te das cuenta. Buena parte de nuestro equipaje emocional llega de esas realidades que no solucionamos y que dejamos en piloto automático.
Tomar conciencia de ese estrés silencioso que, como un ruido persistente, está vetando tu bienestar, es algo esencial.
Nuestros lastres emocionales tienen mucho que ver con experiencias tempranas con nuestros cuidadores.
6. El okupa de tu mochila: tu diálogo interno negativo
Uno de los tipos de equipaje emocional que tampoco vemos tiene que ver con el modo en que nos hablamos. El diálogo interno negativo es ese inquilino molesto y dañino que adora infravalorarte, aniquilar tu autoestima y emborronar tus sueños. El modo en que te hablas tiene mucho que ver con cómo te hablaron otros y esto es algo de lo que debes ser consciente para corregir.
7. La culpa, el grillete que no te deja respirar
La culpa es como un duende malévolo que nos recuerda cada día eso tan malo que hicimos en el pasado. No hay día que no sientas ese peso, ese grillete que duele, que te evoca el daño que le causaste a alguien. En caso de no afrontar y de resolver esa situación, puede quedarse para siempre en tu registro mental. No es lo adecuado…
APRENDER A SOLTAR…
¿Qué hacer con esa mochila emocional en la que se esconden los duelos no resueltos, los rencores, los miedos o las piedras de la culpa o los miedos? Al igual que un día hiciste ese equipaje ceniciento, incluyendo dichas realidades en tu interior, es momento de retirarlas, de “desempacar” lo que lleva ahí demasiado tiempo.
Tienes que dejar fuera lo que hay dentro, darle presencia y entender que no mereces caminar más con dicho sufrimiento. No dudes en solicitar ayuda profesional si lo necesitas. Porque si bien es cierto que hay que encontrar fuerzas para realizar tal tarea, llevarla cabo nos cambiará la vida. Nuestros pesos emocionales son heridas, problemas y vacíos que debemos atender lo antes posible.
https://lamenteesmaravillosa.com/tipos-equipaje-emocional/