El ESTALLIDO DE LA PRIMAVERA
“La primavera de aliento profundo se ríe de todas las penas del mundo”
(Gabriela Mistral)
Las lilas y los limoneros ya están florecidos, vestidos de gala para recibirla.
El viento ha soplado fuerte barriendo las últimas hojas secas que dejo el otoño y los días desolados del invierno.
Llega en el cumplimiento de su ciclo y de su encargo; mensajera e incitadora a la renovación y a la alegría, para eso viste sus multicolores galas el verde que representa la esperanza; el violeta, la espiritualidad, el amarillo la energía; por nombrar solo algunos.
Se hace acompañar también de mil aromas y de la algarabía de las aves, para llamar la atención y despertar a lo que aún están en la modorra del ya pasado frío.
Llega plena de sol, de luminosidad y de energía. Dispuesta a regalar sus dones si estamos en disponibilidad de recibirlos. Para eso hay que percibirla no solo con todos los sentidos, eso sería conformarnos con solo un atisbo de su luz.
Hay que abrir de par en par las puertas del espíritu, que todo nuestro ser interior se inunde y si hay alguna turbulencia que opaque la consciencia con esta nueva claridad se limpie y se muestre trasparente.
Brille en nosotros la luz de una nueva primavera que se nos regala; y se refleje en actos de amor.
Porque es una especial muestra de amor del Ser supremo manifestado claramente; en EL ESTALLIDO DE LA PRIMAVERA. Siempre igual y siempre nueva.
20 de Marzo de 2012