AMAR DESDE EL CENTRO DE NUESTRO CORAZÓN … ¿De qué otra manera si no? (comentario al libro “LA MAESTRÍA DEL AMOR” de Miguel Ruiz)
Parece obvio que el amor proviene del centro de nuestro ser, que el AMOR en mayúsculas es un sentimiento puro y desinteresado, que nos hace crecer como personas, que nos pone en contacto con nuestro prójimo, que nos ayuda a comprender el sufrimiento.
Cuando AMO veo en los ojos del otro a mí misma, sus miedos, sus dudas, sus bloqueos dejan de tener importancia para mí, porque más allá de todo, está su SER en contacto directo con MI SER.
Cuando AMO no confundo lo que parece y lo que es. Sé que todos tenemos errores, malos pensamientos, acciones erróneas, pero eso no me confunde, tampoco es realmente relevante para amar. Para AMAR sólo es necesario verte en el otro y ver en el otro a Dios.
Cuando vamos un poquito más allá de condicionamientos, de deberías, de prejuicios sociales… nos encontramos al ser humano desnudo. Ese ser humano es el que requiere nuestro AMOR.
¿Amo a mis amigos porque me dan su amistad o por su esencia?, ¿amo a mi hija por nuestros lazos de sangre o por ser quien es, libremente?,¿amo a mis conocidos porque todo “va sobre ruedas”?...
¿Hasta qué punto AMAMOS cuando amamos con condicionamientos?
¿No será que nos confundimos?
¿No será que lo que realmente llamamos amor no es más que condescencia, comodidad, dependencia…?
Cuando me preguntó a mí misma si AMO, trato de pensar ¿Cómo amaría Jesús?... me lo imagino, pleno, perfecto con los “publicanos”, compartiendo la mesa con “pecadores” (tal como le acusaban los fariseos)… ¿Juzgaría él?
Cuantas veces me descubro que lo que creo que es AMOR no es sino pseudo-amor…. pero es tan cómodo… amar a quienes te aman, ¡es tan cómodo!, amar a quienes opinan bien de mí… ¡es tan cómodo!.
Así que, pensándolo bien, no creo que haya categorías de AMOR. No Creo. SE SABE AMAR o no se sabe. No se trata de que sepamos amar en unas circunstancias y en cambio en otras no.
¿Cuándo se sabe AMAR? Cuando nos hemos abierto al amor…. y eso sólo sucede cuando curamos nuestras propias heridas de desamor, nuestro dolor emocional, nuestras carencias, nuestros deberías y descubrimos ese amor verdadero que existe dentro de nosotros… entonces SABEMOS AMAR, porque se trata simplemente de dejarlo fluir, dejar que brote desde el fondo de nuestro corazón.
El libro la MAESTRÍA DEL AMOR, del Dr. Miguel Ruiz, trata precisamente de eso, de SABER AMAR. Os lo recomiendo, así como el magnífico best-seller "los 4 acuerdos"