La tristeza anida en el corazón cuando te ves acorralada en un mundo sin sentido en el que sólo hay cosas superficiales, pero nunca encuentras ese mundo en el que se pueda hablar de todo, menos de cosas vanas que no llevan más que a la infelicidad de aquellos que no valoran lo que ven ni sienten, porque todo es una gran burbuja en donde se trata de reír y reír, y no dar nada sin recibir, donde todo es hacer sentirse culpables a los demás de lo que a uno le falta, y no es consciente que todo hay que trabajarlo porque es así cuando valoras lo que tienes, pero la vida enseña que esa burbuja se puede romper y es entonces cuando tú tienes que tomar las grandes decisiones y escoger ese camino que nunca quisiste tomar.
La desesperanza crece cuando no tienes la seguridad de que tú puedes vencer la adversidad despacito y con perseverancia, que no todo es negro ni todo blanco, si no que hay muchos colores que tú puedes elegir cuando te pones manos a la obra y empiezas de verdad a sentir lo que quieres, empiezas a no dejarte manipular por lo que ves, y afianzas tu forma y tu ser,porque siempre tienes la creencia de que no puedes,pero la vida ya pone bastantes trabas para que seas tú misma la que te pongas las zancadillas.
Las desilusiones son cuando no sabes qué hacer, cuando te cierras y te anidas en un pasado, cuando te sientes impotente y no te dejas mirar a lo lejos el horizonte,porque sólo buscas lo menos bueno, pero cuando te das cuenta de que el pasado debe de servir para aprender y evolucionar es cuando realmente empiezas a caminar y a saber que tienes los suficientes dones para superarte, para aprender, para no ser objeto de nada ni de nadie, cuando sabes lo que eres, cómo eres y lo que quieres, y sabes que tienes libertad porque solo tú eres dueña de ti misma, que el amor no implica poder pero sí respeto hacia la persona; no implica no poder moverte, sino que es un tira y afloja con diálogo, cariño, y ternura, pero todos iguales y nada es de nadie, porque solo así se puede seguir y avanzar y no tirar la toalla antes de tiempo.
La preocupación más grande es la soledad que sientes cuando no sabes que ésta te puede ayudar a avanzar y a conocerte, y buscas refugio en aquello que quieres sentir confundiendo muchas veces las cosas por no saber cómo salir de ellas, pero la vida te enseña a estar y a ser, a seguir adelante pase lo que pase, porque siempre hay personas que lo necesitan, porque no eres la única, y porque aunque a veces creas ser el ombligo te das cuenta que el mundo existe porque esas personas también están ahí y sufren, luchan, sacan coraje de donde no lo hay, y sonríen a pesar de todo.
La alegría es que cuando aprendes que siempre hay un antes y un después, cuando pasas ese momento de impotencia dolor, y dejas de creerte víctima de algo -que no es tan grande nunca como parece-, te das cuenta que todo hay que valorarlo, que siempre hay que decir lo que se siente sin herir; empiezas a sentir tu luz y así lo manifiestas, porque es grande la fuerza que tienes para ello, y vas cambiando tu manera para poder apreciar todo detalle; toda persona que esté en frente sabe qué puertas cerrar y cuáles abrir, y evolucionas a un ser que si se consiguiese siempre todo esto cambiaria mucho, pero vas mostrándote sin engaños, sin tapujos, porque no lo necesitas, no tienes que hacer el papel de otra para ser más fuerte o menos fuerte, eres tú tal y como eres, y sabes que no todos te van a aceptar, pero tampoco te van a rechazar, y sigues el camino de la vida, y vas sembrando lo que sabes y sientes, y así se logra cambiar lo que te rodea: un poco sin mentiras, con diálogo, con amor ,con sinceridad, y teniendo valores suficientes para mostrar que la vida es algo mas de lo que se ve.
EstheR SO, sé feliz.
(Esther Sánchez Orantos)