OBSTRUCCIÓN DE LAS ARTERIAS CORONARIAS QUE LO CAUSA VERDADERAMENTE.
EL COLESTEROL NO CAUSA PROBLEMAS CARDIACOS.
Cuando escuchamos de enfermedades cardiacas y que alguien murió de repente sin estar enfermo del corazón inmediatamente pensamos que esa persona sufrió un infarto, y que la causa principal era que tenía las arterias coronarias tapadas de colesterol.
A pesar de las recomendaciones de las dietas bajas en grasas, altas en carbohidratos y del aumento en el consumo de drogas para bajar el colesterol (estatinas) miles de personas día a día siguen muriendo de enfermedad cardiaca mucho más que antes.
Entonces queda bien claro que para enfermarse del corazón, tenemos que tapar las arterias coronarias y hacer que el flujo de sangre hacia el corazón disminuya lenta y gradualmente hasta que este se infarte por la falta de oxigeno.
Para tapar las arterias coronarias de colesterol, necesitamos que sus paredes estén inflamadas, la causa principal de que el colesterol se pegue en las arterias.
La inflamación es una respuesta natural de defensa del cuerpo ante la invasión de un virus, bacteria o toxina. Este ciclo inflamatorio es perfecto siempre y cuando sea corto y agudo; pero si se vuelve crónico, es decir repetitivo y constante (varias veces al día o todos los días), se empeora y el daño arterial va creciendo.
Este sería el ejemplo más simple de una inflamación crónica: tómese un momento para visualizar la pared interior de sus vasos sanguíneos e imagínese frotando su interior con un cepillo de cerdas duras repetidamente hasta que se vuelva rojo y llegue a sangrar. Hacer esto todos los días, varias veces, por cinco años, sería imposible de tolerar y aumentaría el dolor, inflamación, hinchazón e infección y empezaría a causar daño. Esto es lo que está pasando en su cuerpo ahora mismo.
El azúcar refinada causa la inflamación arterial: el de las harinas de panes, pastas, brownies, bollo, buñuelo, pancake, arepa harina, galletas, pudines, roles de canela.
Este tipo de azúcar produce picos altos en la sangre, elevándola y haciendo que el páncreas produzca insulina extra para distribuirla en las células. Y el exceso, la almacena como grasa. Pero, el consumo exagerado hace que quede azúcar circulando en la sangre, que se une a la proteína y causa daño arterial, igual que cuando se derrama un frasco de miel de pancake sobre el teclado de un piano o computador.
Lo que inflama y daña la pared arterial es el azúcar extra que queda circulando en la sangre, que se une a la proteína y actúa como un papel de lija al frotarse en el interior de los delicados vasos sanguíneos.
Otro de los componentes que inflama la pared arterial es la grasa Omega 6, que está en todas las carnes animales y productos fritos con aceite de soya y maíz, vitina y margarina astra, etc. En exceso, esta grasa en nuestras células hace que las membranas celulares produzcan una sustancia llamada citoquina, causante de inflamaciones en la pared arterial.
Con relación al Omega 3, que es una grasa antiinflamatoria, debe tener una relación normal con el Omega 6 de 3 a 1, es decir tres moléculas de omega 3 por una de omega 6. Pero en este medio donde la alimentación es rica en carnes y harinas esta relación es anormal y se ven relaciones de 15 a 1 y de 30 a 1, ambos radios resultan muy patológicos y causantes de enfermedades cardiacas.
El cirujano cardiovascular de los Estados Unidos Dwight Lundell, quien ha operado a más de 5 mil pacientes con arterias tapadas, reconoce el error de catalogar a todas las enfermedades cardiacas como consecuencia del colesterol elevado en la sangre, admitiendo que el común denominador de los problemas del corazón es la inflamación de la pared arterial.
Consejo de la semana
Si comemos regularmente frutas, verduras, semillas y vegetales, cubriremos nuestras necesidades.
Por Alejandro Segebre