EL PODER DEL FONDO
"A través del trabajo de investigación descubrí el poder de nuestro fondo. Apareció aquí este personaje: el fondo.
Descubrí que nosotros somos constantemente una expresión, pero una expresión de algo que está surgiendo de nuestro fondo, y que nosotros acostumbramos a vivir las cosas en su manifestación más periférica.
Es como si en nosotros hubiera tres planos distintos: el plano de lo exterior y lo relacionado directamente con lo exterior, mis actitudes, mis ideas, etc. un plano medio que podríamos llamar de resonancias subjetivas, de estados interiores, de reflexión mental, de sensaciones, y luego un plano más profundo de donde está surgiendo toda la capacidad de vivir, de donde está surgiendo toda la energía a nivel biológico, a nivel de voluntad, y de donde está surgiendo toda la capacidad de sentir, de amar y toda la capacidad de ver y comprender.
Y que el meollo del asunto está precisamente en este fondo, porque este fondo es como si dijéramos la fuente de un modo inmediato, de donde está surgiendo toda mi capacidad de existir concretamente.
Y ese fondo, cuando uno trabaja, descubre, que en sí tiene una potencialidad, una realidad, una afirmación total: Es.
Es pura potencia, pura realidad inmediata: Es.
No depende de nada; su naturaleza es, podríamos decir de una energía concentrada, que nos da una conciencia inmediata de ser aquí y ahora. En ese nivel profundo no hay formas. Las formas se adquieren a través de los niveles superficiales. Entonces ahí es donde se vive una realidad profunda de ser, una realidad profunda de sentir y una realidad profunda de ver, y de conocer, pero inespecífico, sin formas.
Cuando os hablaba del tema del yo idea, os decía que se formaba y nos identificábamos con él, paralelamente al hecho de que nos desconectábamos del fondo. Pues bien, este es el fondo.
Cuando uno puede empezar a descubrir este fondo, al principio se siente muy bien; seguramente que todos tenemos experiencias de habernos sentido muy profundamente seguros, fuertes, sólidos, etc.
El problema es que esto, luego parece desconectado del modo de vivirnos en la vida diaria. Entonces descubrí, haciendo ejercicios de lucha muy violenta, de lucha total, en que yo afrontaba situaciones dispuesto a lo que fuera; al vivir la energía y mi situación todo yo, de lucha in extremis, muy consciente, entonces descubrí en mí una fuerza fabulosa, no fuerza física, sino una realidad profunda de ser yo mismo, y que cuanta más energía expresaba más profunda y real era. Una fuente, que sin pretender definirla, aparecía como ilimitada, por que se vive como ilimitada, aunque probablemente no lo es, pero que subjetivamente se vive así y que eso es fabuloso.
Descubrí que todo lo que yo puedo vivir desde el fondo, de esa energía, de la afectividad y de la mente, se vive como una acción total y definitiva, como una acción completa, como una acción que no deja residuos. Una acción que es definitiva, porque uno se vive a si mismo y a la situación del todo. Y creo que la conciencia en un grado u otro de esto, es lo que lleva a muchas personas a vivir una vida muy dura, de mucho riesgo, porque tienen la experiencia de que cuando se encuentran en situaciones imposibles, aunque lógicamente es desagradable, hay una conciencia nueva de profundidad que no tiene precio.
Luego descubrí que este fondo tiene la capacidad de responder siempre de un modo total a cualquier estímulo, y que esta respuesta por el hecho de ser total, liquida y disuelve totalmente la situación; esto es lo fundamental, que la respuesta del fondo, además de ser profundamente afirmativa y ser lo más íntimo de uno, tiene el poder de finiquitar, de resolver definitivamente el estímulo que se le presenta y al cual responde. Vi que yo podía poner ante esta situación, mis problemas que todavía seguían existiendo de traumas infantiles que yo había vivido muy dramáticamente.
Si yo en vez de encogerme, de revolverme en contra, de huir de esa situación gravada en mí con toda su carga emocional, puedo mantener eso presente, abierto en mi mente y en mi afectividad, dejando que la situación penetre hasta el fondo, en lugar de cerrarle el paso y permitiendo que mi fondo vital, afectivo y mental, responda, la situación queda totalmente disuelta, se liquida completamente. Y se liquida de tal modo, que luego uno puede revivir y recordar la cosa con una entera libertad y sin la menor carga en absoluto de miedo o de resentimiento.
Esto es para mí, un hecho de la máxima importancia práctica, porque este es el modo de lavar realmente, toda la cantidad de cosas que tenemos dentro pendientes. No basta saber el porque y el como; no basta con ver los esquemas erróneos, los condicionamientos y fijaciones que están funcionando en nosotros, sino que hay algo que permite realmente solucionarlos. No huir de ello, no compensarlo con otras cosas, sino solucionarlo desde la base, y la base es cuando permito que el fondo, perciba totalmente, sin que yo le cierre el paso a la situación, y que ese fondo responda. Esta respuesta del fondo es definitiva. Ahora, cómo es esta respuesta del fondo; esta respuesta del fondo es: en primer lugar una profunda conciencia y energía de ser uno mismo; este es el aspecto de energía. En el aspecto mental, es de una profunda visión impersonal; el fondo se vive como impersonal, en contraste a como vivimos nuestro yo externo; el fondo es una visión clara, inmediata, evidente, de que esto es así. Y se comprende y hasta se puede ver el porque es así, pero sin color personal.
Es una visión objetiva, fría, clara, implacable, pero impersonal. Lo cual quiere decir, que es una visión de comprensión.
Y luego el fondo afectivo es, indefectiblemente, una expresión de ser uno mismo como paz y amor; no ese amor fabricado exteriormente por obligación, sino el sentir profundo, el amar profundamente. Esta es la respuesta natural del fondo. No es que yo me imponga esta respuesta, sino que el fondo cuando se le permite, responde así porque está hecho de esto. Entonces yo, cuando en vez de la reactividad mecánica que estoy acostumbrado a dar, que es: ante una situación desagradable, protesta, huída o inhibición. Cuando ante esta reacción automática, yo muy presente, me obligo a que esta situación penetre hasta el fondo, sin huir de ella, sin juzgarla, sin sentenciarla, sufriendo la situación, de este sufrimiento vivido abiertamente hasta fondo, viene una respuesta totalmente resolutiva siempre.
Esto sirve para liquidar problemas de miedos, de resentimientos, de fijaciones y hábitos de todo tipo; todo lo que yo sea capaz de mantener ahí, dejando que penetre hasta el fondo, sin justificar, sin huir, sin cerrar y que el fondo responda de Sí mismo. Y esto ha sido lo que ha permitido que se eliminaran todos los problemas y condicionamientos que actuaban de una manera compulsiva.
He comprobado que esto funciona del todo. Claro que yo explico esto del fondo, después de haber explicado lo que es auto expresarse a fondo; descubrir que uno es un potencial y actuar de acuerdo a esto. Por lo tanto cuando hablo del fondo, hablo para los que ya han trabajado todas estas zonas intermedias que es donde están los problemas que dificultarían mucho este trabajo. Cuando uno trabaja el potencial más y más en la vida diaria, entonces todo esto se va aclarando. Cuando digo el fondo, me refiero al fondo que se descubre en las situaciones límite, en que uno está funcionando con toda su alma. No es un fondo que esté ahí al doblar la esquina, sino lo que se descubre cuando uno se toma las cosas en serio, y que muchas veces viene impuesto porque uno, por mucho que haga y se esfuerce, siempre tiene sus propios límites que vienen impuestos por el propio yo idea, pero si la vida te plantea situaciones con las que no contabas, esas son las que te obligan a vivir lo que no estabas dispuesto y que ni siquiera sabías que estaba allí para ser vivido.
Si uno va respondiendo realmente a las situaciones, y colabora, entonces este fondo se descubre. El fondo está al final de mi capacidad de vivirme del todo; cuando al final de mi capacidad de entregarme y de ser yo plenamente del todo, estoy luego en silencio, se vive una calma profunda y un silencio profundo. Este silencio y esta calma profunda, están procediendo del fondo; o sea que es después de haber batallado y movilizado el fondo, que el fondo se manifiesta.
El fondo no es como echar una moneda y ¡ya está! aparece el fondo, no, hay que pagar el precio de esta desconexión que hemos estado sufriendo durante años y que hay que reconquistar, hay que redescubrir lo que estamos siendo, porque esto es lo que nos hace existir; es el fondo de nuestra existencia. Y este fondo, yo creo que es el primer objetivo que uno debe buscar, porque todos los problemas están surgiendo de esta desconexión.
Y esto es lo más inmediato y está ahí siempre, y es lo que hace que la persona sea persona, aquí y ahora del todo. Los niveles superiores, en la medida que hay demanda, deben ser satisfechos, pero lo que sí es urgente, lo que es inherente al ser humano por el hecho de estar aquí presente y funcionar como ser humano, es ser ese fondo.
Mientras esté desconectado, estará lejos de su identidad inmediata y esta lejanía se convertirá en una proyección de sus insatisfacciones y de sus dependencias.
Cuando uno está metido en los problemas, el descubrimiento de que la respuesta del fondo resuelve toda situación, es sensacional, porque se da cuenta que esto puede aprender a hacerlo más y más en todas las situaciones y con todo lo que va saliendo de dentro. Se da cuenta que está funcionando con un mecanismo de hace 30 años y que tiene una espina clavada dentro que no tiene nada que ver con su presente. Funciona como una maquinaria y no como un ser lúcido y consciente.
Esta visión de fondo, esta comprensión y presencia afectiva de uno ante aquello que está surgiendo, resuelve completamente todos los problemas del pasado o del presente. Podría pensarse que la experiencia de fondo que explico, puede llevar a la persona a sentirse distinta y también distante, porque no habrá nada que la una con los demás. Pero yo ahora, no estoy tratando de interpretar el sentido de la vida en relación a los demás, sino que estoy describiendo un proceso de exigencia de ser uno mismo pase lo que pase y a costa de lo que sea.
Sería bueno no mirar lo que explico en función de otra cosa, sino entender que estoy describiendo el proceso de alguien que está teniendo la necesidad de ser uno de veras y que no lo es y que está buscando por todos los medios, equivocándose, desanimándose y volviéndose a equivocar, a ese si mismo que presiente.
La proyección ulterior de eso ya lo veremos. Gracias a que se puede vivir este fondo, es por lo que se puede amar al otro por si mismo y no para mí. Mientras esté viviendo en el yo idea, inevitablemente estaré viviendo al otro según lo que significa para mí. Y entonces inevitablemente estaré dividiendo el mundo, entre los que significan algo positivo o negativo para mí y yo para ellos y esto no es una auténtica relación humana, esto es una utilización humana. Solo es posible que yo llegue a entender de veras a una persona y amarla en si misma y por si misma, cuando no dependo interiormente de ella. Mientras yo necesite apoyarme en ella para que me haga sentir que soy algo y que soy alguien y así sentirme sicológicamente feliz, no hay amor auténtico, hay amor infantil pero no amor auténtico.
Lección inédita posteada de la página de EnricBadía
http://aprendiendodeblay.blogspot.com.es/
