La sencillez triunfa a la hora de plantearse objetivos
En muchas ocasiones menos es más.
Casi siempre el camino sencillo es superior en efectividad al excesivamente pensado y calibrado.
Cuando se desea crear una inercia poderosa hacia cualquier clase de objetivo, no hay nada mejor que comenzar con un plan de pasos sencillos y claros.
Así por ejemplo, si deseas incrementar tu nivel de energía y mejorar tu forma física, una buena idea sería comenzar con un plan que fuese realmente sencillo.
Como punto de partida podrías preguntarte simplemente: ¿Qué cuatro acciones serían las más importantes para avanzar en mi estado físico?
La respuesta a esta pregunta esbozaría un plan sencillo que te permitiría enfocar todos tus recursos de una forma clara y poderosa.
Imaginemos que tus respuestas a esta pregunta son:
1.-Realizar una tabla de ejercicios de respiración dos veces al día.
2.-Hidratarme adecuadamente a lo largo del día bebiendo la suficiente cantidad de agua.
3.-Caminar durante 30 minutos a diario.
4.-Mantener una alimentación equilibrada.
Si te fijas es una lista de solo cuatro puntos.
Pero una lista que aplicada multiplicará sin lugar a dudas tu nivel de energía y salud de manera espectacular.
No han hecho falta planes largos y difíciles de desarrollar.
Simplemente ha hecho falta centrarse en lo importante.
Simplificar y enfocar.
Tomar acción sobre lo importante.
Todo lo demás es superfluo.
Busca la efectividad y avanza con determinación hacia esos objetivos.
Un plan sencillo y enfocado hará que nunca te sientas abrumado, y te permitirá ver cualquier objetivo por grande que sea desde una perspectiva de claridad y enfoque en lo importante. Y apartar de ahí, creando inercia podrás generar cada vez más y más avance.
Haz la prueba con alguno de tus objetivos y juzga tu mismo por tus resultados.
¡La sencillez triunfa!
© 2012 José María Vicedo –
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