¿Te quieren bien? o no te quieren
Quien bien te quiere, te hará llorar... ¿Cuántas veces has oído esa frase? No te engañes, el amor no tiene nada que ver con hacer daño. Si quien te ama te hace sufrir, una cosa está clara: No te ama.
Los que suelen utilizar ese equivocado y dañino refrán, lo hacen para tapar, justificar, u ocultar un maltrato psicológico y a veces, incluso físico. Ya no podemos confundir esto con el amor, a pesar de lo mucho que hemos estado haciéndolo durante años. Estamos hartos de ver las consecuencias de un maltrato disfrazado de amor, o mejor dicho, engañado de amor: Hombres que matan a sus ex mujeres; padres que maltratan a sus hijos... la lista es muy larga desgraciadamente. Últimamente, un caso espeluznante ocupa los noticieros, pero no hace falta llegar tan lejos para ver que el amor se confunde muchas veces con hacer daño.
En nuestras vidas, seguramente todos hemos sufrido, soportado, vivido y experimentado una relación con alguien que no nos ha tratado todo lo bien que nos merecíamos. Y lo ha hecho, bien porque se lo hemos permitido, bien porque ha creído que estaba en su derecho de hacerlo. Este es el verdadero peligro, cuando la persona que hace daño cree que ama de verdad. No conoce otra cosa, otro tipo de amor, y por supuesto, es totalmente incapaz de expresarlo salvo dañando. Seguramente esta persona también fue mal amada durante toda su vida, e inconscientemente lo oculta, aunque conscientemente continúa siendo un eslabón en la cadena, repitiendo lo mismo que vivió.
Estas personas se niegan a reconocer que aquel o aquella a quien creen amar, tiene algún valor. Por ello, se empeñan en tratarla como a un ser inferior, devaluando sus pensamientos y sentimientos. Pero lo más curioso es, que quien se cree inferior realmente es quien maltrata. Es difícil de creer y de ver, puesto que generalmente se muestran muy prepotentes, pero es precisamente por ese sentimiento de inferioridad que tienen por lo que necesitan humillar, insultar, intimidar, etc. porque viven dentro de sí mismos una continua comparación con el otro, al que envidian, temen, e incluso admiran, siempre en silencio por supuesto. Retorcido, ¿verdad? Lo malo es que este mal disfrazado de pseudo amor, hace un daño que puede ser irreparable y crea en el "amado" una dependencia tan fuerte, que es muy difícil librarse de esta terrible y errónea forma de "amar". Esto también es difícil de ver, pero así es, el miedo inconsciente o consciente a alguien, produce una dependencia de esa persona, porque nos convencemos de que todo el mundo es igual y que es mejor lo malo conocido. Imagina que eres una niña a quien su padre ha maltratado psicológica y/o físicamente durante toda tu vida. ¿Cómo vas a creer que el amor pueda ser de otra manera, si la persona que se supone que más te ha de querer, lo hace dañándote? Lo normal es que crezcas pensando que el amor es eso y a partir de ahí, verás normal que todos los hombres de tu vida te traten de la misma forma. Así somos los humanos, animales de costumbres, y nos acostumbramos rápidamente a lo que vivimos y experimentamos durante un tiempo.
Es difícil ver que esto no es amor y que quien nos ama así, no nos ama. Es difícil además intuir que existe un amor verdadero y totalmente diferente en el mundo, esperando a que nos decidamos a recibirlo, pero existe, y nunca lo sabrás si no rompes con este que te duele y te subestima. Estos amores nocivos dejan sin autoestima y recuperarla cuesta, pero está ahí, te amabas a ti mismo antes de que te despojaran de tu amor propio. Sólo hay que romper con lo negativo para que el amor por ti mismo vuelva a formar parte de tu vida.
Ahora sé que hay personas que no saben amar, porque tampoco saben amarse a sí mismos, pero lo que tengo claro es que...Quien bien te quiere, te hará reír, no llorar...
Mar Cantero Sánchez
Escritora, coach y asesora literaria
www.marcanterosanchez.com 
