FOBIA A TRAGAR
La fobia a tragar (o a atragantarse) se caracteriza por miedo a atragantarse al ingerir comida, líquidos o pastillas, a veces tras un episodio de atragantamiento.
FOBIAS ESPECÍFICAS (FF.EE.)
También denominadas fobias "simples". Debido a la especificidad del estímulo o situación que las provoca, se pueden agrupar en cuatro subtipos a) Tipo animal; b) Tipo ambiental; c) Tipo sangre-inyecciones-daño y d) Tipo situacional. Las primeras o de tipo animal, se refieren a una amplia gama de especies, que pueden causarle un temor extremo al niño o adolescente, como pueden ser los perros o gatos, ciertos tipos de insectos o de reptiles, gusanos, etc. Las segundas deben su nombre (ambiental), a todo el espectro de fenómenos meteorológicos como pueden ser los rayos y tormentas, estar en alturas, etc. que son los elicitadores de esa respuesta de ansiedad más o menos intensa. Las terceras o fobias de tipo situacional, como su propio nombre indica, toman la forma de un temor desproporcionado e irracional a estímulos tales como los túneles, puentes, ascensores, autobuses, quedarse solo, la oscuridad, etc. Las cuartas o fobias de tipo sangre-inyección-daño sugieren un miedo o temor excesivos a objetos, material y procedimientos quirúrgicos (invasivos o no): dentistas, ginecólogos, hospitales; visión de sangre o heridas (hematofobia), etc.
FOBIA SOCIAL
(véase también Fobia)
Cierto grado de ansiedad en reuniones sociales es normal e incluso adaptativo, al favorecer unas relaciones adecuadas en función del contexto. Cuando esta ansiedad es excesiva y se mantiene durante todo el tiempo e incluso después de la interacción social, hablamos de fobia social. La fobia social dificulta y limita las relaciones con los demás. La persona que la padece se siente observada y juzgada por los demás, y tiene miedo a hacer o decir algo que le ponga en ridículo. Por lo general, la persona con fobia social es consciente de que su miedo es irracional, pero aún así intenta evitar las situaciones de carácter social o las afronta con mucha ansiedad, escapando antes o después con cualquier excusa. Los síntomas físicos son los mismos que en cualquier otra fobia, incluyendo la tendencia a ponerse colorado y a que la sudoración sea mayor en las manos. La respuesta conductual suele ser permanecer callado, no mirar a los ojos o evitar las miradas y como decíamos al principio huir de la situación y/o personas temidas. Suele acompañarse de una baja autoestima, que a veces viene dada por un acontecimiento concreto (una ruptura amorosa, haberse sentido violento o en ridículo en una situación social...). En otros casos la fobia se va generalizando poco a poco sin saber con exactitud las causas. Un tratamiento adecuado evita su agravamiento y que ésta se vaya "desaprendiendo", con el fin de que las relaciones con los demás se vivan como algo enriquecedor y la vida cotidiana de la persona no se vea limitada.
HIPOCONDRIA
La hipocondría es una de las manifestaciones concretas de la obsesión . Describe el miedo desproporcionado a padecer una enfermedad. Este miedo viene generado por la interpretación subjetiva y catastrofista de síntomas físicos. De este modo, una taquicardia o un dolor de estómago se llegan a interpretar como el inicio de un ataque cardiaco a la posibilidad de padecer un cáncer de estómago respectivamente. Aunque la persona reconoce que su pensamiento es irracional, no puede evitar vivirlo como real, por lo que sufre de manera desproporcionada.
La hipocondría se manifiesta con pensamientos obsesivos y recurrentes, que dan lugar a la comprobación continua, preguntando a familiares, mirando en libros e internet y acudiendo al médico y a urgencias. Cuando el médico descarta cualquier dolencia física, la persona con hipocondría se siente incomprendida y mal diagnosticada, al sentir de modo tan real sus síntomas, por lo que con el tiempo puede alcanzar un estado de indefensión con la consecuente bajada de su estado de ánimo.
INCAPACIDAD EYACULATORIA
Se trata de la dificultad o incluso imposibilidad para eyacular durante la penetración. Con frecuencia esta incapacidad para eyacular en la vagina se da ya en la primera experiencia sexual. Muchos hombres, ante la angustia por lograr una eyaculación pueden desarrollar una impotencia secundaria (léase apartado de impotencia).
INSOMNIO
Consiste en una dificultad para iniciar el sueño, mantenerlo o despertarse muy temprano. El niño/adolescente manifiesta quejas de no haber dormido lo suficiente. Hay que diferenciar el insomnio como trastorno de las dificultades para dormir que están relacionadas con factores estresantes y en los que el comportamiento de los padres juega un papel fundamental (normas y pautas para irse a dormir a la cama).
MIEDO
Aunque los síntomas fisiológicos del miedo son muy parecidos a los de la ansiedad, se diferencian en que, mientras el miedo es una respuesta innata susceptible de aparecer ante un peligro real, la ansiedad es aprendida y desproporcionada con relación al estimulo que la provoca. Con el miedo, el organismo se pone en alerta preparándose para la acción.
OBSESIONES
(ver también Trastorno Obsesivo Compulsivo)
La obsesiones se caracterizan por la aparición de pensamientos , imágenes, impulsos o acciones que van acompañados de la sensación interna de que pueden llegar a ser realizados. Producen normalmente desagrado y la persona intenta resistirse a ellos. A estos pensamientos, imágenes o impulsos se les suele denominar obsesiones, y a las acciones, compulsiones.
PESADILLAS
Las pesadillas son sueños angustiosos que despiertan al niño, éste se muestra asustado, pero sabe dónde está y sabe lo que acaba de soñar, cuando llegan los padres para intentar tranquilizarlo, el niño es capaz de hacer un relato estructurado de su mal sueño.
PROBLEMAS DE AUTOESTIMA
Pueden observarse cuando el niño o el adolescente empieza a evitar actividades intelectuales, deportivas o sociales por miedo al fracaso; cuando engaña, miente, y echa la culpa a los demás; cuando se vuelve agresivo o violento, y/o extremadamente tímido.
PROBLEMAS DE CONDUCTA
Los enfrentamientos entre padres e hijos suelen ser muy habituales en el desarrollo del niño a medida que va creciendo y va poniendo a prueba sus nuevas habilidades de comunicación. No obstante, aunque es normal que puedan darse algunas discusiones y surgir problemas entre los miembros de la familia, si estas dificultades son demasiado frecuentes y/o se alargan en el tiempo, podrían llegar a ser algo más que simples disputas en el seno familiar.
Los comportamientos negativos más comunes en los niños y adolescentes son:
Rabietas: cuando no consiguen lo que quieren tienden a gritar, patalear y llamar la atención en general. En adolescentes, pueden aparecer conductas agresivas si no consiguen su objetivo .
Mutismo: cuando guardan silencio o responden sólo con monosílabos impidiendo la comunicación en la familia.
Demanda constante de atención: cuando necesitan que se esté pendiente de ellos en todo momento, observando todo lo que hacen o jugando siempre con ellos, sin dejar apenas espacio o tiempo para los adultos.
Poca autonomía: cuando no son capaces o no quieren hacer cosas propias de su edad y siempre demandan que los padres sean quienes lo terminen haciendo. No hay que olvidar que cualquier extremo es negativo. Por lo tanto,el exceso de autonomía también puede ser un problema, ya que el niño debe seguir un aprendizaje paulatino según su edad y su desarrollo.
Poca atención: cuando parece que no atienden a lo que se les dice, no escuchan, o si escuchan no hacen las cosas que se les piden.
TERAPIA DE GRUPO PARA LA FOBIA SOCIAL. DESARROLLO EN HABILIDADES SOCIALES
(ver Fobia Social en diccionario)
Una de las dificultades psicológicas que más sufrimiento genera a la persona, es aquella en la que se siente inhabilitado para comunicarse y relacionarse con los demás. En la ansiedad social, son muchas las variable que participan, desde una baja autoestima y una elevada ansiedad ante situaciones sociales, a una serie de experiencias particulares que van marcando de manera inconsciente, la evitación del medio y de los que nos rodean, al percibirlos como potenciales agresores.
En Avance Psicólogos hemos detectado que la manera más eficaz de superar la Fobia Social, es favorecer la posibilidad de que la persona exprese y comunique su experiencia, con personas que le escucharán desde la empatía y la identificación con su propia dificultad. El proceso terapéutico desde la identificación grupal, va generando la normalización de la propia situación, así como la sustitución del sentimiento de culpa por la comprensión y el autoconocimiento.
Tras una serie de sesiones individuales, que se centrarán en una primera aproximación en el desarrollo de habilidades sociales y destraumatizar, mediante el desaprendizaje de la ansiedad social, se trabajará en grupo de manera dinámica y progresiva, respetando los tiempos de cada participante.
Se abordará la autoestima y la comunicación asertiva, siguiendo un programa en desarrollo de habilidades sociales y exposición progresiva a situaciones sociales. Se mantendrán sesiones individuales siempre que la persona así lo solicite.
TERRORES NOCTURNOS
Los terrores nocturnos aparecen cuando el niño está dormido y de pronto se incorpora, comienza a gritar mostrando en su rostro un evidente malestar, estos gritos van acompañados de una activación (sudoración, taquicardia, etc.). Los padres pueden observar que el niño tiene los ojos abiertos, también observan que el niño "los mira pero no los ve" ya que no se encuentra realmente despierto. No responde a los intentos de los padres a calmarse y tras unos minutos este terror desaparece y el niño se vuelve a dormir sin acordarse de lo ocurrido o lo recordándolo muy vagamente.
TRANSTORNO ALIMENTARIO COMPULSIVO
Consiste en la sobreingesta de alimentos de forma frecuente y mantenida en el tiempo ante la sensación de angustia o ansiedad. Los atracones suelen ir acompañados de pensamientos negativos y descalificaciones que hacen más difícil controlar la alimentación. Se diferencia de la bulimia en que no hay conductas compensatorias como vomitar, realizar ejercicio físico tras la ingesta o tomar diuréticos o laxantes. Tampoco tiene por que haber una excesiva preocupación por la delgadez.
TRASTORNO DE ANSIEDAD DE SEPARACIÓN (TAS)
Se caracteriza por una respuesta más o menos intensa de ansiedad debida al temor que supone para el niño/adolescente el tener que separarse/alejarse de su hogar o de las personas a las que tiene apego. Suele llevar aparejadas somatizaciones importantes como dolores de cabeza, molestias gastrointestinales (dolores de estómago, náuseas, diarreas y/o vómitos), etc., que suceden cuando se anticipan estas situaciones o ante la ocurrencia inminente de las mismas.
Los pensamientos disfuncionales más frecuentes giran en torno a las preocupaciones sobre el hecho de que pudiese ocurrirle algún tipo de daño a sus progenitores (o a él mismo), o el hecho de verse separado de ellos o de su hogar.
TRASTORNO DE ANSIEDAD GENERALIZADA (TAG)
Se caracteriza por una preocupación excesiva generalizada y persistente, además de percibirla (real o imaginariamente) como "incontrolable", ante las situaciones más diversas y que suscita una respuesta de ansiedad continua con una marcada activación muscular (tensión), irritación, fatiga, alteraciones del sueño, sintomatología vegetativa diversa: disfunciones gastrointestinales, cefalalgias, lumbagos, etc.; inquietud con tics u onicofagia (morderse las uñas); tricotilomanía (tocarse o arrancarse el cabello), entre otros.
Los temores o miedos anticipatorios de consecuencias catastróficas están presentes en este trastorno (ansiedad anticipatoria). Los estímulos o situaciones que provocan esta ansiedad suelen ser asimismo de lo más variados y en este grupo de edad giran en torno al rendimiento escolar o deportivo, la probabilidad de que algo malo ocurra a los seres queridos, las relaciones sociales (sin ansiedad social diagnosticada), posibles problemas económicos, perfeccionismo, etc.
TRASTORNO DE DÉFICIT DE ATENCIÓN CON O SIN HIPERACTIVIDAD
Es un trastorno que se inicia en la infancia y se caracteriza por dificultades para mantener la atención, hiperactividad o exceso de movimiento e impulsividad o dificultades en el control de los impulsos. Se pueden establecer 3 subtipos del Trastorno por déficit de atención, según la presentación del síntoma predominante:
Tipo con predominio del déficit de atención.
Tipo con predominio de la impulsividad-hiperactividad.
Tipo combinado, donde predominan tanto sintomas de desatención como de impulsividad- hiperactividad.
TRANSTORNO OBSESIVO COMPULSIVO (TOC)
El TOC implica la presencia de obsesiones y compulsiones que se mantienen y retroalimentan generando un alto grado de ansiedad. La obsesiones se caracterizan por la aparición de pensamientos, imágenes, y/o impulsos recurrentes considerados como desagradables, dolorosos o preocupantes para la persona que los padece. Se acompañan de la sensación interna de que pueden llegar a ser realizados o convertirse en realidad, por lo que la persona intenta resistirse a ellos.
Las compulsiones son las conductas, que ante la angustia y ansiedad desencadenada por el pensamiento obsesivo o recurrente, se emiten con el objetivo de neutralizar su efecto. Al realizar la conducta la ansiedad baja, pero durante un corto espacio de tiempo, por lo que se vuelve a emitir con la esperanza de volver a bajar los niveles de ansiedad. Es así como la conducta se convierte en compulsiva y finalmente en ritual. Con el tiempo el ritual, al no tranquilizar a largo plazo, pero sí mientras se lleva a cabo, se va alargando, con conductas añadidas, por lo que la vida se va limitando progresivamente, al ir ocupando el ritual la mayor parte del tiempo de la persona. Se comienza a llegar tarde al trabajo, a las citas, se abandona el ocio... lo que aumenta la ansiedad y refuerza la aparición de pensamientos obsesivos. Son habituales los pensamientos de contaminación, contagio, miedo a accidentes caseros, como explosiones de gas, incendios, que alguien acceda a la casa..., lo que dará lugar a compulsiones de limpieza, orden, lavarse las manos, ir al médico, comprobar el gas, enchufes o cerrojos.
Otro tipo de obsesión es el de temer no controlar el impulso agresivo, generando pensamientos recurrentes relacionados con el miedo a hacer daño a otros,sobre todo a seres queridos. Así, la conducta emitida para neutralizar estos miedos suele ser la de evitar estar con otras personas, con lo que el entorno social se puede ver seriamente reducido. Se dan también obsesiones centradas en temas religiosos, preocupaciones sexuales, miedo a la muerte, etc. La preocupación por no perder cosas lleva a la conducta de guardar o acumular, lo que lleva al conocido como Síndrome de Diógenes.
En el trastorno obsesivo compulsivo es imprescindible un trabajo cognitivo además de la reducción progresiva de las compulsiones. El tratamiento emocional es también fundamental con el fin de averiguar los sentimientos que han llevado a esos elevados niveles de ansiedad.
TRASTORNO DE ANSIEDAD GENERALIZADA (TAG)
Decimos que se padece de TAG, cuando el estado de alerta ante situaciones cotidianas es continuo e injustificado. La mayor parte de los pensamientos son negativos y catastrofistas y se tiene una permanente sensación de preocupación. Estas preocupaciones pueden estar centradas en temas familiares, laborales, domésticos y/o de salud. A menudo se acompaña de síntomas físicos de la ansiedad como opresión en el pecho, taquicardia, hiperventilación, sudores fríos, etc.
Si se mantiene en el tiempo se puede somatizar en dolencias de estómago, migrañas, tensión muscular, etc. Otros síntomas psicológicos son la inquietud, fatiga o sensación de cansancio, dificultad para mantener la atención y concentración, irritabilidad, dificultad para conciliar el sueño, despertarse con sobresalto y pérdida o aumento del apetito.
VAGINISMO
Esta dificultad sexual,consiste en la contracción o espasmo del primer tércio de la vagina en el momento en que va ha haber una penetración. Esta contracción espástica puede ser tan intensa que imposibilite totalmente la penetración. Suele estar generada por la ansiedad anticipatoria al dolor, por lo que la relación sexual va acompañada de nerviosismo y tensión. De este modo, al no haber lubricación debido a la ansiedad, la mujer reforzará este miedo en cada intento, al ver confirmado dicho dolor.
En el tratamiento sexológico se explicará primeramente la reacción del cuerpo ante la ansiedad, para proponer más adelante una serie de técnicas necesarias para bajar la ansiedad, aprender a relajar la musculatura pubococcígea y vaginal y desaprender progresivamente la angustia asociada o condicionada a la relación sexual, con el objetivo fundamental de que al llevar a cabo el tratamiento, cada paso se dé de manera muy progresiva y controlada, para no volver a sentir dolor.