Cómo pedir perdón, modos saludables de hacerlo.
En algunas situaciones nos encontramos que no sabemos como pedir perdón y le damos vueltas y vueltas sin llegar nunca a encontrar el modo o el momento.
¿Cómo nos sentimos al dañar a alguien?
Cuando hemos dañado a alguien con nuestros actos y/o palabras, nos vienen a visitar varias emociones y sentimientos, entre ellas, la señora culpa y el señor remordimiento, además de otras muchas como el miedo, el enfado, la angustia, la rabia, etc.
Acostumbramos a sentir culpabilidad cuando somos conscientes de que hemos cometido un error, nos hemos equivocado o hemos herido a alguien.
Nos lleva hacia el pasado
Cuando permanecemos en el sentimiento de culpabilidad, nos estamos perdiendo algo mejor que seguro que en ese momento está sucediendo, ya sea el canto de los pájaros, el color del cielo o la mirada de un niño que pasa por nuestro lado, nos estamos desviando del precioso presente y nos lleva hacia el pasado.
Puede ser que nos estemos reprochando por algo que hemos hecho o dicho que ya no pertenece al presente y nos veamos inmersos en un parloteo constante que va desde: "tenía que haber…" o "y si hubiera o hubiese…" "tendría que…" un sinfín de autocríticas que son una pérdida total de energía.
No hay marcha atrás
Lo que se ha hecho o dicho, ya ha pasado y ya no hay marcha atrás, por lo tanto, para qué preocuparnos o darle más energía innecesaria, estamos perdiendo nuestro precioso tiempo.
En estos casos, lo más inteligente, sano y adecuado, es tener paciencia con nosotros mismos, darnos el apoyo y pensar que equivocarse es algo normal y natural y que a través de los errores aprendemos y todo, sea lo que sea, tiene una solución.
¿Por dónde empezar?
Lo primero que tenemos que hacer, es tomar responsabilidad de nuestras acciones y en la medida de lo posible tomarnos un tiempo para estar con nosotros mismos y sentir, observar, escuchar nuestra mente con sus mensajes, respirar profundamente, expresar lo que sentimos a solas de las múltiples formas que existen:
Escribir de forma automática, sin pensar, hacer un poco de catarsis consciente, hablar en voz alta expresando todos los pensamientos, es decir, vaciar nuestra mente de forma que liberemos toda la carga que soportamos y recurrir a la meditación.
¿Por qué el perdón es terapéutico?
Perdón, es una palabra que tiene poder, y aunque a veces cuesta manifestarla, genera alivio tanto para el que lo expresa como para el que lo recibe.
Expresar y pedir perdón nos aporta reconciliación, relajación, amor, fuerza, autoestima, sanación, luz, optimismo, expansión, complicidad, vulnerabilidad y muchas más sensaciones que nos fortalecen.
Cómo expresar el perdón
Lo primero es reconciliarnos con nosotros mismos, abrazarnos y decirnos a nosotros mismos que lo sentimos, darnos disculpas por cómo nos hemos tratado y animarnos, es una buena sanación que podemos conseguir para nuestro corazón. Si somos capaces de hacerlo con nosotros mismos, podremos hacerlo con los demás.
A veces nos cuesta decir "perdón", porque de alguna manera, estamos abriendo el corazón, exponiéndonos y también nos volvemos más vulnerables.
Nos han educado de manera que hemos de pedir a los demás que nos perdonen por algo que hemos hecho que sabemos que es erróneo, no obstante, quiero aclarar que es muy diferente pedir que nos perdonen que decir simplemente "perdón".
Evitar pedir perdón "de forma automática"
Quizás la connotación del perdón cae como una respuesta automática aprendida en la infancia, en la cual crecimos pensando que si los demás no nos perdonaban, recaería sobre nosotros la eterna culpabilidad.
Como si el otro fuese el responsable de exculparnos.
Cuando sientas que has ofendido a alguien, no es necesario pedirle perdón, lo que tienes que hacer es decirle "lo siento" y reparar el daño que has causado.
Si no eres capaz de hablarlo cara a cara, puedes escribirle una carta o bien llamarle por teléfono o ensayarlo delante de una foto de la persona con la que te sientes dolido/a. Si realmente esa persona significa mucho para ti es necesario exponerte y ,aunque sientas miedo, la recompensa puede ser mejor que guardarlo en tu interior.
Algunas de las formas saludables para pedir perdón
Lo siento de veras si te he lastimado con mis palabras o actos.
Me siento responsable. Perdón.
Tomo las consecuencias de mis actos.
Me he equivocado y lo siento mucho.
¿Hay algo que pueda hacer para reparar el daño que te he causado?
Lila Lorenzo
Instructora de Meditación y Técnicas de relajación, especialista en Terapia de la Risa. Formación para Empresas, Educación y Sanidad.