Estoy empezando a creer, pero no sé si en serio o solo a medias, que el alma sólo se expresa en el silencio más absoluto.
Tal vez esté equivocado (sabemos tan poco de sus costumbres…) y tal vez el alma se exprese con escalofríos, con sonrisas, con miradas radiantes pero casi acuosas, o en suspiros, o en esos estados de paz que a veces nos conmueven.
Pero sigo creyendo –hoy- que el alma se encuentra más a gusto en la serenidad, o tal vez entonces, y sólo entonces, es cuando duerme y descansa.
También me cuestiono, a veces, que tal vez el alma no es eso tan indefinible e indefinido a lo que llamamos alma.
¿Y entonces qué es?, me pregunto.
Tengo días en que sigo creyendo que el Ser Humano es sólo imperfección; que el alma es el potencial del que disponemos, o que es la porción de divinidad que nos habita; o que está donde sólo algunos pueden llegar, o sea, un poco más allá y que el resto nos tenemos que conformar con los pocos pasitos dados (y, además, y por supuesto, sentirnos muy orgullosos de ellos); pienso que el alma es Dios directamente encarnado en cada uno de nosotros; que el alma es la conciencia: ese juez justo e insobornable que nos recuerda las leyes que no siempre respetamos; pienso que el alma es el nombre genérico de los buenos sentimientos; supongo que el alma es el corazón cuando no nos referimos al órgano que late; o que el alma es nuestra esencia y sólo contactamos con ella cuando nos manifestamos como realmente somos, despojados de ideas y adjetivos; y también que el alma es sólo una metáfora o un arquetipo…
No lo sé.
Tampoco estoy seguro de que alguna vez llegue a saberlo.
De lo que sí estoy seguro es que si no existiera el alma habría que inventarla.
(No te tomes esto en serio. Son solamente divagaciones…)