LOS OTROS Y EL AZAR
La vida es un camino que se bifurca, a cada paso, en infinitos caminos.
Son lo que llamamos posibilidades.
Y nosotros elegimos por cuál continuamos.
Nosotros elegimos.
Sea bien o mal.
Y, por supuesto, cada elección contendrá unas razones por las cuales nos decidimos a dar los pasos en aquella dirección.
Pero también tendrá un por qué, que tendremos el privilegio de descubrir más adelante.
Sobre todo, porque cada una de estas bifurcaciones que escogeremos nos llevará por un nuevo sendero que se cruzará con otros caminos por los que transcurren otros peregrinos. Y esta es una de las formas en las que la vida hace magia.
Dice Paulo Coelho que ninguno de estos peregrinos con los que vamos a cruzarnos será por azar. Cada uno de ellos tendrá una razón. Y, cuando percibas el motivo, sabrás qué hacer con cada persona.
Y, dice Paulo, que existen tres tipos de peregrinos con los que nos cruzaremos; aquellos que se cruzarán por una razón, aquellos que se cruzarán y te acompañarán durante un periodo del camino, y aquellos que se cruzarán y acabarán el camino contigo.
Aquella persona que entra en tu vida por una razón, es generalmente para llenar una necesidad que has demostrado tener.
Estas personas vienen para ayudarte con una dificultad, proporcionan apoyo y orientación, ayuda física, emocional y espiritual.
Podrán parecer ángeles mandados por Dios en el momento exacto... y lo son.
Pero, entonces, sin ninguna actitud errónea por tu parte, o en una hora incierta, esa persona hará o dirá alguna cosa para que la relación llegue a su fin.
Esa persona, en algún momento, simplemente, se irá.
Lo que debemos entender es que nuestras necesidades ya fueron atendidas, nuestros deseos cumplidos y el trabajo de ellos, hecho y, ahora les llegó el tiempo de marchar.
Aquella persona que entra en tu vida por un periodo de tiempo, es porque llegó a su vez de repartir, crecer y aprender.
Estas personas te traen la experiencia de la paz o te hacen reír.
Puede que te enseñen algo que nunca habrías sabido o con las que hagas algo que nunca habías hecho.
Ellas, generalmente, te darán una enorme cantidad de momentos placenteros, sí, es cierto, pero debemos saber que estas serán solo para un delimitado período de tiempo.
Aquella persona que entra para toda la vida... te enseñará lecciones para toda la vida.
Cosas que deberás construir para consolidarte en una formación emocional sólida.
Y, entonces, tu tarea consistirá en aceptar la lección, amar a la persona y poner en práctica todo aquello que aprendiste en todas tus otras relaciones y áreas de tu vida.
Autor desconocido
