APRENDER A VOLAR
Aprender a volar es saber que no hay nada fácil, pero tampoco tan difícil como para no poderlo conseguir; es conocer lo que eres para poder hacer de tu camino algo mejor de lo que es; es tratar de confiar, de no perderte en el mundo de los llantos sin sentidos y sin valores, para poder renovarte cada día, a pesar de que todo parezca que es igual y que nunca cambie aunque se cambie de corbata la vida; es saber estar a pesar de no querer y no perder nunca la confianza en que tú tienes dentro de ti lo suficiente para poder hacer de todo lo que te rodea algo digno y bello.
Aprender a volar es saber que tienes esa libertad que te hace moverte por este mundo, sabiendo que eres tú la que vas construyendo el sendero, que eres tú la que tienes que ser consecuente, que eres tú la que tienes que saber qué es lo importante y qué es lo que necesitas para conseguir que lo que te rodea merezca la pena o no; es saber que no hay nadie que te pueda o deba decir lo que tienes que hacer o dejar de hacer, pues tú misma eres la que sabes pedir ayuda cuando lo necesitas, pero no eres una marioneta a la que mover cuando se desea; es sentirse bien con una y así poder aportar lo mejor sin depender de que te den o recibir o que te valoren, pues lo importante es poder mirar a los ojos y seguir adelante por muy complicado que esté todo.
Aprender a volar es saber que el tiempo es tu aliado cuando lo sabes amar, es saber que la vida es una gran madeja que va deshilachándose cada vez que lo vas intentando, pero que siempre es mejor cuando expresas, cuando no quedas nada dentro que pueda causar daños colaterales, que siempre producen esa impotencia que después te hace reaccionar fuera de tus casillas, porque no has sabido serenar o dar sentido y te vas perdiendo en ese túnel de oscuridad del que es tan fácil meterse como salir si realmente controlas todo lo que te rodea, valoras lo que eres y tienes y te sientes privilegiada por ser como eres y ser capaz de mirarte en el espejo de la realidad y comprender que la luz se busca por caminos retorcidos, pero que siempre merece la pena encontrarla y buscarla.
Aprender a volar es saber utilizar los medios, las oportunidades, las búsquedas, las equivocaciones, el ser un ser imperfecto para crecer cada día, para evolucionar y no quedarte atascada en religiones, políticas y tradiciones que no te llevan a ninguna parte, pues no las has asimilado sino que las sigues como borrego y como tal no aprendes a tolerar, amar, a expresar, a valorar, a creer que esta vida es toda una evolución , es un río que tiene un gran caudal, pero que si deja de llover se seca y no da más, a no ser que algo vuelva a resurgir y es entonces cuando realmente empiezas a tener brío y coraje para saber que no siempre es mejor el camino mas sencillo.
Aprender a volar es saber que hoy lo has intentado, que hoy has creído, que hoy lo estás contando, que hoy has vencido tus miedos y mañana no lo sabes, pero lo si sabes que tienes todo para llevarlo a cabo y eso es algo que te llena el alma de todo lo bello.
Esther Sánchez Orantos
