Cómo eliminar la necesidad de aprobación
Todos en mayor o menor medida necesitamos nuestra dosis de aprobación exterior ya que somos seres sociales por naturaleza, pero hay una línea que separa lo normal que todos hemos sentido alguna vez, de lo patológico donde la persona tiene problemas personales por este motivo.
Como dijo Steve Jobs “no permitas que el ruido de las opiniones de los demás ahoguen tu voz interior”. Una frase sabia que es fácil de entender pero difícil de llevar a la práctica porque todo ser humano desea agradar, ser halagado, etc… y no es algo negativo siempre que no se caiga en el exceso, y el bienestar personal no dependa de lo que otros opinen.
LA NECESIDAD DE APROBACIÓN DESDE QUE NACEMOS
Para entender por qué algunos adultos tienen dependencia a ser aprobados, debemos remontarnos a la niñez. En las primeras etapas de la vida necesitamos la aprobación exterior, que de no ser recibida traerá problemas de autoestima en la edad adulta.
Si por ejemplo una madre le dice a su hijo que es un desastre, no confía en él y en vez de poner atención en sus virtudes, se enfoca en los defectos, éste niño cuando crezca tendrá una autoestima debilitada y por lo tanto buscará en otros esa aprobación que no le fue concedida por su familia.
No siempre en los casos de no haber recibido aprobación familiar tienen porqué crecer con baja autoestima, ya que podría ser que otras personas en el colegio, amistades, conocidos, profesores, etc… hubieran sustituido la valoración familiar. La familia suele ser el pilar más importante, pero a veces un niño puede llegar a desarrollarse y formar una sana autoestima gracias a la aprobación de otros miembros importantes fuera del seno familiar.
Nuestra autoimagen fue construida por lo que recibimos del mundo, por eso es lógico que aún en la edad adulta siempre se busque un poco de aprobación ya que nos reafirma y nos da seguridad. A todos nos gusta que nos halaguen, gustar, caer bien, pero la línea que separa una búsqueda de aprobación sana, de otra problemática estaría en analizar si nuestro comportamiento y decisiones varían por las opiniones exteriores.
¿CUÁNDO SE CONVIERTE EN DEPENDENCIA?
Podríamos hablar de dependencia cuando entregamos las riendas de nuestra vida a las opiniones de otros. Una cosa es desear la aprobación que sería algo normal, pero la línea que traspasa lo patológico estaría en necesitarlo para tener buenas emociones. Reflexiona, ¿lo deseo o lo necesito?. A continuación 5 actitudes de alarma que podrían indicarnos que somos dependientes a la aprobación exterior:
1- Opinar diferente a alguien y no mostrar el desacuerdo sino que intentamos ser amables para agradar y no enfadar a la persona que tiene una opinión opuesta a la nuestra.
2- Nuestras emociones varían por la opinión exterior. Si nos halagan y nos aprueban nos sentimos eufóricos y alegres, pero si nos critican y desaprueban nos sentimos tristes y poco valiosos.
3- No saber decir “no” y anteponer hacer favores a los demás antes que escuchar las necesidades propias.
4- Preocupación excesiva por tener buen aspecto. Una cosa es que nos guste arreglarnos y lo hagamos a menudo, el problema viene cuando se convierte en una necesidad y no nos pueden ver despeinadas, sin maquillaje o con un aspecto que consideremos que no es saludable. Las personas que no necesitan la aprobación de los demás, no tienen problema en mostrarse recién levantadas o sin arreglar y lo hacen con naturalidad.
5- Saber estar excesivo. Si ante la sociedad nos mostramos demasiado correctos y perdemos la naturalidad y espontaneidad, podría ser que en el fondo tuviéramos miedo a ser rechazados, por ello, intentamos pasar desapercibidos, para que no podamos recibir alguna crítica.
¿CÓMO ELIMINAR ESTA NECESIDAD PATOLÓGICA?
Podemos eliminar la necesidad de aprobación, cambiando los pensamientos y creencias. No basta con entenderlo sino que es necesario reflexionar a fondo y creer en los siguientes puntos:
-No podemos gustar a todos: Seas quien seas, tengas las virtudes que tengas, nunca gustarás a todo el mundo. Siempre habrá personas que nos critiquen y desaprueben y eso le pasará a todo ser humano de este planeta, por lo tanto, tener la necesidad de aprobación como dependencia es bastante irracional.
-Nadie nos conoce como nosotros mismos: Otro pensamiento erróneo es el de creer que los demás están en la posesión de la verdad. Las personas con dependencia a la aprobación, creen más en las opiniones exteriores que en las suyas propias. Nadie nos conoce tan bien como nosotros y a menudo sucede que se forman opiniones equivocadas sin bases racionales, por ello nunca debemos darle tanto poder a lo que otros piensen de nosotros, porque se equivocan, y es uno mismo quien debe tener unos criterios estables de auto-concepto.
-Toma tus propias decisiones: Cada vez que tengamos que tomar una decisión deberíamos hacernos esta pregunta, ¿en base a qué estamos tomando esta decisión, nos influye la opinión y deseos de otros?, ¿qué deseamos nosotros, dejando de lado la opinión social?
-No somos ni más ni menos que nadie: No somos menos valiosos ni más que otros. Todos somos iguales, no importan los éxitos conseguidos, ni las posesiones ni la seguridad en uno mismo, lo único importante es quien seas como persona, los valores humanos que te definen.
-Las desaprobaciones no significan un rechazo a nuestra persona: Habitualmente cualquier crítica se toma como una crítica hacia nuestra persona, cuando en realidad, pasa a menudo, que es un rechazo hacia un gusto, forma de vida, opinión, etc… Por ejemplo alguien podría desaprobar a otro por un gusto musical o por contradicciones políticas. Eso no significa que tengamos que pensar que nos están rechazando como persona, sino que es un tema de no congeniar en gustos.
También a menudo la crítica de errores cometidos se toma como una desaprobación hacia la persona, cuando en realidad no tiene nada que ver, lo que ha sido rechazado era simplemente una manera de actuar errónea, pero ese error no define a una persona puesto que todo ser humano comete errores y gracias a ellos vamos evolucionando.
-Suele tener más aprobación quien no la busca ni la necesita: Paradójicamente las personas que no piensan en la aprobación suelen ser más aceptadas que las que lo buscan. La explicación estaría en que suele gustar lo auténtico aunque no coincida con nuestras opiniones, más que lo sumiso y entregado. Por lo tanto sé tú mismo sin buscar esa aprobación, sé auténtico sin preocuparte por la opinión exterior, ya que intentando gustar obtendrás el efecto contrario.
-Refuerza tu autoestima: Una de las mayores causas de la necesidad de aprobación es una autoestima débil. Reforzarla nos ayudará a mejorar el problema. Cuando pensemos que somos personas valiosas y tengamos una opinión positiva estable y personal sobre nosotros mismos, no nos hará tanto daño una desaprobación, porque lo veremos como algo natural que sucede en la vida y nos daremos cuenta que lo esencial es creer en uno mismo a pesar de lo que pase en el exterior.
-Acepta las diferencias entre personas: No todos somos iguales, cada uno tenemos nuestros gustos, opiniones, forma de vida, etc.. ser diferente no significa que sea mejor o peor. Nos encontraremos a personas opuestas con las que no congeniaremos, pero eso no debemos verlo nunca como desaprobación sino como diferencia.
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