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 SUPERAR LA CRISIS DE LA MEDIANA EDAD



Abril 01, 2014, 05:24:44 am
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SUPERAR LA CRISIS DE LA MEDIANA EDAD
« en: Abril 01, 2014, 05:24:44 am »
SUPERAR LA CRISIS DE LA MEDIANA EDAD



¿Te invade una sensación de cansancio, arrepentimiento o angustia? ¡Es posible que se trate de la crisis de la mediana edad!

Sobreviene con frecuencia cuando nos encontramos a las puertas de los cuarenta y hace que nos lo cuestionemos todo; incluso puede llegar a ser doloroso. Para que puedas comprenderla mejor y superarla, hablamos sobre este proceso con Lisbeth von Benedek, doctora en psicología y psicoanalista.

 ¡Aparentemente todo va bien! Una vida profesional satisfactoria, una familia, cierta comodidad económica y, sin embargo, un peligro nos acecha. Con frecuencia, creemos que se trata de una crisis existencial, o de sentido; esta necesidad de replantearse todo surge cuando se acercan los cuarenta. "Una crisis es un momento en el que todo lo que se daba por sentado se tambalea, nos desestabiliza profundamente el hecho de entrar en una nueva etapa del ciclo de la vida", asegura Lisbeth von Benedek, doctora en psicología y psicoanalista, quien ha estudiado el tema con detalle.

UNA ETAPA NECESARIA

La aún llamada "crisis de la mediana edad" es ese momento incómodo que puede surgir entre los 35 y los 50 años. Nuestra especialista nos da una explicación: "Es un periodo de crecimiento y de transformación en el que entramos en contacto con el sentimiento de finitud". De pronto nos encontramos frente a una evidencia: no nos queda un tiempo infinito. Esta toma de conciencia puede ser debida a un cambio hormonal, a un aniversario más doloroso que otro, a la enfermedad de alguien próximo… Esa campanita que resuena en nuestro interior es, en la mayoría de los casos, el eco de un cambio externo: puede tratarse de la ida de los hijos, de un cambio profesional, e incluso de una ruptura. "Esta crisis nos afecta a todos, tanto a hombres como a mujeres", precisa Lisbeth von Benedek. Sin embargo, cada uno la vive de forma distinta… Los y las que están muy involucrados en su vida profesional o dependen de los signos externos de éxito pueden experimentarlo de forma más severa que los demás.

SIGNOS QUE NO ENGAÑAN

Contentarnos con dejar pasar "la tormenta" resulta muy tentador. Sin embargo, ciertos signos no engañan, aun cuando la crisis se manifiesta de forma específica en cada uno de nosotros. "Generalmente, empieza por un sentimiento de cansancio, de remordimiento, que puede llegar incluso a presentarse en forma de nostalgia", puntualiza Lisbeth von Benedek. Nos pesa nuestra vida profesional, las relaciones pueden estropearse… Como si el rol que hubiéramos asumido hasta ahora dejara de satisfacernos. En términos generales, durante la primera etapa de nuestra vida simplemente cumplimos los roles profesionales, familiares y sociales asignados. ¡Hacemos lo que se espera que hagamos! "En realidad, estos roles estaban eclipsando la verdadera consciencia de nuestros auténticos valores", explica Lisbeth. 

La segunda parte de nuestra vida es más una iniciación a una realidad interior
Asimismo, este viraje puede acompañarse de crisis de ansiedad e incluso de fases depresivas. La transformación no es anodina, de ahí las diferentes sacudidas que podemos percibir. “Se produce una reorganización sin que nos demos cuenta –normalmente– y esto requiere una nueva dinámica”, añade la psicoanalista. Para algunos, da lugar a una profunda reorientación de los objetivos.

COMPRENDERLA MEJOR

Nuestra vida está marcada por crisis que corresponden a los momentos en los que pasamos de una etapa de desarrollo a otra. Para comprender lo que nos pasa, debemos enterrar nuestra adolescencia y tener el valor de enfrentarnos a nuestras múltiples facetas. “Es una fase de cambio que consiste en plantar cara a dimensiones de nuestro ser que aún no hemos identificado”, recalca Lisbeth von Benedek. La clave reside principalmente en la cuestión: “¿Qué tengo que hacer que aún no he hecho?”. Y también: “¿A qué he tenido que renunciar por dolor?”. Dialogar consigo mismo es imprescindible. Ya sea con un profesional o mostrándose auténtico. Es decir, es momento de hacer un repaso de nuestra vida: se deben poner todas las cartas sobre la mesa y tenemos que prepararnos para descubrir quiénes somos realmente y cambiar lo que se tiene que cambiar.

IMPLICARSE EN EL PROCESO

La personalidad es compleja. La crisis de la mediana edad nos coloca frente a nuestras contradicciones. Hemos superado la primera parte de nuestra vida buscando el reconocimiento de los más allegados y de nuestros iguales. Es hora de empezar de nuevo: esta vez, ya no se trata de nuestra imagen social, sino de nuestro ser profundo. ¡Más que un simple cuestionamiento, la crisis de la mediana edad es una oportunidad de crecimiento que nos permite sacar partido de nuestro talento y de nuestras recién estrenadas competencias!


C. Maillard


http://bienestar.doctissimo.es/psicologia/desarrollo-personal/superar-la-crisis-de-la-mediana-edad.html

 

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