Buscandome

Bienvenido(a), Visitante. Por favor, ingresa o regístrate.

Ingresar con nombre de usuario, contraseña y duración de la sesión

 


Traductor Google

 CÓMO SER FELIZ CADA DÍA - 1ª parte



Abril 21, 2014, 07:25:43 am
Leído 1759 veces

Desconectado luz

  • Hero Member
  • *****

  • 1433
    Mensajes

  • Karma: 1

CÓMO SER FELIZ CADA DÍA - 1ª parte
« en: Abril 21, 2014, 07:25:43 am »
CÓMO SER FELIZ CADA DÍA.
¿Y si la felicidad fuera esto que ya tienes?



Si decides adoptar una actitud de aceptación y apreciación y disfrutar del camino, la felicidad ya está en tus manos, incluso cuando afrontas los problemas.

Quizás el título de este reportaje te resulte poco creíble o exagerado.

¿Es posible ser feliz cada día?

¿Existe alguna fórmula que lo haga factible?

Mucha gente responderá que no. En las encuestas, la mayor parte de las personas declaran no creer en la felicidad, y menos en mayúscula, y menos de forma permanente. "La felicidad son momentos", dicen, o bien, "la felicidad es como un relámpago, que desaparece en cuanto lo percibes".
Para estas personas y para todas las demás, tenemos buenas noticias: la felicidad existe, puede ser duradera y puede, incluso, acompañarte toda tu vida, formar parte de ti, como una característica más que te define. Y esta gran conquista depende sólo de un cambio de actitud.
 
A lo largo de este reportaje vas a descubrir que la felicidad no es un milagro ni una bendición efímera de los dioses, sino que es, simplemente: 1. una actitud interior que puedes cultivar; 2.una decisión personal que se toma cada día, y 3. un camino, no una meta.
Pero, por encima de todo, has de tomar una opción importante al principio del viaje, que consiste en escoger el amor y liberarte del miedo.

 
I. SOBRE LA FELICIDAD Y EL SUFRIMIENTO.

Sufrimiento manifiesto, subyacente, cambio de sufrimiento. Identifica primero el sufrimiento para saber dónde buscar la felicidad.

Para comprender lo que es la felicidad, es importante entender también qué es el sufrimiento.
Si sondeamos en nuestros estados de ánimo diarios, veremos que son generalmente cambiantes. Lo importante es detectar si el hilo conductor entre todos estos estados es una tónica de bienestar o, por el contrario, de incomodidad permanente.

Presta atención a los diferentes tipos de sufrimiento y observa si son las circunstancias las que se imponen en tu vida o cuentas con una anfitriona de bienestar personal que acoge de buena gana a todas estas visitas ineludibles en la existencia humana.


TIPOS DE SUFRIMIENTO.

Podemos definir el sufrimiento como un estado de ánimo caracterizado por el malestar.

Hay tres tipos de sufrimiento:

1. El sufrimiento manifiesto. Es aquél que sientes cuando te duele algo, física o emocionalmente: la espalda, la molestia de las diarreas, la cabeza, enfados, etc... Cualquier tipo de malestar manifiesto.

2. El sufrimiento del cambio. Cuando te deja de doler lo que antes te dolía tanto. Resulta un alivio y parece, por un momento, que eres feliz, pero en realidad sólo está cambiando el sufrimiento anterior por otro que se manifestará enseguida.
Ejemplos: sufrimiento de no tener pareja/consigues pareja-alivio-"felicidad"/sufrimiento de tener pareja;
te duele la espalda/deja de doler-alivio-"felicidad"/empieza a molestar otra cosa (como la dificultad de dejar de fumar, de beber, una discusión, lo que sea)...
Se cambia el sufrimiento.

En la práctica, éste es el tipo de felicidad que solemos conocer comúnmente: cuando algo te deja de doler o consigues lo que quieres. Pero no es más que un alivio y enseguida aparece el sufrimiento del cambio.
En realidad no es más que un cambio de sufrimiento.

3. El sufrimiento subyacente. Es esa molestia sutil e inconsciente que está casi todo el tiempo, porque hace frío, calor, tengo hambre, sed, cansancio, me aprieta el pantalón, estoy pesada, tengo que dejar kilos, etc. Es el sufrimiento inherente a la condición humana que experimentamos.

En ninguno de esos tres espacios se puede manifestar la felicidad auténtica.

La felicidad (que siempre está ahí, dentro del ser humano, reinando en su isla de paz, interior) sólo se manifiesta cuando la desenterramos de todos los engaños, exigencias y condiciones externas.

Entonces, descubrimos que está siempre y no depende de condiciones externas.
Este tipo de bienestar abraza y acepta las visitas de las condiciones externas y las deja pasar sin dejar de ser la anfitriona siempre.

La felicidad no desaparece cuando llega una visita-condición-molestia, para regresar cuando ésta se va. (No sería una buena anfitriona...)

La alegría de la paz interior permanece siempre, con visitas o sin ellas.

Esa es la única felicidad real.

Lo demás (alivios) sólo son diferentes versiones o manifestaciones del sufrimiento.

 Desarrollar un sentimiento de felicidad auténtico y permanente sólo depende de ti.

 

CULTIVAR LA FELICIDAD.

¿A qué dedicamos la mayor parte de nuestra vida? Probablemente, a asegurarnos el bienestar material (posesiones, poder, una buena imagen...); a ocuparnos de nuestra familia, de las relaciones sociales; al cuerpo (compras, vestidos, alimentación, embellecimiento...).

Todas estas condiciones pueden contribuir a tu bienestar pero no son la causa de tu felicidad.

¿QUÉ ES LO QUE SÍ PUEDE SER CAUSA PROFUNDA DE BIENESTAR Y FELICIDAD?

Tu habilidad para mantener paz mental en cualquier circunstancia (incluso en el dolor físico), tu capacidad de concentración, tu aceptación (que te haga fácil soltar en cada pérdida), tu capacidad de amor y compasión, que te conecte con tu entorno, incluidos todos los seres. La alegría.

Ésas son las habilidades que te ayudan a vivir una buena vida, con significado y feliz.

Obtener una maestría en estas habilidades no es más difícil que conseguir todas las posesiones, carreras, oposiciones, la casa de tus sueños, el coche más rápido o la pareja que crees que te hará feliz, todas esas cosas que sí se llevan tu tiempo y energía y, sin embargo, no te garantizan la felicidad (por el contrario, sí constituyen una buena fuente de preocupaciones).

No se trata de abandonar todas las demás cosas, obviamente, pero sí es importante restablecer prioridades y reorganizar nuestro tiempo y energía, para dedicarle algo más de atención a las cosas que sí tienen el poder de hacernos felices (nuestra capacidad interior de paz, amor, concentración, alegría, comprensión).
 

II. Abrirse al amor.


El amor no puedes encontrarlo fuera. Es algo que sólo puedes generar dentro y dejar que se proyecte fuera.

Quizás sea lo más difícil, el punto de partida. ¿Cómo abrirse al amor, a la felicidad, al disfrute profundo, cuando nos pasamos el día ocupados en resolver cuestiones, la mayor parte de ellas de intendencia, abastecimiento y de supervivencia cotidiana, como si la vida consistiera, básicamente, en una mera batalla contra los elementos? Pero la vida es algo más que una lucha; la vida es, en esencia, un "estar". Y eso es lo que vamos a descubrir en nuestra búsqueda de la felicidad.

 

CLAVES PARA ABRIRSE AL AMOR:

Reconocer que no estás separado sino que formas parte de tu entorno.

Uno de los grades errores que hemos aprendido es que somos seres separados e independientes del resto (de las demás personas, animales, el planeta, etc.), una creencia que potencia la competitividad, la explotación y manipulación del entorno (personas incluidas) y, en última instancia, el miedo. Si te sientes parte y dependiente de la red de la vida, reducirás tu egocentrismo y tu importancia personal y actuarás para el bien general. Y esto es clave para el buen funcionamiento de tus relaciones, la apreciación, el cuidado del entorno y tu bienestar personal.

IDENTIFICA TU PROYECTO DE VIDA.

Seguramente quieres llegar a tu vejez o a tu madurez con la sensación de estar viviendo una vida con significado, y no mirar atrás y sentir que has hecho una ruta sin rumbo ni sentido. Párate a pensar en el significado de tu vida, identifica tus prioridades y márcate objetivos de acuerdo a tus valores personales. Con el tiempo, revísalos y, si es necesario, introduce cambios. Vive con consciencia, con el convencimiento de estar viviendo tu propia vida.



DIFERENCIAR ENTRE LO URGENTE, LO NECESARIO Y LO IMPORTANTE.

Aprende a parar.

Identifica a qué le estás dedicando la mayor parte de tu tiempo, energía, pensamientos, etc.

Todas esas cosas tan urgentes y aparentemente inevitables a las que dedicas tu vida, ¿son realmente importantes, dentro de tu proyecto de vida? ¿Son coherentes con tu proyecto de vida, contribuyen a tus objetivos? ¿Son necesarias?

Si la respuesta es "sí": enhorabuena. Si es "no": tu agenda necesita una buena reestructuración y, cuando lo hagas, asegúrate de que las cosas a las que dedicas tu tiempo, las cosas urgentes, son realmente importantes y necesarias.


ACOSTÚMBRATE A VER A LOS DEMÁS SERES COMO IGUALES.

En tu familia, todas las personas son importantes y deseas la felicidad de todas ellas. Y lo mismo con tus amistades, si les amas de verdad. La persona que te vende el pan; las madres con las que te cruzas a la salida de la escuela de tus hijos; tu compañero de trabajo; el jefe que exige de ti más de lo que puedes dar, todas aspiran a lo mismo que tú, básicamente: a ser felices. Y todas estas personas a veces aciertan (y son felices y es un placer estar a su lado) y a veces se equivocan (y se enfadan y hacen daño, queriendo o sin querer), exactamente igual que tú. Es una suerte ser imperfecta, porque así puedes comprender mejor las imperfecciones de los demás, aun cuando son diferentes. Mira  a las demás personas como iguales: seres que buscan la felicidad y a veces se pierden en el camino.

APRENDE A ACEPTAR.

Aceptar no significa resignarse. La resignación no acepta: no le gustan las cosas como son y simplemente se "fastidia" con la sensación de impotencia, victimismo, etc. Nada sano. La aceptación no huye ni niega la realidad; ve las cosas como son (acepta) y realiza los cambios que se puedan realizar para mejorar las condiciones. Acepta lo que hay y lo carga de significado para seguir creciendo. Incluso el dolor, cuando llega; lo afronta y le da un significado. De esta manera, el dolor nunca es gratuito o una experiencia desperdiciada sino que se hace transcendente.

¿Te resulta contradictorio? Para ser feliz de verdad no puedes tener adicción al bienestar, a que las cosas sean siempre como tú deseas; la felicidad profunda y definitiva comprende que a veces te tocará afrontar situaciones incómodas o no deseadas, porque forman parte de la vida humana, y se abre a ellas cuando llegan, las utiliza para crecer y las deja pasar.


DEPENDE SÓLO DE UNA MENTE FELIZ.

Considera las cosas que ocurren en tu vida como anécdotas  o prácticas de aprendizaje, disfruta de ellas: las que te gustan y las que no te gustan. Todas tienen la misma función: hacerte crecer, enseñarte a ser feliz. Que tu felicidad dependa sólo de tu mente feliz. Y, a partir de ahí, afronta lo que tengas que afrontar con alegría.

HAZTE CONSCIENTE DEL AMOR QUE SIENTES, HAZLO VISIBLE.

Reconoce cada vez que se manifiesta tu amor: por detrás de un gesto amable con otra persona, cuando sonríes, cuando miras a un bebé, cuando disfrutas de una comida o una conversación con tu pareja o tu amiga, cuando contemplas un paisaje, una obra de arte o un objeto inspirador. Visibiliza tu amor. Cada vez que eres consciente de él, le das más fuerza.

Y, de la misma manera, aprecia los gestos de amor (amabilidad, consideración) de las demás personas. Es el mismo amor que habita la vida, en circulación.

 

 

TinyPortal 1.6.5 © 2005-2020