Todo debería ser lo más simple posible, pero no sólo más simple.
(Albert Einstein)
Simplificar significa eliminar todo lo que no sea importante para dejar sitio a lo que realmente importa en la vida.
El desorden, tener demasiados trastos, demasiadas cuentas en el banco o una lista de tareas infinita puede crear estrés porque te hace perder el control de tu vida y te impide disfrutar de tu tiempo.
1. Céntrate en lo más importante
Piensa en perspectiva: ¿Importará esto mañana, en una semana, en un mes o en un año?
Lo más importante en tu vida es cuidar de tu felicidad.
Para centrarte en lo que realmente importa primero debes saber qué es realmente importante para ti. ¿Qué es lo que realmente valoras en la vida? Algunas respuestas universales a esta pregunta son: “La salud”, “La familia”, “Los amigos”, “El dinero” y “Ser feliz”. ¿Cuidas bien de tu salud?, ¿Pasas tiempo con las personas que te importan? ¿Tienes suficiente dinero para satisfacer tus necesidades?
¿Has oído alguna vez a alguien diciendo: “Me gustaría mucho hacer “X”, pero no tengo suficiente tiempo…”? Las personas que no tienen suficiente tiempo para hacer lo que realmente quieren están malgastando el tiempo en tareas menos importantes que no tienen tanto valor para ellas, como hacer zapping en la televisión, pasar horas leyendo webs de entretenimiento en internet, tener largas conversaciones por teléfono, revisar el e-mail constantemente, etc. Si algo es realmente importante para ti, encontrarás tiempo para hacerlo. Evita pasar horas haciendo zapping en la tele, o leyendo páginas de curiosidades online.
¿Te pones nervioso al esperar en una cola o en un atasco? Aprender a no preocuparte por las cosas que no puedes controlar es una de las mejores cosas que puedes hacer en tu vida. Si llueve, ¿de qué sirve preocuparse y maldecir la lluvia? Tu enfado no va a hacer que deje de llover. Relájate y busca la parte positiva del momento.
Para asegurarte que estas dedicando suficiente tiempo a las cosas que más importan analiza tus actividades diarias.
¿Qué es lo importante en tu vida?
¿Pasas el tiempo que te gustaría con tus amigos, familia y pareja?
¿Cuidas de tu salud? ¿
Eres productivo en el trabajo?
¿Te dedicas tiempo a ti mismo/a?
2. Vive de forma minimalista
Hace poco me he mudado, y antes de irme de mi antiguo piso cogí todas mis cosas una por una y me pregunté: ¿Cuántas veces he usado esto en el último año?, ¿Cuántas veces lo usaré en el año siguiente? La respuesta para la mayoría de mis cosas ha sido: “Cero y ninguna. Incluso después de la mudanza me he dado cuenta que podía prescindir de muchas cosas que guardaba “por si acaso” y no las usaré nunca realmente.
Dedica un tiempo a revisar tus pertenencias y hazte las mismas preguntas. Tira, vende o regala todo lo que no te haga falta.
También asegúrate que no entren cosas innecesarias en tu vida. Antes de comprar algo pregúntate si lo que vas a comprar es realmente imprescindible. ¿Lo vas a usar?, ¿Qué pasa si no lo compras?, ¿Quizás podrías pedirlo prestado o alquilarlo?, ¿Puedes usar algo que ya tienes para hacer la misma función?
Antes de tu cumpleaños o en navidad haz una lista de regalos que quieres recibir, cosas que realmente necesites y vayas a utilizar y envíala a tus amigos o familiares. Si te regalan algo que no vas a usar agradece el regalo pero pide el ticket de compra para cambiarlo.
¡No conviertas tu casa en un basurero coleccionando objetos inútiles!
3. Ordena
Uno de los mejores hábitos que he empezado hace unos meses es el de dedicar diez minutos a ordenar mi habitación cada mañana. No hay nada mejor que empezar el día con un escritorio despejado y una habitación ordenada. Dedica un momento del día a ordenar y notarás tu mismo los resultados.
Ten un sitio para cada cosa. Asigna un cajón, estante, armario, archivador o caja a cada objeto que tenga. Intenta dejarlo en su sitio después de usarlo así evitas el desorden y tienes que dedicar menos tiempo a ordenar.
4. Planifica conscientemente
Planificar es esencial para una vida libre de estrés. ¿Qué sistema usas para planificar?
Si no tienes ninguno la mejor forma de empezar es hacer una lista de “tareas diarias”. Usa una libreta pequeña o tu teléfono móvil para que puedas llevarla contigo a donde vayas. Dedica unos minutos cada día por la mañana o durante la noche anterior a planificar tus tareas del día, cómo las vas a distribuir durante el día y tacha cada tarea después de hacerla.
Céntrate en las tareas importantes que te aportan más valor. Agrupa las pequeñas tareas que no sean urgentes y dedícales un momento cada semana, así evitas distraerte constantemente de las tareas más importantes.
Se capaz de decir “no” cuando una tarea que te aporta poco valor quiere colarse en tu lista de tareas diarias.
Simplifica tus finanzas. ¿Cuántas cuentas bancarias, tarjetas de crédito, depósitos y otras inversiones tienes? Redúcelo a solo lo realmente esencial. Yo lo hice recientemente y es un placer saber cuánto dinero tienes y donde esta rápidamente.
Si quieres leer más sobre planificación lee mi artículo: “11 consejos para planificar eficazmente“.
5. Simplifica tus hábitos alimentarios
Compra solo una vez o dos por semana, ¡es posible!
Los alimentos aguantaran tres o cuatro días en tu frigorífico tres o cuatro días más después de cocinarlos. Calcula cuánta cantidad de comida necesitas para pasar la semana y márcate un día para hacer la compra semanal. Compra sólo los alimentos nutritivos e imprescindibles, evitando chocolate, bollería y golosinas que no beneficiaran a tu salud.
Planifica las comidas que harás durante el día y cocina lo necesario una vez al día y guarda la comida preparada en tu frigorífico así te ahorras cocinar dos o tres veces al día o comer comida precocinada. Prepara comida de sobras para que puedas comer durante varios días sin tener que cocinar otra vez.
6. Aléjate de fuentes creencias negativas
Durante el último año he tenido el privilegio de poder vivir sin televisión. Viví en un piso de alquiler donde la antena de televisión no funcionaba, así que empezamos a ver la televisión online. Eso significa ver los programas que quieres, a la hora que quieres y con poca publicidad.
¡Fue básicamente como volver a nacer!
La televisión dejó de absorber mi tiempo, y sin ver noticias mi paz interior aumentó considerablemente. Puede dejar de preocuparme inconscientemente sobre las desgracias del mundo, y por si debía comprar una u otra cosa.
De la misma forma que la televisión puede tener efectos negativos sobre ti, también las personas que te rodean y tu ambiente de trabajo puede ser una gran fuente de estrés. ¡Aléjate tanto como puedas de las personas que sólo quieren hablar contigo para quejarse de lo mal que esta el mundo!
7. Relájate
Ultimo y muy importante, ¡Descansa y relájate!
Cuando trabajes haz pequeñas pausas regularmente para descansar.
Dedica un tiempo cada día a hacer algo que realmente disfrutes, sea lo que sea: ver tu serie favorita, jugar con tus hijos, etc.
Y, finalmente, duerme tantas horas como te haga falta. Si te despiertas por la mañana con sueño tu cuerpo te pide que descanses más. ¡Escúchale!
(de
www.elblogdelafelicidad.com)