EL TEMOR
Reflexiones prácticas de temas relacionados con el yoga y su incidencia en la vida diaria, el trabajo y la sociedad, con una visión actual, inspiradora y viva, con el sólido respaldo de uno de los pensadores más relevantes de India: Swami Sivananda.
El temor es un instinto común a todos los hombres que produce una emoción dolorosa ante la proximidad de un peligro o un dolor inminente, real o imaginario. Va acompañado por el deseo de evitarlo o escapar de él y ponerse a salvo.
La conducta del hombre y sus actitudes ante la vida están condicionadas en gran medida por esos temores que brotan de nuestro interior en grados tan diversos que van desde al simple timidez hasta el pánico desatado, pasando por la alarma, el miedo y el terror.
Temor natural y temor imaginario.
Hay dos tipos de temor. El temor normal es sano. Pavimenta el camino hacia el propio progreso. Tiene como función preservar la vida o actúa como estímulo en el cumplimiento del deber.
Los temores imaginarios, por el contrario, consumen las energías del individuo y producen todo tipo de excitación, baja vitalidad, inquietud, incomodidad, desarmonía y enfermedades.
Un miedo irreal constituye un grave problema y muy a menudo se convierte en el factor que predispone para que la desgracia imaginaria que uno teme se produzca realmente. Un caso bien conocido es el del estudiante bien preparado que fracasa en sus exámenes por causa del miedo y nerviosismo que le producen.
Fobias de todo tipo.
Algunos de estos temores antinaturales se denominan fobias. Quienes los padecen no se ven amenazados por ninguna causa objetiva y próxima y, sin embargo, son incapaces de liberarse de sus emociones negativas. Los hay que temen a las ratas, a la oscuridad, a las tormentas. Algunos tienen miedo a la soledad. Otros, a las muchedumbres (plurofobia) y muchos se espantan cuando penetran en espacios cerrados, como túneles o ascensores (claustrofobia). En todos los casos, el temor imaginario es para la mente lo que la parálisis para el cuerpo, y la persona que lo padece se ve incapaz de sobreponerse. Cuando el miedo es constante, se pierde la confianza en uno mismo y en la propia capacidad.
Padres y maestros, una gran responsabilidad.
El origen de los temores imaginarios o neuróticos se remonta, a menudo, a la infancia. La mente del niño es muy impresionable y moldeable. Las semillas del temor pueden permanecer latentes o dormidas en su mente subconsciente, y surgir más tarde en un determinado momento de crisis o de estrés hasta convertirse en fobias.
Los padres y profesores tienen una gran responsabilidad durante la educación del niño. Deben ser muy cuidadosos. Jamás deben decirles nada que pueda asustarles. Por el contrario, deberían contarles historias en las que sean resaltados la generosidad y el valor. Así pondrán en sus mentes semillas positivas que puedan germinar en grandes virtudes.
Los efectos negativos del temor.
El temor constante mina la vitalidad, debilita la confianza y te deja indefenso. Frena y condiciona nuestros actos convirtiéndose en el mayor enemigo del éxito. El temor es una emoción muy destructiva. Quebranta el sistema nervioso y mima la salud. Produce preocupación y hace que sea imposible albergar felicidad y paz en la mente.
La conquista del amor.
Para conquistar el temor es preciso, en primer lugar, enfrentarse a él. El hombre teme más a lo que desconoce. Si una persona siente miedo de hablar de otra, debe mirarle directamente a los ojos cuando lo haga. Su temor se desvanecerá. Si una persona tiene miedo a ponerse delante de un auditorio, eso es precisamente lo que tendrá que hacer hasta librarse del miedo al escenario y al nerviosísimo. Concentrándose en la cualidad opuesta, el temor desaparecerá.
La introspección es también de una gran ayuda. Si uno se sienta tranquilamente y reflexiona, los temores imaginarios se desvanecerán paulatinamente. Sabremos que hemos estado engañados durante años, y que el temor no tiene entidad, no es nada.
La mente nos engaña a través de temores imaginarios. Debemos aprender a recapacitar, a reflexionar y a meditar. Todos sabemos que la conducta humana está, en muchas ocasiones, inspirada en la ignorancia y el temor. Pero empezaremos a percibir que puede estarlo también en la sabiduría y el amor.
HACIA LA VALENTIA
1 - El temor es un instrumento que produce una emoción dolorosa ante la proximidad de un peligro.
2 - Hay dos tipos de temor: normal e imaginario.
3 - El temor normal tiene como función preservar la vida.
4 - Los temores imaginarios producen desarmonía y enfermedad.
5 - el temor imaginario es para la mente lo que la parálisis para el cuerpo.
6 - El origen de los temores imaginarios se remonta, a menudo, a la infancia.
7 - Los padres y profesores tienen una gran responsabilidad. Jamás deben decir al niño nada que pueda asustarse.
8 - El temor hace que sea imposible albergar felicidad y paz en la mente.
9 - Para conquistar el temor es preciso enfrentarse a él.
10 - La práctica del yoga ayuda a superar los temores.
Información elaborada por el Centro Internacional de Yoga Sivananda Vedanta de Madrid.
Tel. 91 361 51 50
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