Tenemos miedo a la vida, y en la vida, y tenemos miedo a la muerte.
¿Todo en el ser humano gira en torno a los miedos?
Casi podríamos decir que sí.
Debiera ser prioritario esforzarse en disolver estos miedos, para desembarazarse de ellos, pero nos da miedo ponernos a resolver nuestros miedos.
Somos una paradoja.
La sociedad, y más la sociedad de consumo, nos proponen distracciones para no pensar; nos ofrecen entretenimientos y distracciones para no estar pendientes del presente, y estar en el presente es lo que debiera ser prioritario.
Somos una paradoja.