¿SE PUEDE TRANSFORMAR EL SUFRIMIENTO EN SABIDURÍA?
El término mindfulness o atención plena se conceptualiza como aquella habilidad que consiste en "centrar la atención de un modo intencional: en un objeto, en el momento presente y sin juzgar" (Kabat-Zinn, 1990). El Doctor Jon Kabat-Zinn, de la Universidad de Massachussets (EEUU) desarrolló el Mindfulness Stress Reduction Program (MBSR), que consiste en un programa psico-educativo basado en la atención plena para la reducción del estrés, de ocho semanas de duración y formato grupal.
En el ámbito clínico, puede apreciarse un claro incremento en el interés de las terapias basadas en mindfulness en los últimos años, debido a sus numerosas aplicaciones, así como a la ingente cantidad de investigaciones llevadas a cabo sobre su eficacia.
Una de las tendencias actuales en el marco de la e-salud es la facilitación de las terapias psicológicas mediante Internet y los teléfonos móviles. A esta integración entre la psicología y las nuevas tecnologías se la denomina de diferentes formas, entre ellas: tele-psicología, ciber-psicología o psico-tecnología.
Dentro de esta tendencia mundial, la empresa de base tecnológica O3 Wellbeing Solutions S.L., está especializada en tecnología mindfulness, que representa la integración de las intervenciones basadas en mindfulness con las nuevas tecnologías, desarrollando diversas aplicaciones software Web y para móviles que ayudan al desarrollo y al entrenamiento de la atención plena, facilitando la adquisición y la práctica diaria de esta habilidad.?
El equipo de profesionales del laboratorio de psicotecnología aplicada de O3 Wellbeing, formado por psicólogos, expertos en mindfulness y en psico-tecnología, implementó el programa estándar de reducción de estrés basado en mindfulness (MBSR), incluyendo el soporte para su monitorización y entrenamiento, con su aplicación software para teléfonos móviles denominada Mindfocus®.
Un grupo de 14 mujeres diagnosticadas de fibromialgia de entre 40 y 60 años, pertenecientes a la Asociación de Fibromialgia de la Comunidad de Madrid (Afibrom), participó en este estudio piloto. La media de edad de estas pacientes se situó en 52 años y todas habían recibido el diagnóstico de fibromialgia desde hacía 6 años como promedio. Por lo general, la mayoría de las mujeres estaban casadas (71%), no fumaban (78%), mantenían una dieta equilibrada baja en grasas (85%) y consumían analgésicos prescritos por su médico (85%).
El programa que se impartió, consistió en 8 sesiones grupales de 2,5 horas de duración, en las que se abordó el concepto de mindfulness, su entrenamiento en meditación y otros hábitos y actividades cotidianas (para más detalles, ver Quintana y Rincón, 2011). Como instrumentos de evaluación psicológica se emplearon una Encuesta de datos sociodemográficos elaborada ad hoc, el Cuestionario de Salud (SF-36), el Cuestionario de Evaluación del Dolor McGill, el Inventario de Depresión de Beck (BDI) y el software MindFocus® para la monitorización de la práctica de la atención plena. Este software nos permitió un registro objetivo de la práctica de la meditación mindfulness de las pacientes en sus sesiones diarias. Las pacientes fueron evaluadas en tres momentos: pretratamiento (previa a la asistencia al programa MBSR), postratamiento (al finalizar el programa) y en el seguimiento (transcurrido un mes de la finalización del tratamiento).
Los principales resultados hallados en este estudio se centraron en una mejoría significativa de la calidad de vida de las mujeres tras recibir el programa MBSR. Así mismo, las pacientes manifestaron una menor presencia e intensidad del dolor, junto a una notable reducción de la sintomatología depresiva. El programa también les ayudó a mejorar las estrategias de afrontamiento empleadas para superar el dolor que padecen este tipo de pacientes, desarrollando técnicas más adaptativas tales como la autoafirmación y la búsqueda de información. En la fase de seguimiento, un mes después, únicamente la mitad del grupo había continuado con su práctica diaria de entrenamiento mindfulness, empleando el software MindFocus para ello. Este grupo se benefició de estas mejoras durante un periodo de tiempo mayor. La otra mitad del grupo de pacientes que no introdujo dicha práctica en su actividad cotidiana, manifestó un incremento de los síntomas depresivos.
Una de las variables que se vieron beneficiadas por el programa mindfulness fue la función social, precisamente en aquellas pacientes que practicaron en mayor medida la habilidad mindfulness durante el seguimiento. Según esto, ¿podría ser la interacción social entre las mujeres lo que les motiva para practicar mindfulness diariamente? ¿Nos podrían ayudar las nuevas tecnologías a esto?
La tecnología móvil incorporada en el programa de entrenamiento, demostró ser eficaz a la hora de incrementar la adherencia a la práctica diaria de las pacientes, requisito indispensable para que la habilidad mindfulness se adquiera y se fortalezca. Aquellas mujeres que practicaron diariamente la habilidad mindfulness mediante la aplicación móvil, mantuvieron en mayor medida las mejorías obtenidas.
Así pues, se puede afirmar que el mindfulness resulta beneficioso para las pacientes con fibromialgia y que dichos beneficios se pueden potenciar si se combinan con el soporte mediante el software para teléfonos móviles utilizado, fomentando la motivación a la práctica diaria.
La atención plena constituye una herramienta para el aprendizaje de nuevos modos de responder ante el dolor y a la depresión. Una forma de transformar el sufrimiento psico-emocional que acompaña al dolor crónico y que, a la luz de los resultados, ofrece un recurso para que las pacientes incorporen estrategias psicológicas que les ayuden a sobrellevar los efectos de la fibromialgia. Las pacientes con su esfuerzo y práctica de la atención plena, pudieron de alguna forma originar una transformación: convertir su sufrimiento en sabiduría.
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